Sin Límites | Pokémon |

Capítulo 11: Bienvenidos a Hoenn.

—Hey, Ryū...

Bastante temprano en la mañana, los jóvenes que compartían habitación en el más grande hotel volador que jamás se podría ver... Bueno, el único que hay la verdad, estaban despertando a su ritmo ya que en serio era temprano, aunque puede que el cambio de horario ya les estuviera empezando a afectar eso ya son cosas que es difícil controlar.

Como sea, aún así Akashi siendo el mayor de los presentes, se estaba tomando la molestía de despertar a su amigo de cabello blanco luego de hacer lo mismo con el pelinegro, más este simplemente se negaba a dejar la cama alegando que aún podían dormir un poco más.

—Ryū, se que tienes sueño pero si sigues durmiendo podría ser peor, y puede que hoy lleguemos a nuestro destino así que por favor. —Hizo uso de su última carta y lo empujó del colchón para que esté caiga en el frío suelo—. ¿Podrías levantarte?

Desde ahí se escuchaba como Ryū maldecía a todo el mundo aún teniendo la cara apuntando al suelo, justo después de eso se pudo de rodillas para bostezar con ganas y mirar con notable molestia a quien lo despertó.

—Vuelve a hacer eso y haré que Gible se frote en su cara.

—Akashi sonrió y ladeó la cabeza—. ¿Eso es malo?

—Su habilidad es Piel Tosca.

—...Oh.

—Viejo eso es pasarse de lanza...

—Solo no molesten cuando estoy durmiendo. —Decía mientras terminaba de levantarse para revisar sus Pokéball, dejando salir un rato a Charmander—. A la próxima no la cuentan.

—...

—...

Y de ahí, luego de acordar que ninguno volvería a hacer tal cosa, se turnaron para irse a duchar en el baño de la habitación para luego finalmente salir a tomar su desayuno.

—Akashi, aquí no hay nadie. —Dijo Ryū haciendo saber a los otros dos que aún seguía molesto—. Somos los únicos despiertos, no jodas.

—Lo siento, pensé que todos estarían despiertos por el cambio de horario. —Se disculpaba el mientras rascaba su sien.

—Bueno, esto no es del todo malo. Ya que estamos podemos pasar el rato antes de que todo el mundo empiece a llegar.

—¿Qué se supone que hagamos?, este lugar está totalmente vacío.

—No lo sé, ¿Qué tal si sacan a sus compañeros?

—De hecho esa es una buena idea, no me parece correcto que todo el tiempo estén en sus Balls. —Decía el pelirrojo tomando en ambas manos las Balls de su Charmander y Magikarp.

—Los míos ya están afuera...

Miro detrás de él para ver cómo Gible y Charmander discutían de quién sabe que, pero por lo menos no estaban peleando de manera sería, eso era bueno según el.

—Bien, ¡Entonces salgan!

—¡Ustedes también!

Por parte del peli-rojo Ryū ya sabía que pasaba, más al ver que su compañero de habitación saco tres Balls le hizo girar su vista hacia esa dirección, presenciando como salían el Riolu de la otra vez, un Darumaka y un Oshawott, cosa que lo sorprendió.

—Lo de Darumaka lo entiendo pero, ¿De dónde sacaste a Oshawott?

—Durante el viaje en bote a Ciudad Hormigón algo golpeó el casco y cuando el capitán paro a ver qué era el estaba ahí inconsciente. —Se explicó mientras tomaba en brazos al inicial de agua—. Nos lo dieron para llevarlo al centro Pokémon y luego ya no quiso irse.