🐺CAPÍTULO TREINTA Y CINCO🐺

180 49 5
                                    

Cuando mi mundo se colapsó y se volvió todo negro a mi alrededor (y de esto ya hace un largo tiempo) creí que nunca volvería a tener la dicha de ver la belleza de tus ojos nuevamente, amado mío.

Pero entre tantas sombras y en un momento de aplastante silencio, te presentí.

Percibí como me llamabas entre penumbras con un profundo amor compungido hacia mí.

Y me aferré con todas las fuerzas del universo que me otorgaron tus cuidados para hacer posible lo imposible y regresar hacia tí.

Y aunque mi lobo estaba dormido sin ni siquiera molestarse en tratar de comunicarse con su enlazado, forcé a mi confundido cerebro a que siguiera tus pasos. Agudizando mis sentidos uno a uno y creyendo que mi corazón colapsaría por tamaño esfuerzo. Y por suerte no fue en vano.

Es que cada vez te me hacías más lejano y me perdía entre los rincones entretejidos de mi confusa mente. Y al escuchar el efímero bello timbre melodioso de tu amable voz, mi amado Omega, rogué con todo mi ser poder acariciar tu piel cuando me di cuenta de que estabas ensimismado sobre mi inerte cuerpo mientras llorabas desconsolado.

¡Y te juro por la vida de mis hijos que son mi bien más preciado! Que quise regresar a tí, a ustedes, o dejarme ir de una puta vez de este maldito plano. Porque nada merece la pena si no es a tu lado mi Omega. Aunque eso, implique volver a nacer cuando despierte...

—¿A-l...fa? —susurras con lágrimas que no paran de caer desde tus empañados ojos, acompañados por tu cuerpo en completo temblor a medida que me observas.

¡Y no me salen las palabras por estar en este maldito estado! Porque sino te diría: que eres lo más hermoso que alguna vez han visto mis ojos y que cada minuto que pasaste hablando a mi adormecido cuerpo, fue el combustible que denotó el renacer de mi profundo ensueño.

Y solo puedo dejar que me observes sin poder mover mi cuerpo. Pero espero que mis ojos puedan transmitir desde mis adentros y que puedas percibir aunque sea un poco, del enardecido sentimiento que reflota desde lo más profundo de mi ser.

Gritas a todo viento llamando a las enfermeras mientras intentas aferrarte a mi cuerpo con sumo cuidado. Y pareciera como si no quisieras quebrar ninguna parte de mi ser por el esfuerzo de tu agarre con tan inmensa alegría.

Pero déjame decirte cariño (aunque se que no puedo) que si me rompes completo por un abrazo tuyo, a mí me daría exactamente lo mismo. Porque lo único que me importa es que respiro despierto a tu bendito lado.

De repente, la habitación se llena de alterados y rápidos movimientos y me cuesta enfocar la ubicación de tu cuerpo.

Te pierdes entre sombras que se asoman sobre mi soma y maldigo a mis sentidos más primitivos, que siguen aún adormecidos. Porque gracias a eso no soy capaz de captar ni siquiera tu característico aroma.

Entonces, observo alrededor mío una brillante luz que me encandila y creo que revisan mis pupilas o me estoy yendo al otro lado. ¿Por qué todo sigue tan confuso? Encima de no poder moverme, me siento completamente desorientado.

Escucho mi nombre en los labios de otro cuerpo del cual no quiero escuchar nada en este momento, pero su continua insistencia hace que enfoque mi perdida mirada.

Entonces, resuena en mis oídos preguntas simples con las que puedo definir por sí o por no. Pero hay un pequeño problema, contestaría si pudiera emitir labia.

Observo las borrosas facciones del dueño de esa voz que resuena, es mi doctor de los últimos meses que requiere que mueva mis ojos según desplace la luz, me parece. Y con todo mi esfuerzo, arrastro lo más que puedo mi visión siguiendo el encandilo.

🐺🧒👶🐺

El Omega del Alfa que apenas ha despertado, es arrastrado hacia fuera de la habitación unos momentos.

Necesitan tranquilidad para revisar por completo el estado de su adormecido esposo y verificar que sus primeros parámetros del regreso sean los adecuados.

El impaciente Omega se agarra los cabellos mientras contento llora por lo bajo. Y tecleando nervioso en su teléfono, avisa a sus amigos que el amor de su vida ha despertado, que ha regresado a su lado y que en estos momentos están haciéndole diversos estudios.

Automáticamente, Jin hace sonar su teléfono. Y es tal el temblor del cuerpo del sufrido Omega, que no puede coger la llamada. Solo se dedica nervioso a observar hacia adentro, desesperado porque alguien pueda decirle algo o dar parte del suceso.

Su mente regresa a viejos tiempos en donde el abrigo de los brazos de su amado, tranquilizaba cada uno de sus momentos. Y se aferra a ese maravilloso recuerdo para poder controlar el temblor de su cuerpo y así poder coger el teléfono que, de a momentos, resuena intenso por los pasillos ganándose la mala mirada del personal de salud a sus costados.

Entonces, inspira profundo, tranquilizando cada fibra de su cuerpo y desliza la pantalla de su teléfono disminuyendo el volumen a nulo y así poder ordenar sus ideas.

Lo primordial es velar por el bienestar y recuperación de su amado Alfa, así deba dejar su completo jornal en la fisioterapia venidera.

Largos y duros meses de rehabilitación se avecinan, pero no importa, porque él se siente inmensamente fuerte y es capaz de afrontar lo que sea al lado de su aguerrido Alfa.

Es que de solo recordar la intensa mirada puesta sobre sus ojos al despertar, sabe de lleno que su amado lo dará todo por regresar a su lado y junto a los niños.

Y es consciente de que el proceso será muy duro porque ha estado investigando. Pero de algo está completamente seguro, y es de que con infinita paciencia y con inmenso cariño, de esta saldrán estando juntos.

Porque sus lobos fueron capaces de encontrarse en la tremebunda obscuridad, cuando todo parecía perdido...

Y porque la Madre Luna así lo quiso cuando se marcaron mutuamente eligiendo su designio...











































Que bello contar con alguien así en tu vida🥺

Gracias por leer, comentar y valorar🥰

♡ "𝑫𝒆𝒗𝒐𝒕𝒐 𝒂 𝒕í" ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora