♡ "𝑫𝒆𝒗𝒐𝒕𝒐 𝒂 𝒕í" ♡

🐺CAPÍTULO ONCE🐺

Desesperado como si el mundo se me acabara en unos segundos, intente reiteradas veces comunicarme con mi Omega. Y ¡Maldita sea! No pensó atenderme bajo ningún aspecto, por lo visto, así que tuve que llamar a cada maldito centro hasta dar con la hora del encuentro.

Y encima de todo esto este infame vengador que tengo como lobo, quería cortar cabeza de aquel que no daba tregua a ceder para que me venga contigo. Y yo, como un maldito exasperado desgarrándome por dentro...

—¡Señor Jeon! ¡Qué bueno verlo! —comenta alegremente el ecógrafo que -por supuesto- es el mismo que la ecografía anterior. Entonces, rezongo por dentro por no avivarme un poco.
Lo saludo con un asentimiento de cabeza mientras mi Omega me taladra con los ojos. El que me haya aparecido al estilo superhéroe regando aroma de macho Alfa salvador por los pasillos, no le agradó tanto como me hubiera gustado.

—Cariño... —murmuro por lo bajo, queriendo entrelazar sus dedos y esquivando su instinto asesino... Y la mirada que me otorga hela mi sangre en una coyuntura. Realmente está de pocos amigos y yo, con demasiada poca paciencia. Dado que no dormí mucho por andar rebuscando que mi maldito jefe me atienda para lograr que cubran mi turno aunque él no quisiera.
Y digo "aunque él no quisiera" porque ante el primer replique suyo, casi le arranco la cabeza. Así que hice lo que no debía hacer bajo ningún aspecto, pegar media vuelta e irme a la mierda bien lejos suyo —. Cariño... —replico en un murmuro mientras el técnico prepara la camilla. Y ante el ignoro suyo tomo el toro por las astas ya que aquí no hará lío y entonces, abrazo su contorno pegando su cuerpo al mío.

Él, se tensa de inmediato e ignorando sus señales, inspiro profundamente su aroma que me trae mil recuerdos. Desde mi descarriado pasado hasta nuestro primer pequeño sin dejar de pasar el rememoro del día de nuestra hermosa boda.

—Me estás apretando —decidido dice sin siquiera mirarme.

—Mmm... Realmente no lo creo, así que seguiré como una extensión tuya hasta que deba soltarme cachorro mío.

Solo se escuchan los refunfuños de mi embarazado Omega. Y aprovecho para apretar su cadera y provocar su cuerpo, o en su defecto, acrecentar su enojo.

—Muy bien señor Park, pase por aquí y colóquese la bata —inquiere el técnico. Y de solo pensar en otro Alfa viendo la piel de lo que es mío, sin darme cuenta gruñó bajo el asombro de sus ojos.

—¿Pero será posible Jung Kook? ¿Puedes controlar a tu lobo, o eso es pedir mucho? —dice mi rezongón Omega entre mohines, y me afecta de igual manera que verlo desnudo.

Mi cuerpo se calienta a la vez que se llena de inmensurable afecto, lo sé, es que mi lobo está re loco por su Omega, y yo, otro poco mucho.

—L-lo siento —ofrezco sincera disculpa al ecógrafo que me mira de reojo.

—No pasa nada señor Jeon, es más que entendible celar a su hermoso y embarazado Omega.

Los ojos de mi amor se elevan de inmediato, porque seguro prevé la desfiguración de mi rostro en cuanto escucho salir de los labios del ecógrafo "hermoso y embarazado Omega" dejando en blanco mi mente y con mi lobo enroscándose por dentro.

Y lucho con todas mis fuerzas para evitar este impulso, pero el olor que rodea de automático a todo el consultorio denota muy lejos la pronta calma de mi lobo.

—¡Calma lobo que apestas! —dice mi esposo ya con la bata puesta logrando que sienta un poco de vergüenza.
Y entonces, carraspeando mi garganta haciendo como si nada hubiera pasado hace un momento y ampliando mi pecho para usarlo como escudo con mi porte de Alfa macho pecho peludo.

—Bueno, bueno, vamos a ver que tenemos aquí... —dice el técnico colocando gel en su bajo vientre y logrando que mi Omega de un respingo ante el contacto frío de la sustancia.
Y entonces, aprovecho el momento tomando velozmente su mano para acercar mi cuerpo inclinándolo hacia el suyo.

—Saca tajada mientras puedas Alfa... —articula en un susurro con media sonrisa de lado.

Y solo puedo festejar por dentro el hecho de haber disminuido sus barreras aunque sea solo un poco. Y en el momento en que me pierdo en sus ojos, se escucha el retumbar de un rápido latido. Y direccionando nuestras orbes enfocamos la nítida imagen de nuestra princesa chupando una garrita suya...

Porque de algo estamos seguros es que rasguña noche y día la pobre panza de su api por dentro.

—E-es h-hermosa —murmura mi hermoso Omega con sus brillosos ojos —. Una belleza de princesa como su api —dictamino cerca suyo y acariciando sus cabellos con todo mi sentimiento en ese acto. Sin percatarme siquiera de que el que lagrimea, a pesar de su brillo, son mis ojos...

—Haw... Pero no llores amor mío —dice mi Omega limpiando mis mofletes de restos salados que no quieren frenar su paso —¿Está todo en orden doctor? —consulta entre medio de mi llanto —. Eso estoy viendo... —comenta con semblante preocupado activando de inmediato mi alerta ante sus modos.

Y luego de variadas medidas y de mover el cabezal con el frío gel por su contorno, nos observa por un momento, sacudiendo su cabeza y con su ceño fruncido.

Mi Omega se aferra con todas sus fuerzas a mi brazo, seguramente, como sostén para afrontar el anuncio. Pero los minutos se ralentizan y en vez de segundos, simulan horas eternas.

Su ceño se frunce -aún más- luego de realizar cálculos y anotar en su computadora unos datos. Y atentos esperamos pacientes... Hasta que mi paciencia se pierde en algún punto.

—¿Me puede decir de una vez que sucede? —enervado lo enfrento mientras mi Omega me observa con su rostro compungido.

—No quería ser muy directo —asevera el ecógrafo —, pero la cachorra pesa como 600 gramos más de lo que debería pesar. Así que, si sigue comiendo sin freno alguno, va a explotar antes de la fecha. Y le recuerdo que no falta mucho.

Y de pensar en problemas transcurro a solo sonreír mientras observo al sonrojado y "regordete" hermoso de mi Omega.

—Cariño —le llamo en un susurro —me parece que hoy nos vamos cuesta abajo y de un solo ruedo.

ESTE ALFA ES CASO SERIO🤣

CUALQUIERA AFLOJA SI LO VEMOS LLORANDO A NUESTRO JK🥺

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