🐺CAPÍTULO TREINTA Y TRES🐺

168 46 9
                                    

El pitido incesante de la máquina retumba sin parar en mi adolorida cabeza y aunque mis ojos pesan con cierto grado de dificultad, me esfuerzo por tratar de abrirlos para orientar una y otra vez mi maldita conmoción cerebral.

Tengo seca la garganta hasta el punto de no poder siquiera tragar, entonces trato de mover algunos de los dedos de mi mano como para llamar la atención, y es en vano.

¡Y les juro que en mi mente hasta levanto y sacudo los brazos! Clamando porque mi amado Omega esté seguro, tibio y resguardado en nuestro hogar. Y no conservar este sobrepeso que me angustia, aplastándome el pecho por completo, al darme cuenta del peligro que corrió por salir detrás de mis malditos pasos.

Pero no es así, es la bendita voz de mi consciencia la que les habla. Y no sé si desde acá o desde algún lugar del más allá. Solo me doy cuenta de que las drogas me pesan como gigantes piedras en mi maldito sistema manteniendo mi cuerpo en descanso continuo para recuperarme de mejor manera luego, según cada doctor que se acerca a la habitación y me revisa una vez más.

A lo lejos, retumba la inconfundible voz de Jin que compungido confiesa que es su amigo el que está tirado en ésta cama de hospital, y si debe mover cielo y tierra para devolverme a los brazos de su amado amigo, él no lo piensa dudar.

¿Tan mal se me observa?

Maldito cuerpo sin reacción ni competencia. Pero de igual manera me digo "¡Que grande el padrino!" En mi adolorida cabeza ¡Y pensar que más de una vez te quise tragar! Aunque ahora, teniendo conocimiento de que estás próximo a ser papá, ya que se acerca el arribo de nuestra ansiada sobrina a vuestras vidas, te podría perdonar la vida por varias décadas más.

Pero hablando totalmente en serio realmente me gustaría poder decirte que lo siento... Perdón por preocuparte más de una vez con mis arrebatos de todo lo puedo, hasta el punto de hacerlo a nada de la llegada de tu pequeña cachorra.

Perdón por interrumpir tus continuos cuidados hacia mi amado Omega, y al cual tengo la certeza de que amas por igual o más que yo. "Los hermanos de la vida..." Me diría tu marido, mi mejor amigo, aquel hermano que la vida puso en mi camino.

Gracias amigo, mi hermano, pero gracias de verdad... Y quisiera poder abrazarte y dejarte llorar sobre mi regazo ¡Porque ya todos sabemos Jin!
Que eres tremendo lastimero pero aún así, te quiero...

Se oyen pasos a mi alrededor y resuenan -a lo lejos- algún que otro sonido lamentero. Y pareciera como si se escuchara en mi interior la voz de mi pequeño bribón diciéndome "Vamos papi que tú puedes" Seguido de varios sorbos de nariz indicándome su lamento...

"¡No llores mi pequeño!" Quiero gritar a todo pulmón pero solo recibo una pesadez incesante sobre todo mi cuerpo, y la muerte de las palabras sin voz sobre mis resecos labios... Y hasta creo que una pseudo lágrima recorre mi mejilla, sobre que me percato que ni puedo tocarme la mejilla, replanteándome si todo esto es un maldito sueño o mi triste realidad.

Mi adormecido y drogado lobo no reacciona. Y se siente como si la misma sombra mugrienta de morar entre penumbras me persiguiera nuevamente. Esa indeseable sensación donde no era consciente de lo que hacía con mi cuerpo y balbuceaba inentendible, malditas palabras como un demente.

En un momento, cierta calidez se instala en el centro de mi pecho comprimiendo mis pulmones tal cual pasó luego de agobiarme al conocer tu destino mediante el lazo (Y antes de recibir otro fuerte golpe certero en mi cabeza que me regreso hacia las sombras) Con la diferencia de que ahora mi lazo está demasiado debilitado, y no sé si es tu voz la que me clama entre lamentos o es un producto de mi maldita y loca cabeza.

Noto un suave toque entre mis dedos, que se sienten gélidos por el ambiente circundante ¿O será lo que estoy como flotado qué percibo todo como muy lejano y entre susurros?

Unas palabras de aliento, un roce con extremo cariño, unos suaves besos sobre mi adormecida frente. Y estoy casi seguro de que eres tú, amado mío...

¡Pero es que estoy tan aturdido! Que no distingo realmente.

Un fuerte dolor aturde -nuevamente- mi cabeza. Y agudizando mis sentidos no distingo si es el ruido de mi respiración la que me pesa o será solo una sensación de conmoción ante lo que me aqueja. Ya que al cabo de unos segundos, intensos espasmos rodean mi aturdido cerebro y no logro calmar mi temblor aunque lo quiera.

🐺👶🧒🐺

En el pasillo del hospital, el Omega del herido se aferra al cuerpo de su amigo mediante gritos intensos. Temblando su cuerpo en un cuadro completo de angustia talante que rebasa cada uno de sus sentidos. Maldiciendo a todo viento de que la noticia era que estaba estable y en tratamiento, y no que estaba inestable y completamente ido.

Llorando desconsolado por no poder conectar con su amado, su lobo desgarra desde adentro intentando despertar al obnubilado animal dopado que no hace caso a su llamado mientras desprende dolido intensas feromonas de angustia que rodean todo el recinto.

Su pequeño hijo lo rodea por las piernas pidiéndole que se calme, que papi necesita fuerzas y no agregarle más angustia a su proceso. Acción que no tiene cometido, ya que el enamorado no puede contener sus lamentos. Y aunque la culpa le pese solo quiere ver despertar de una buena vez a su amado.

El fiel amigo de su marido yace sentado con la cachorra de ambos entre los brazos. Tratando de contener a lo lejos a su pareja y a su amigo.

La situación que los aqueja es tremendamente adolorida, ver convulsionar a tu pareja y que te digan que no saben si quedarán consecuencias, es como el colmo de la viveza que te refriega que haber salido de eso, capaz no importe una mierda.

Es como si estuvieran pagando en vida las malditas consecuencias de lo malo que hayan hecho.

El abatido Omega no tiene consuelo, aunque lo abracen y besen sus más allegados amores. Observa con congoja a su pareja, que entre pitidos y cables lucha fervientemente por su vida.

"La contusión no fue algo menor" dijo el doctor que lo recibió para darle el parte médico. "Persiste demasiada inflamación en su cabeza, que puede tardar varios horas o días en lograr disminuir" remató como final de novela el doctor.

Y solo pide a la Madre Luna que su Alfa se aferre con todas sus fuerzas, que sea una vez más el aguerrido, el que realiza proezas, aquel amante enardecido que no tiene reparos a la hora de lanzarse al mar aunque la orilla no esté nada cerca.

"Por el momento, solo queda esperar" dictaminó la enfermera que hizo el cambio de suero.

Pero es que verlo tan apagado desgarra profundamente el alma del Omega.

🐺🧒👶🐺

Minutos eternos se suceden y no sé si estoy perdido en alguna especie de limbo. O, finalmente, he pasado a otro plano de existencia.

Solo siento dentro mío que debo reaccionar ante el cuerpo de mi amado, que debo volver con todas mis fuerzas, que mi futuro está a su lado y al lado de cada uno de mis pequeños con los que la Madre Luna nos bendijo.

Y lucho por activar mi llamado, para que mi lobo florezca y pueda comunicarme aunque sea mediante el lazo. Porque el cuerpo malditamente me pesa como si tuviera encima varios cuerpos pesados.

Y escucho un llanto profundo sobre mi soma que aviva cada fibra nerviosa de mi cuerpo. El calor y el aroma de mi amado hacen mella en lo profundo de mi pecho a medida que reacciono paulatino.

"No quiero que me dejes amor mío..." Resuena en mi cabeza a medida que esfuerzo a tomar fuerza a mis sentidos.
Mi instinto despierta como un pequeño animal indefenso y asustado por haberse dormido. Lloriqueando como todo un cachorro perdido pero lo obligo a cobrar fuerzas, aunque absorba toda mi energía luego.

Necesito comunicarme con mi Omega, y solo podré hacerlo mediante mi instinto...










































😬Yo dije que volvía la miel sobre hoyuelas??🙄estoy re sad🤣 lo lamento😎

Gracias por leer, comentar y votar 😍

Los amito mucho❤️

♡ "𝑫𝒆𝒗𝒐𝒕𝒐 𝒂 𝒕í" ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora