🐺CAPÍTULO TRECE🐺

229 56 17
                                    

—¡Yo no te puedo creer! ¡Con un demonio Jung Kook! —vocifera Jin a mí costado mientras agarro mis cabellos con desesperación sin poder creer tamaña mala suerte.

—E-es... que... estaba t-todo... bien —meto el bocadillo entre medio de sus refunfuños a lo cual recibo la dureza de sus ojos que me traspasan sin piedad.

—¡Se nota! Eso seguro ¿Tan bien como para follar en público y que pase esto luego no? —vocifera señalándome con sus finos dedos y ganas de morderlos no me faltan, así que recurro a mis técnicas de meditación para no agarrar su cuello y apretar fuerte mientras me grita como loco en el pasillo.

—¡Señor Jeon! —anuncia un doctor a lo lejos y corro a su costado, dejando a Jin refunfuñando en solitario.

—¡Acá estoy! ¿Se encuentran bien ambos, no? —el doctor que es un Alfa todo fornido me observa con el ceño fruncido y objeta para mi desagrado.

—Sí, se encuentran bien ambos, solo que su esposo entró en trabajo de parto por tanta liberación de hormonas de oxitocina con la peculiar situación, no solo eran contracciones aisladas las durezas de su bajo vientre como el creía. Así que están organizando el quirófano en este momento y procedo a operarlo —anuncia entre serio y algo "risueño" el doctor.

—Pero su doctora está de licencia aún —perplejo ante su anuncio, acoto como quien no quiere la situación para tratar de tener al Alfa con sus manos lo más lejos de mi Omega.

—¿Será posible que dejes trabajar al doctor Jung kook? ¡Encima de lo que hiciste! —objeta el que tengo como amigo que por poco pasa a ser "ex" colmando mi paciencia.

—Hicimos querrás decir Beta... —digo por lo bajo y casi en un gruñido.

—Y bueno papá, deberá calmarse para acompañar a su esposo mientras hago mi trabajo, ¿le parece?

Y por la madre Luna que percibo mi lobo desgarrar profundamente mis entrañas por callar de un bocado a mi amigo y borrarle la maldita sonrisa al partero doctor de mi marido de un solo manotazo —. Por supuesto doctor... —articulo lo contrario de lo que dictamina mi lobo pero no me percato de un peculiar gruñido al cual el Alfa frente mío responde de la misma manera.

—¡Ah bueno! ¿Me están cargando ambos? ¡Tú  ve a ver tu hijo que preguntó por ustedes en la cafetería y usted doctor, regrese con mi amigo! —anuncia mi "ex-amigo" firme y decidido mediante una fuerte voz que alerta hasta las visitas del pasillo.

Al tomar conciencia de mis actos, enrojezco al instante y cabizbajo, profiero un "disculpe" al partero que se acomoda sus lentes luego de ser regañado por el padrino de mi hijo.

—Con su permiso, me retiro. La enfermera lo llamará, este atento papá.

"No, si pensaba irme de juerga estúpido Alfa... Y dejar pariendo solo a mi Omega"... Cuando elevo mi cabeza, ambos me observan atónitos y me doy cuenta que mis pensamientos fueron emitidos en voz baja pero fuera de mi cabeza.

"Qué me trague la tierra" resuena en mi mente al darme cuenta de mis dichos —Digo... que espero a la enfermera, doctor —elevo la cabeza a lo alto para mirar al Alfa frente mío mientras se retira deslizando su cabeza en negación y entre apenas audibles risas.

—¡Será posible lobito! —escucho a mis espaldas y me giro entre bajos gruñidos enfrentando a mi amigo Nam junto a mi pequeño.

—Abraza a tu padre peque, que tú eres mi cable a tierra —le digo a mi hijo que corre a mis brazos a toda velocidad.

—Cable a tierra... cable envuelto en el pico tendrías que tener, y en otro lado, también —objeta Jin al lado de mi amigo y dándome vuelta la cara.

—¿Les puedo pedir un favorcito a ambos?¿Por qué no me dejan de..? molestar... ¿Quieren?

Mi peque me observa y pregunta —¿El api está bien? ¿Y mi hermanita?

—Tu hermanita está por venir así que debes ser el mejor hermano mayor del mundo, ¿sí? Papi necesita ingresar con el api para acompañarlo, te quedarás con los tíos y te portaras super bien como solo tú sabes hacerlo —le digo a mi cachorro entre medio de rezongos bajos de Jin hacia su pareja. Dong-yul asiente con su cabecita muy seguro de sí mismo.

—¿Señor Jeon? —consulta una enfermera en el pasillo.

—¡Aquí! —digo levantando la mano y besando la cabeza de mi cachorro.

Dándome la vuelta le digo a mi amigo
—Lo dejo en tus manos y a tí Jin, te amo aunque me "rompas los huevos". Esto último lo artículo sin pronunciar vocablo pero asegurándome de que me entienda leyendo mis labios.

Me retiro con la enfermera, entre risas de solo escucharlo quejándose al marido mientras abrazan a mi peque con todo el amor del mundo.

Nunca dejaré de estar agradecido a la vida por tener mejores amigos como ellos, aunque al Beta quiera arrancarle la cabeza por metido y por hablarme así, son parte de mi familia y volvería a elegirlos -de ser necesario- en otras vidas.

Me visten y desinfectan en un cuarto frío contiguo al quirófano. La enfermera, que es una joven Omega, desembucha indiscreta: "Estuvo intensa la faena" Dijo el paciente mientras lo preparamos para su cesaría.

"¿Pero será posible que mi Omega aún en plena labor de parto ande de indiscreto de nuestros actos?" Me digo entre pensamientos aunque respondo —Eso aparenta —antes los gestos risueños de la enfermera que me come con los ojos "¡Lo que le faltaba!"

—Por aquí —dice la joven agachando su cabeza.

Y al ingresar al frío cuarto, pulcro y de color celeste por donde mire, observo a mi hermoso esposo a las risas con el maldito Alfa doctor.

—Por lo visto, no duele mucho cariño —digo acercándome a su lado y aunque no quiera, los celos me pueden.

—¡Alfa! Amor mío... —me dice con sus ojitos adormilados y su mirada llena de cariño como cada vez que se encuentran nuestras orbes.

—El dolor ha disminuido porque hemos aplicado anestesia sobre la zona lumbar papá —emite el doctor indicando que en minutos comenzará la operación.

—Tranquilo cariño, aquí estoy contigo. Ya verás que saldrá todo más que bien... —agarro sus manos mientras beso su frente acomodándome a su costado.

Mi hermoso y parturiente Omega me indica con su cabeza que me acerque a su oído. Y en cuanto lo hago, lo escucho risueño: —¿Viste que casi parí sentado en tu pedazo?

—Por el amor de tus hijos Omega glotón, me diste un susto de muerte y encima tonteas con ello...

El, se ríe de mis palabras y sobre que la joven enfermera regresa a su lado para controlar su presión, éste le dice: —Dime si no vale la pena parir como te dije...

Ambos estallan en risas y yo, estallo en color rojo.





































NAAA ESTE OMEGA ES TODO UN TEMA🤣

A PUNTO DE PARIR Y ORGULLOSO DE SU ALFA, MIENTRAS QUE JIN CASI SE NOS MUERE🤣

GRACIAS POR LEER, COMENTAR Y VOTAR 🥰

♡ "𝑫𝒆𝒗𝒐𝒕𝒐 𝒂 𝒕í" ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora