🐺CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE🐺

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A decir verdad, soy un afortunado de la vida por contar con esta hermosa familia que me apoya aunque les haga pasar miles de apuros y situaciones sin respiro. Y aún así, ellos están con un infinito amor y una gran sonrisa para mí.

Últimamente, mi Omega ha estado más estresado que de costumbre y no puedo culparlo. Tener que llevar solo todo lo que ha pasado tarde o temprano le pasaría facturas a su cuerpo, dejándolo extenuado y con su infinita paciencia bordando el límite de "se me vuelve tarado".

Así que con la complicidad de mi pequeño gran lobo más el apoyo incondicional de nuestros amigos, hemos decidido que él se tomará unos días exclusivos para relajarse y descansar aunque todavía no esté enterado de nada.

Por suerte, nuestros amigos cuentan con el apoyo incondicional de la parentela de Jin que constantemente están al pie del cañón desde que apareció la hermosa retoño a la familia.

Y dado que nuestro pequeño Dong-yul se encarga como todo un experto del reparo de la reciente arribada al hogar de Nam, no será nada complicado dejarle nuestro remolino por unos días al cuidado de nuestros amigos.

Creemos con Jin que lo que tiene su ahijado, es un inmenso amor que va más allá del entendimiento o la razón. Y que por algún motivo (que no tiene explicación) la beba reacciona dejándose controlar ante su imponente presencia, o dejando de llorar o simplemente calmando la tempestad que la aqueja.

"El mejor niñero" diría Nam y aunque con su marido creemos que terminará siendo el mejor yerno con el paso de los tiempos, no se lo decimos porque el ambiente se tornará tenso y no hay nadie que soporte su mal humor combinado con sus celos. Así que solamente la puede alzar mi pequeño, porque si no lo dejan terminaría el propio padre mordido en el cuello.

Y ya me lo visualizo al yerno, el día de mañana, ocupando la cabina del DJ donde inició todo con su hermoso api...

¡Maldita sea! No es el momento ni el lugar para perderme en esos rememores que me ponen mal... Y no es que me angustien, todo lo contrario, me dan felicidad... Es que de solo recordar la desfachatez de su impronta cada que me veía o mi calenturiento avasallamiento de tomarlo donde sea no importa el maldito día o lugar... Me la pone dura a no dar más.

¡Maldición! No falta nada para mi turno con el fisiatra y yo acá, con el mástil recto como para colocarle una puta bandera en la punta ¿Pero será posible? ¡Madre Luna te pido que me ilumines en pensamientos puros! Y se desinfle como pinchadura de globo ¡Te lo pido por favor!

—¡Jeon!

Y como no podía ser de otra manera, yo y mi bendita suerte ¿Cómo hago para incorporarme con las muletas sin que se me note demasiado la tercer pierna y encima vigorosa de sana a no dar más?

—¡Jeon Jung Kook! —eleva la secretaria su voz, nuevamente, y en estos momentos extraño la fuerza de mis piernas para poder salir corriendo y esconderme sin que se me vea semejante tienda de campaña.

—¿J-Jeon? —anuncia la secretaria acercándose a mi lado —¿Necesita ayuda? Déjeme que llamo al especialista para que lo venga a ver — finaliza ¡Y que me trague la tierra!

—¡No! —grito repentino y exaltando a todos a mi alrededor —. Solo... Deme un momentito que tengo un pequeño problemita —sentencio apoyando mis manos como quién no quiere la cosa sobre la demás entusiasmada entrepierna.

Pero ante la cara de asombro de la secretaría y si me guío siguiendo el camino que traza la visión de sus ojos, creo que se dio cuenta del pequeño asunto que me traigo entre manos.

—¿Pequeño? —pregunta. ¡Y no lo puedo creer!

Mis feromonas de irritación deben entrar ya en acción, porque primero muerto antes que sentirme apurado por esta Beta.

Entonces, la sala de espera se inunda de un apestoso e intenso aroma, provocando que la secretaria huya diciéndome que espere tranquilo que me dará el siguiente turno mientras abre las ventanas de par en par en su camino.

Y me gano un par de malas miradas a mi alrededor hasta que un joven Alfa frente a mis ojos declara: —¿No estarás entrando en calor?

¡Lo que me faltaba!

Pero por suerte, la que creo que debe ser su madre lo reta de inmediato por no referirse a mí con más respeto... Mocoso maleducado.

"¡No! Para nada, solo recordé el culo de mi amado" me picaban los labios por desembuchar frente a sus ojos de metiche.

Me siento para el otro lado tratando de darle la espalda, mientras desearía con toda el alma encenderme un maldito cigarrillo para calmar mi ansiedad. Es que a escondidas me he fumado alguno que otro, y se que mi Omega se ha dado cuenta pero no ha dicho absolutamente nada. Le calculo que luego de casi morir paralizado, no debe ser tan importante el hecho de fumarme uno cada tanto como para juzgarme.

"Maldito niñato" pienso mientras siento como me observa con su ceño fruncido. No sé si se piensa que entraré en celo y la obligaré a su madre a pelarme, es que...

—¿Puedes dejar de mirarme? Me incómodas... —le suelto observándolo directo a sus ojos.

—Usted me incomoda a mí, porque apesta y no digo nada.

¡Pero si será posible condenado niño! Pero a todo esto, lo bueno es que rezongar con él ha provocado que mi amigo decaiga como guerrero caído en batalla...

Paso los siguientes minutos ignorando al condenado y buscando con qué distraer mi mente, así que tomó mi celular para conectar los auriculares y observo tres llamadas perdidas de mi amado y por lo menos 10 mensajes.

—¿Y ahora, qué sucede? —me susurro inquieto porque me resulta raro. Es que quedamos en que vendría a terapia solo, porque se superpuso su horario de trabajo a la sesión de kinesia, quedando la princesa en casa de Nam desde temprano y el peque en el colegio. Y que luego de salir del fisiatra pasaría yo por ella.

Unas ganas de orinar me atacan cuando estoy por revisar el celular, que tomo las muletas y haciendo mi esfuerzo de súper lobito como me dice mi hijo, me dirijo hacia el baño más cercano.

Y cuando estoy en pleno proceso de acogotar al amigo de tanto sacudirlo, escucho como cierran con traba la puerta del acceso y la inconfundible voz de mi Omega, a mis espaldas.

—¡Maldita seas Alfa! Me hiciste salir desesperado de trabajar ante el llamado de que tu calor se avecinaba, así que aquí me tienes. Hazme tuyo.
































A la mierr😏

Este Jeon es todo un caso y el otro, todo un Omega calentón 🤣

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