🐺CAPÍTULO TREINTA Y UNO🐺

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Salgo disparado hacia las oficinas de mi último trabajo para al cobro de mi liquidación. No veía las horas de que me llamaran aunque un mínimo de duda tenía, a decir verdad, de que no se me pagara por renunciar a mi labor de manera tan repentina.

Ya en camino, recibo una llamada de un número que no tengo registrado entre mis contactos, pero el ingreso de un audio de voz (al no coger la llamada por estar tras el volante y con la inconfundible voz de mi ex superior) no me dejó lugar a dudas de que es ella la que trata de comunicarse conmigo.

Así que asumo que debió recambiar un número por otro y al no estar activo trabajando, no estaba al tanto de dicho asunto. Entonces, conecto el manos libres y atiendo la llamada sobre que comienza a vibrar nuevamente, usando todo mi posible encanto para que se me descuente lo menos posible. Durante la formal comunicación, se me informa que la dirección del encuentro fue modificada y será enviada por mail. Así que activo mi localizador para ubicarme con el GPS.

"Luego debo pasar por lo de Nam" Me recuerdo mentalmente. Para hablar de algún trabajo o de alguna cuestión en la que sea que me ayude a ahorrar, aunque sea de manera provisoria. Algo tengo que hacer con mi vida o empezaré a fumar como un maldito lobo desquiciado, debido a los nervios que acarrea no ayudar con la comida.

Así que decido no esperar a después y llamar para conversar sobre varios asuntos. Uno de ellos, ver el estado en que se encuentra la madre se su cachorra, que había sufrido una descompensación sin llegar al término del alumbramiento.

Enseguida, se me rememora en la cabeza a mi Omega diciéndome "Que valía la pena si paria sentado en mi pedazo". Y no puedo ocultar las risas por las ocurrencias del amor de mi vida mientras una corriente nerviosa recorre mi cuerpo para morir en mi entre pierna, es que de solo recordar como estaba hace unos momentos a medida que le hablaba, provoca mi empalme de inmediato. ¡Maldición! ¡Lo que me falta! Accidentarme por andar de alzado.

Despejo mi mente, nuevamente, acomodando mi paquete que se mueve ansioso de lado a lado y si a eso le sumamos mi lobo (que está demasiado inquieto) Definitivamente necesito un puto cigarro. Es que no sé si está desesperado por estar con su enlazado o está quedando medio desquiciado como su lado humano, pero de que está de más intranquilo, no hay duda alguna.

Luego marco a mi amigo, uno, dos, tres pitidos hasta que después se escucha la respiración de aquel en el cual confío con mi vida.

<¡Hoyuelos! ¿Cómo va eso?> le consulto observando a los alrededores. Una zona de galpones abandonados en donde hace mucho tiempo no se hacía un rastrillaje, o por lo menos cuando estaba yo activo en todo caso.

<¡Lobito! Aquí vamos, por suerte la cachorra y su madre están en perfectas condiciones, solo debe quedarse en cama lo que reste del embarazo...>

Noto que dice esto último con un deje de preocupación, entonces le articulo: <Amigo... Se qué serán más gastos para ustedes, los cuales no lo tenían contemplado, pero piensa en positivo. Todo sea porque pronto tengan a la cachorra entre sus brazos para llenarla de mimos>

Escucho como refunfuña al otro lado de la línea hasta que me otorga la razón indefectiblemente, pero lamentablemente mi mente empezó a poner énfasis en otras cuestiones, como la zona pactada del encuentro.

En forma autónoma me coloco como el vigía que tanto tiempo fui, esto me sabe a redada y deduzco que mi lobo algo debe presentir, y por eso su malestar.

<Escucha Nam...> Lo corto raudamente mientras objeta que nunca lo dejo hablar.

Observo a los costados un par de autos abandonados, algunos quemados y varias partes de los mismos desparramados por el lugar.

<Presta atención a lo que te digo, ahí te mando mi ubicación, si no sabes de mí en los próximas horas, ve a la policía con esto...>

Le mando capturas de pantalla del lugar y la ubicación satelital de modo que se pueda rastrear.

<¡Pero qué demonios Jung Kook! ¿Dónde mierda estás? ¡Sal de ahí ahora mismo!>

<No puedo Nam, debo cortar> le digo pensando en una sola cuestión, desenmascarar el asunto de hacerme venir hasta aquí.

Así que estaciono el auto escondido entre un montón de chatarra vehicular y desarmando el móvil, me ubico el rastreador sobre la piel de la pierna con cinta papel.

Al volver a encenderlo me ingresa un mensaje de texto del mismo remitente anterior, preguntando si me falta demasiado para llegar su encuentro.
Así que respondo con toda la naturalidad, de que me encuentro en camino a menos de 20 min de llegar al lugar del encuentro. Pero según la ubicación que me dieron, solo me encuentro a un par de metros por arribar.

Así que decido rodear el lugar exacto por el costado y poder divisar de que se trata todo esto. Encima, no traigo una puta navaja siguiera y mucho menos, un arma. ¡Y maldigo por no guardar una en la guantera..! Pero es que con los cachorros no me quiero arriesgar.

Ese pensamiento me hace tomar consciencia de ¿Qué demonios hago aquí? Pero lamentablemente debo llegar al meollo de este asunto o lo próximo sería que fueran contra mi Omega... Porque, lamentablemente, se me solicitó a mí en esta ubicación. Entonces, sea lo que sea este asunto, tiene que ver conmigo.

Barajando un hierro macizo con punta deforme, me interno arrastrándome cerca de donde se escuchan ruidos. Unos sonidos de gritos privados del habla. Luego, observo mientras asomo apenas mi rostro, a mi ex jefa atada de pies a cabeza mientras llora desconsoladamente.

Un nudo se forma en mi garganta al ver el modo en que tratan sin piedad su magullado rostro, mientras ella solo solloza. Una Alfa tan fuerte reducida a migajas en manos de delincuentes.

Rodeo más la zona. El aroma rancio del lugar confunde los aromas, la pudrición del aceite más las gomas de vehículos quemadas permiten que me camufle hasta poder llegar a un costado de su ubicación. Observo solamente a dos cambia formas armados maltratando a mi ex jefa y a nadie más a su alrededor.

Y sobre que me incorporo para avanzar y golpear a uno de ellos para luego recargar sobre el otro. Un golpe certero y seco me nubla la razón, cayendo sobre los restos de aceite del lugar y dejando negra mi visión.

























👀🏃😬

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