🐺CAPÍTULO CUARENTA Y SIETE🐺

181 50 22
                                    

Cómo si el designio de mi vida fuera morar contigo por los siglos de los siglos... Así me percibo. Enamorado de cada aspecto de tu personalidad, de cada fragmento de tu hermoso cuerpo. Porque, aunque quieras ocultar tras lienzos las hermosas cicatrices o pancita que diseñan tu pared abdominal, son el pilar de lo que te hacen único e inigualable para mí.

Tan hermoso como lo fuiste desde el primer momento en que te ví, tan seguro de ti mismo, tan sorprendentemente caliente y con un aroma que me puso semental y devoto de cada rincón de tu ser.

Y pienso en cada momento vivido a tu lado que se me viene a la memoria mientras fumo un cigarrillo, luego de larga data, apoyado en el capot. Cuesta dejar ciertas mañas a lo largo del vesánico tiempo, pero prefiero esto que meterme otras mierdas. Y uno cada tanto (como dice mi amado) no hará la diferencia de que fui capaz de salir del averno cuando me estaba consumiendo la puta existencia.

Pero estoy jugando con fuego mientras estoy inhalando mi toxicidad, porque si me ve mi peque rezongón se me arma una que ni les cuento. Así que un par de pitadas más y lo lanzo lejos. Y en eso, percibo movimientos en el acceso de la casa de nuestros amigos.

—¿Amor, me ayudas con la princesa? —suelta mi bello Omega acercándose recargado de cosas que ha preparado Jin para el pasar de estos días.

—Claro cariño. A ver mi belleza, venga con su papi fortachón —le suelto los brazos risueño a lo que la enana se enloquece retorciéndose en el agarre de su api.

—¡Así no princesa que te vas a caer! — le suelta su api inclinándose hasta el suelo.

—¡Espera que te ayude cariño! —le digo, pero cuando me dirijo hacia su encuentro a paso lento pero seguro, él me frena de inmediato, señalando que espere solo un momento en donde estoy y no me mueva para nada.

Y lo siguiente que observo es como arroja los bolsitos a un costado y con sumo cuidado, apoya a nuestra pequeña en el suelo sosteniéndose de sus piernitas mientras balbucea un "apapa".

En ese instante, me inunda un sinfín de sensaciones al verla creciendo tan de prisa, y aunque me he guardado las angustias de haberme perdido cierto lapso de tiempo por mi impronta de todo lo puedo, ahora trato de disfrutar de cada momento que se me presente a su lado.

Nuestra retoño está creciendo a pasos agigantados pero no estaba para nada preparado para ser actor de la siguiente escena frente a mis ojos... Mi hermosa princesa cachorra dando unos inseguros pasos hacia mis trémulas piernas mientras mi Omega acompaña velando su marcha en cada momento.

Y sobrepasado de emociones que buscan devolver a lo profundo de mis entrañas la estampa de aquel que siempre fui, me dejó caer sobre la vereda aunque se me inunden mis orbes de dolorosas afecciones ante mi dolencia diciendo: —M-mi princesa... —sollozo como un crío tirado en la acera, de solo rememorar que podría nunca haber abierto los ojos y tener la dicha de plasmar en mi retina este bendito momento.

—D-despacito v-ve con p-papi pequeña... —escucho la acongojada voz de mi esposo y sobre qué levanto mis ojos, me encuentro con el más profundo amor anegando mi visión.

Un "te amo" perfectamente susurrado  desde sus abultados labios me atacan el corazón.

Y entre la dicha de ver los primeros pasos de mi pequeña y mi órgano palpitante sobrepasado de impresiones, sólo abro pleno mis brazos para rodear al pequeño cuerpo de uno de los dueños de mi corazón.

Un "apapa" babeado sobre mi pecho resuena en lo más profundo de mi pecho. Y solo me dejo llevar por los sentimientos que empañan mi accionar, así que sorbiendo mis secreciones y besando la coronilla de su pequeña cabecita le digo a mi pequeña: —Si mi amorcito, aquí está tu apapa que te amo con todo su corazón.

♡ "𝑫𝒆𝒗𝒐𝒕𝒐 𝒂 𝒕í" ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora