Capítulo 69: Por la Fuerza.

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Con el sol aún en alto y ardiendo, la tensión entre esos dos individuos no paraba de aumentar.

Seguido de la aparente declaración de guerra proveniente de Ryū, toda persona que no haría parte del conflicto - porque no los dejarían, básicamente. - se dispersó hasta el punto de casi abandonar la zona, esto producto de, bueno… Lo que ya sabían acerca del potencial destructivo en cada combate en el que el Rey Dragón participaba.

Kalos no lo olvidaría y ellos no se quedarían ahí para ignorarlo, por su propio bien. Pero claro, aún así no se marcharon del todo, pues sea lo que sea de cada quien, todavía querían ver esta batalla.

—En serio necesitas empezar a controlarte. Esa actitud tuya va a meterte en serios problemas un día de estos. ¿Cómo crees que está bien ir por la vida queriendo aplastar a todo el que se te cruza?

—…

—Rouse. Creo que él no te está escuchando.

—Por supuesto que no lo está haciendo. ¿Por qué habría de? —Exclamó con sarcasmo una muy exasperada Reina. O más bien futura Reina—. Rayos, necesito un café.

—No creo que eso sea una buena id-.

—Cállate Arata.

Mientras las preparaciones se hacían y los hombres de Byron se aseguraban de que no hubiesen Pokémon en los alrededores que pudieran resultar heridos por sus desacuerdos con el albino - no necesitaban echarle más carbón a un fuego que estaba bajo control. - tanto el Líder de Gimnasio como el retador y Campeón se mantenían quietos, esperando.

—Esto se nos salió de las manos realmente rápido, huh. —Nahomi se mantenía cerca de su amigo, cómo todos, pero eso no le impidió echarle un ojo a sus alrededores—. Y pensar que pasamos por tanto para poner todo bajo control en primer lugar... Este sitio parece completamente desierto.

—No es como que fuese a estar muy vivido, pero el factor "puta-que-muerto-es-aquí" si que se lo debemos a nuestro querido compa con problemas de manejo de ira.

—Hermano… No creo que echarselo en cara ayude mucho.

—Aún así la verdad es que no está mintiendo. —Añadió Akashi, viendo a Rouse caminar de un lado a otro frente al albino.

La heredera de los Cessary se detuvo, agotada del estrés por la que su pareja la hacía pasar para asegurarse de que no se matara a si mismo o a alguien más cada que dejaba que su lado impulsivo le ganara - osea casi siempre. -, ahora mismo simplemente llegó a la conclusión de que desperidiciar tanta energía no la ayudaría, así que fué por una aproximación más sencilla.

—Muy bien. Digamos que seguimos con lo que sea que pretendías con todo esto. Digamos que vas ahí y esta batalla sucede bajo estas condiciones. —Con nada más que algunos pasos al frente, estaban a la distancia perfecta para una confrontación directa—. ¿Qué es lo que planeas hacer después?

—…

A Rouse le irritó la falta de respuesta, sin embargo no hizo nada al respecto ya que tenía muy claro que esa no era la forma de tratar con Ryū. Y si bien no sabía exactamente qué vió… Era imposible notar que el albino estaba absolutamente furioso.

Siendo honesta, estaba comenzando a preocuparle mucho más de lo normal lo que sería capaz de hacer de seguir así.

—Es demasiado.

Finalmente, el Dragón Blanco se dignaba a abrir la boca a pesar de no abandonar su estática posición. Sus ojos se mantenían cerrados desde hace ya un buen rato - querían creer que era para intentar mantenerse a si mismo bajo control. - y apenas se sentía realmente presente, pero no quería dejar a sus compañeros sin algo con lo que trabajar. Así que hizo su mejor esfuerzo a pesar de lo cegado que estaba por su propia voluntad.

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