Estaba confuso.
Soo el racional estaba avergonzado porque JongIn acababa de suplicarme que volviera con él delante de un montón de gente en la fiesta de compromiso de BaekHyun y ChanYeol, y todo el mundo me estaba mirando. Soo el loco estaba haciendo piruetas porque JongIn acababa de suplicarme que volviera con él delante de un montón de gente en la fiesta de compromiso de BaekHyun y ChanYeol, y a él no le importaba nada que todo el mundo me estuviera mirando.
Obligué a mis pies a moverse para que me desplazaran por la pista de baile. Las parejas se hicieron a un lado y abrieron un camino para que pudiera pasar.
BaekHyun me iba a matar. Estaba seguro.
Justo después de matar a JongIn.
Este estaba inmóvil, mirándome. Le quité el micrófono y se lo devolví al sorprendido pinchadiscos.
—¿Qué diablos crees que estás haciendo? —le pregunté.
Era evidente que Soo el racional había decidido ser el primero en hacer uso de la palabra.
Él miró a su alrededor como si estuviera viendo a toda aquella gente por primera vez.
—Lo siento, pero no podía dejarte marchar. Aunque no debería haberlo hecho así. Deja que te acompañe hasta el taxi. —Me tendió una mano que yo me negué a aceptar—. Lo siento —se disculpó de nuevo, retirando lentamente la mano.
—Ahora estoy aquí. Será mejor que me digas lo que querías decirme.
—Hay una pequeña sala en…
—Señoras y señores —nos interrumpió el pinchadiscos—. ¡Los padrinos de los novios: Kim JongIn y Do KyungSoo!
Los invitados nos brindaron un educado aplauso al tiempo que empezaba a sonar una música de piano.
«¿Se supone que tenemos que bailar?»
—Oh, joder —se quejó JongIn.
BaekHyun estaba junto al pinchadiscos con una astuta sonrisilla en la cara.
«Sí, se suponía que debíamos bailar».
«Te odio», le dije en silencio.
Él me lanzó un beso.
JongIn me ofreció el brazo.
—¿Quieres bailar conmigo?
Yo posé la mano sobre su bíceps y él me acompañó hasta la pista de baile. Estaba tenso.
La multitud empezó a murmurar de nuevo a nuestro alrededor. Nos colocamos en medio de la pista y nos pusimos el uno frente al otro.
—No creo que la situación pueda ser más violenta y desastrosa —comentó él mientras yo colocaba una mano vacilante sobre su hombro.
—Todo es culpa tuya —repliqué, mientras me rodeaba la cintura con un brazo—. Si me hubieras dejado marchar, no habría pasado nada de esto.
Su mirada me atravesó el alma.
—Lo he hecho todo mal, pero si te hubiera dejado marchar esta noche, no me lo habría perdonado nunca.
Soo el loco quería que le reconociera que le encantaba cómo lo había hecho, pero Soo el racional quería hablar sobre otros temas.
—Si tan claro lo tenías, podrías haber intentado llamarme en algún momento del último mes.
—No estaba en el punto en el que necesitaba estar, Soo.
Cada vez que me llamaba Soo, mi corazón dejaba de latir un segundo.
—¿Y ahora sí?
Resultaba extraño volver a estar entre sus brazos. Extraño y sorprendentemente correcto.
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SUMISIÓN (KaiSoo) +18
RandomDo KyungSoo lleva toda la vida enamorado de Kim JongIn. Cuando se entera de que el brillante y atractivo presidente de Industrias Kim está buscando un nuevo sumiso, decide ofrecerse a él para hacer realidad sus más secretos deseos. Después de pasar...