♡ "𝑫𝒆𝒗𝒐𝒕𝒐 𝒂 𝒕í" ♡

🐺CAPÍTULO CUARENTA Y UNO🐺

Casi explota mi cabeza al ver a mi Omega restregarse como gata en celo sobre mi endurecido miembro. 

Pero me preocupa de igual manera su desenfado, ya que él está próximo al inicio de su ciclo de calor y supongo que esto, es parte del comienzo. Y temo no poder parar una vez que de rienda suelta a mi imaginación y a lo que busca provocar -continuamente- en mi interior.

Se encuentra todo necesitado de mi tacto y reclamando con urgencia que renueve el lazo que nos une, ofreciéndome su níveo cuello de lado a cada maldito segundo que me observa con sus vidriosos ojos empañados en lágrimas de gozo al tragarse mi dura longitud de un solo bocado.

¡Maldito infierno terrenal que me quemo y no es en vano!

Agarro sus cabellos con suficiente prensión como para delimitarle el ritmo y que no se trastoque a lo desgraciado ya que va mordiéndome dos veces. Y según su risilla, puede que lo haga adrede.

—Me gusta tu sabor Alfa...—jadea sobre mis venas y ¡Maldita sea! ¿Cómo se supone que puedo conservar aunque sea una mísera parte de mi calma? Si verlo en acción supone la mejor cinta erótica que pude haber visto en toda mi vida.

—Pequeño, ve más despacio, no quiero lastimar tu maravillosa boquita —suelto ronco y profundo entre tomas de aire mientras el susodicho sonríe como un demente mientras me mira.

¡Y por la Madre Luna que me dió mis más sagrados hijos! ¡Qué si no me contengo, tenga la piedad de no mandarme un tercer milagro! Solo eso te pido... Y no es que no los ame pero dos, son como mucho.

Comienza a menear su cuerpo dejando escapar un "Te deseo" de a momentos. Y verlo danzar sus caderas mientras se auto penetra con sus dedos degustando mi hombría cual paleta devoradora de pecados, debería ser mi aviso para frenar todo el acto...

Pero aquí estoy, jadeando hasta no dar más y luchando por no descargar furioso hasta el último hermanito de mis cachorros en su pecaminosa boca.

A todo esto, me encuentro apoyado sobre el lavado con mis manos que se sitúan de la pileta a sus rubios cabellos y viceversa, mientras trato de contener el flaqueo de mis piernas y no atinar a tomar con fuerza sus cabellos para atravesarle la maldita garganta de una.

—¡Diablos cachorro! Me vas a matar si continúas así —descargo en un susurro tratando de levantarlo de los hombros.

Pero contra todo pronóstico, él se incorpora velozmente, dejándome desconcertado. Entonces me agarro con firmeza del lavado para recoger mis muletas y proceder a guardar mi ansioso falo, creyendo que tuvo un momento de lucidez y que debemos irnos a casa.

Pero como siempre me equivoco de pensar lo que no es correcto, me encuentro empujado hacia el lavatorio nuevamente mientras me susurra sensualmente al oído "Agárrate fuerte, amor mío"

Lo próximo que observo al enfocar mi visión es a su espalda y glúteos completamente desnudos frente a mi hombría, expuesto y rozagante para mi delicia... Y el escaso autocontrol que me cernía se fue a la deriva sobre que me percato de su aroma pegándome de pleno cada que contrae su esfínter a voluntad mientras gira su rostro para morder sus ribetes e impregnar de saliva el contorno de sus labios mientras me observa.

—¡Maldición! Eres una delicia pequeño —jadeo apoyando una mano sobre el prominente cachete. Y entonces procedo a tomar desde ambos lados de su lascivo culo, para asomar la ennegrecida entrada que reclama ser llenada con prontitud por mi dura vena.

—Guia tu lindo trasero —comunica resuelto y entregado mientras se desliza hacia atrás dejando colgar su cabeza y adaptando la unión de sus nalgas al continuo franeleo de mi despierta hombría.

¡Y maldición! Observar cómo se pierde mi latente carne cada vez que provoca una pseudo masturbación con sus cachetes, me vuelve loco de pies a cabeza. Y me importa una mierda si esta vez vienen dobles... Porque ¡Mamita que he acumulado mucho!

Así que jalando sus cabellos lo elevo para arrasar con sus labios en un húmedo beso mientras el desgraciado que no tiene piedad con cada fragmento de mi cuerpo sigue meneando su cadera, provocando que mi punta roma se trabe cada tanto sobre su fruncida entrada extrayendo sonoros jadeos de satisfacción que son néctar para mis oídos.

En eso, se escucha un golpe seco a la puerta y el posterior llamado de mi nombre por la secretaria del fisiatra preguntándome si me falta mucho.

Mi Omega, ronronea quejándose por lo bajo de la interrupción de su bendito momento y cuando estoy por responder que me espere unos minutos que enseguida salgo, me sorprendo de ser tragado " y no literal" por los confines de su cuerpo.

—¡¿Pero qué demonios?! —cuestiono exaltado, observando como arrima sus nalgas a mi pelvis.

Y la bendita sensación de llenarlo por completo, sumado a su calidez, me sobrepasan a tal punto que puedo jurar que siento palpitar mis venas cada que se contrae en su interior.

—Mmm... Mi gran Alfa —emite entre tanto se retira lentamente para volver a hundirse veloz y de repente.

Mi cuerpo quema ante su impronta y no puedo creer que con el pasar de los años, pueda seguir sorprendiéndome en cuestión de sexo.

Mi lobo se retuerce enloquecido porque lo tome como un maldito animal y para variar, el aumento de nuestros aromas no ayuda demasiado para calmar nuestros estados de creciente excitación.

Así que tomando -nuevamente- desde sus costados, abro sus glúteos para favorecer al sentimiento de querer perecer como todo un soldado batallado bajo el calor de su piel. Arremetiendo con gusto mientras chocamos en una exquisita danza de  roces carnales con un toque de demasiado fervor.

—¡Maldita sea cachorro..! Te voy a llenar bien duro así que nada de excusas —gruño mis palabras teñidas de lascivo sexo mientras siento temblar mis extremidades ante semejante esfuerzo.

Una nube de pesadez inunda mi mente y de repente, mis sentidos se ralentizan. Pero como un completo animal en celo solo arremeto con fiereza gruñendo por lo bajo que me vengo como un demente y con extremada fuerza.

Diablos lobitos😏 pa mi que se viene el milagro 😜

Gracias por leer, comentar y votar🥰

Los amito mucho❤️