Capítulo 62: Cambios.

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—Voy a tener que empezar a usar vendas solo para ocultar todo esto...

—Eso es mejor a que algún gobierno te use como rata de laboratorio, pero como sea.—Cambió de tema, viéndolo fijamente.—Ryū, no es que no me guste ver lo feliz que te hace mi comida pero... ¿Estás seguro de que te encuentras bien?

—¿Quég twe ghace dubdarlo?

—Traga antes de hablar, no eres un animal salvaje.

—Deja un momento el plato.—...Eso puede discutirse.

—...

Rouse estaba algo cansada, pero aún así no podía dejar de sonreír. Ryū desde que despertó había estado comiendo como bestia, según él para reponer las energías que perdió, en cierto modo era verdad, porque de hecho estuvo dos días sin comer, joder... Pero por otro lado, él era su propio maldito generador de energía así que si, estaba tragando como cerdo por puro gusto.

—...¿Hay más?

—¡¿Aún puedes comer más?!—Exclamó algo asustada, este ya era el décimo plato que se comía y no parecía tener ánimos de detenerse pronto.—¡Ah no, vas a bajarle a eso ya!

—Pero, pero...

—Pero nada, tienes que cuidar lo que comes, no sabemos si cualquiera de estas cosas podría afectarte negativamente, como los Lycanroc con el chocolate.

El albino desvío la mirada, encontrando a SU Lycanroc tragándose una barra de chocolate perfectamente.

—Pero tengo hambre...

—Ninguna criatura de tu tamaño necesita tanta comida.—Señaló, llevándose el plato que le quitó.—Controlate, o me voy a ver en la penosa necesidad de prohibirte el acceso a galletas.

Inclusive los Pokémon se mostraron incrédulos frente a una amenaza de tal nivel, Ryū se encogió un poco como si fuese un cachorro al que acaban de regañar y asintió resignado... Más o menos así era de hecho.

—Eres cruel...

—Cruelmente amorosa, así que se buen chico y ve a buscar vendas para tus brazos y piernas.—Si, no se lo imaginaron, eso fue una jodida órden.

—Si, Mi Reina....—Dijo para levantarse y con su aspecto decaído, salir en busca de sus cosas.

Quién lo diría... Si terminó como el padre de Rouse. Vaya que el Karma pega muy fuerte.

En fin...

Actualmente eran las seis de la mañana y todo el mundo estaba muy activo.

Horas después, cuando por fin dejaron su desesperada necesidad por abrazarlo y estar innecesariamente cerca, Ryū mostró que su "Evolución" no había venido solo con su cambio físico, y dejó en claro que ese trueno que prácticamente borró su tienda no había sido una coincidencia.

Se sentía más fuerte y lo era, tal vez demasiado, por fin consiguió control completo de su aparente dominio con movimientos del tipo eléctrico y no solo eso, si no que descubrió que no se limitaba solo a eso.

Como a un Pokémon, solo que él no era uno... No totalmente, o eso le gustaba pensar.

—Aaay la vida... Tan bonito que es vivirla~, con amor y compartirlaaa!, Como lo manda el creador.—Tras haberse envuelto desde poco más arriba del codo hasta la punta de las garras se acercó a Rouse mientras está revisaba algo en su teléfono, canturreando.—Y tú me la estás quitando corazón y tengo el alma partida sin razón, y tú me la estás quitando corazón y tengo el alma partida sin razóon~♪

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