🐺CAPÍTULO VEINTIOCHO🐺

208 53 8
                                    

Suspiro con cierto deje de nostalgia a medida que observo todo a mi alrededor, al percibir como nuestras antiguas vivencias se rememoran en mi añorada cabeza sobre que barro cada rincón de nuestro deshabitado ex hogar con mis lacrimosos ojos.

Y a medida que observo, resurgen uno a uno los momentos vividos junto a mi Alfa, cada fragmento de tiempo resguardado en lo profundo de mi memoria, cada representación mental que se transpone en mi cabeza, cada recuerdo de la construcción de nuestro presente juntos...

—¿A punto de irnos y ya extrañando cariño? —escucho a mi costado junto al balbuceo de la pequeña Myeong-Suk que se encuentra entre sus brazos.

—Solo un deje de nostalgia amor... ¿Acaso a ti no te ocurre? —cuestiono algo intrigado ya que su semblante se encuentra impecable a pesar de la rotunda transición que viviremos. Y que él -sobretodo- está viviendo desde que renunció.

—Es que no le encuentro razón de ser... Mis recuerdos están aquí —señala su cabeza —. Y aquí, mi amado Omega —apoya mi mano izquierda en su latiente corazón —, y con eso me basta y me sobra... —finaliza con una gran sonrisa de esas que te reactivan luego de una extenuante jornada.

Entonces, ensancho la comisura de mis labios sin percatarme de la auténtica mirada de enamorado que le otorgo. Es que ¡vamos! ¡Imposible no amarlo como lo hago! Y él, suma a cada segundo que inspiro para seguir vivo, más suspiros de embelesado.

—¡Pero que cara de limerencia cariño..! ¿No estarás enfermo de amor? ¿Quizás debería buscar un psicólogo con suma urgencia? —articula risueño.

—Ven aquí, te voy a dar limerencia en tu culo —le digo pseudo ofendido y queriendo rozar nuestros labios.

—En todo caso, sería en el tuyo. Porque estás obsesionado con mi amigo —se señala todo coqueto ahí abajo mientras unimos nuestros rostros en un delicado beso cómplice de nuestros dichos.

—¡Pero que guácala! —anuncia nuestro peque con cara de asco al pasar por la puerta de ingreso.

—Ya veremos si tanto asco te ocasiona dentro de unos años, pequeño bribón —le comenta mi Alfa mientras pellizca sus mofletes y me entrega a la pequeña en brazos para ir en búsqueda de su sillita para el auto.

—Sí, si... Como sea papi, solo venía a decirles que me dijo el señor del camión que cuando quieran dejar de comerse el hocico del otro podemos emprender el viaje...

—¿Eso dijo exactamente el señor? —cuestiono con un fingido todo de asombro ante sus dichos.

Y en eso, asoma mi Alfa con la sillita entre brazos acotando —Decile al pobre señor que es imposible, porque tú api tiene la boca más dulce y adictiva que existe.

Entre sonidos risueños tomamos lo poco que queda en el comedor, mientras escuchamos las continuas  quejas de nuestro peque ante nuestras declaraciones de amor.

Y cuando mi Alfa sale en dirección al automóvil con ambos niños, regreso mi visión al interior de aquel lugar constructor de anhelos y algunos  sueños cumplidos. Repasando por arriba cada rincón al alcance de mi vista para luego cerrar el acceso y decirle un adiós definitivo.

🐺👶🧒🐺

Meditar sobre la nueva vida que nos espera a los cuatro, no hace otra cosa más que agudizar mi creciente ansiedad mesclada con emoción absoluta.

Y aunque esto sea lo que siempre soñé tener, una hermosa cabaña al lado del mar para los cuatro, el saberlo a mi Alfa sin trabajo y alejado del antro de Nam por kilómetros, no deja de hacerme pasar momentos como si fueran un amargo trago.

Es como si un nudo de inquietud recorriera mi columna toda a lo largo,  sin dejarme disfrutar plenamente del suceso que transitamos.

—Como que está demasiado pensado el asunto cariño, ¿todo bien? —pregunta mi Alfa de soslayo sin sacar la vista de la carretera o del espejo retrovisor.

Observo a unos metros por delante de nosotros, al camión con todos los muebles y demás pertenencias desplazarse a una velocidad relativamente lenta.

—Sí amor, no te preocupes. Solo medito sobre ¿todo?

—Como que es mucho, todo ¿no? —suelta risueño —. ¿Todavía te quedan días de licencia para que retornes al trabajo cariño?

Pregunta sacándome una risilla —¿Ya tienes ganas de que me vaya a la mier...?

—¡Api! ¡La boca! —alza la voz nuestro peque en la parte posterior del automóvil (sin pasar por alto) la pícara sonrisa plasmada en la cara de mi amor.

Entonces, arrimo mi oído a sus labios, luego de la seña que me emitió para escuchar entre susurros "La boca te voy a follar bien duro por atrevido cariño..." Seguida de una prensión de su labio inferior bajo mi estricta observación en cuanto me alejo.

Y ¡Por la madre Luna! Si no me caliento a sobremanera como un maldito termómetro metido en una olla de presión, pero de inmediato, espabilo recordando que vamos en la ruta y de camino al nuevo nido de amor y con los peques en la parte posterior del carro.

Y en eso se escucha (con un leve gruñido creciente entre líneas): —¡Papi! ¡Abre la ventana que apestas!

Y no puedo dejar de reír dándole la razón al mini gruñón, ya que las feromonas que expidió mi Alfa nos sofocan. "Maldito calentón" medito en mi interior "Si tan solo supieras todo lo que me provocas con tus acciones desinteresadas de amor..."

Así que ventilando el interior del carro le propongo a mi pequeño mandón jugar al Veo- Veo, en donde observo una cosa y luego dando pistas, deberá adivinar el objeto según el color.

—¡Ay Api! Juego porque no quiero que te sientas mal, pero debes asumir que ya no soy un niñato... —dictamina.

Sorprendido ante su contestación, lo observo repentinamente a mi Alfa. Estallando ambos entre cómplices risas para luego acotar -mi amor- con un falso tono galante: —¿Y qué quiere tomar el señor lobo que nos acompaña en la parte posterior del vehículo? ¿Un whisky doble o tal vez, un tequila?

—Nada de eso papi. Solo lo que consume el gran Alfa que tengo como padre, una rica lechita de banana —dice el enano risueño sacando de la heladera portátil, un envase de Banana Milk.

—¡La bebida de los machos Alfas cariño! ¿Quieres una lechita? —cuestiono a mi Alfa, a lo que entre  gruñidos y con el ceño fruncido responde que ahora no, que luego, mientras estallamos entre risas junto al pequeño Dong-yul.












































Pobrecito a mi Alfa, me lo molestan🥺🤣

Gracias por leer🥰

♡ "𝑫𝒆𝒗𝒐𝒕𝒐 𝒂 𝒕í" ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora