—Leaf Blade.
—¡Ferrothorn, Gyro Ball!
La batalla estalló tan pronto como se les permitió y claramente Nahomi quiso llevar la iniciativa desde el primer momento.
Al son de sus gritos, brillantes y afiladas hojas se desprendieron del plumaje de la gran lechuza arquera y salieron disparadas como cuchillos voladores hacia su objetivo, la masa de acero con pinchos que respondió a ello utilizando un movimiento que utilizaría su punto débil como su mayor arma: la velocidad.
La velocidad giratoria que tomó en pocos momentos fue impresionante, al nivel de servirse de ella para repeler el ataque poco efectivo de Tipo Planta sin problema alguno y además ser capaz de pasar de la defensiva a la ofensiva en un intervalo de tiempo realmente corto.
—¡Hazlo, Ferrothorn!
—¡Mantén los ojos en él, con cuidado Robin! —Advirtió la castaña a su Pokémon.
Decidueye asintió sin mirarla por razones obvias y así fue capaz de seguir con su vista la trayectoria seguida por el Tipo Acero. Fue algo impresionante ver como comenzaba a utilizar rocas para impulsarse y ganar velocidad, convirtiéndose en una pelota que al rebotar cambiaba de dirección de una forma casi inmediata. Siendo así fue complicado para él inicial de Alola evitarse un golpe que tenía toda la pinta de ir a provocar muchísimo daño, pero pudo hacerlo al tener de su lado la ventaja de poder moverse por aire.
Nahomi suspiró aliviada y sonrió justo antes de continuar.
—Subamos de nivel: ¡Swords Dance! —Exclamó con gran convicción que se vió reflejada en su compañero de batalla.
—Estas muy equivocada si crees que nos quedaremos mansos a esperar por ti. Ferrothorn, bájale los humos: ¡Thunder Wave! —La respuesta de Byron fue inmediata.
Mientras el Tipo Planta/Fantasma aumentaba en gran medida su capacidad ofensiva de carácter físico, el otro de Tipo Acero aprovechó para emitir de una pequeña esfera amarilla una onda electrificada que fue enviada hacia él. Este movimiento era realmente peligroso y eso Nahomi lo sabía perfectamente, ya que, aún sin ser de daño directo, significaría perder mucha velocidad y además correr el riesgo de ser incapaces de aplicar toda esa fuerza en un buen ataque. Sabiendo eso no dudó en actuar de forma oportuna.
—¡Vuela, Robín!
Decidueye acató aquella órden sin pensárselo dos veces. Tuvo apenas un segundo para ascender tanto como le fuera posible antes de que el movimiento de estado perteneciente al Tipo Eléctrico lo envolviera por completo, esquivando por los pelos una Parálisis segura.
La castaña y su Pokémon tuvieron apenas un momento, y sólo eso les bastó para darse cuenta que con toda la altura que habían ganado tenían una oportunidad de oro que no planeaban desperdiciar.
—¡Ahora Robin! —Sus ánimos les servían a ambos, el objetivo había sido fijado—. ¡Brave Bird!
—Tsk. No crean que saldrán impunes de esto.
—¿Eso cree? —Replicó de forma retadora. El líder de Gimnasio se alarmó un poco al comprender que significaba esa actitud.
Con un gruñido propio de su condición como lechuza, Decidueye se envolvió a sí mismo en una brillante capa de flamas que se tornaron celestes en el momento en el que estuvo listo para atacar. Inició su descenso en picada y a toda velocidad dejó caer todo su poder sobre Ferrothorn cual Espíritu Santo, dejando como resultado una potente explosión que dejó al Tipo Acero bastante dañado y, para rematar, hundido en un agujero de un metro de profundidad situado en la arena. Su entrenador estaba impresionado por semejante muestra de poder.
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Sin Límites | Pokémon |
FanficEl sueño de la mayoría de los niños era el convertirse en un Entrenador Pokémon y viajar por el mundo en busca de aventuras con aquellas criaturas. Pero habían excepciones, como la del protagonista de esta historia por ejemplo. Ryū Akahiro no tenía...