Capítulo 25: ¡Alola!

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El resto del día fue cuanto menos, tranquilo para los chicos.

No pasó nada realmente resaltante, solo se hicieron alguna presentaciones ya que Arata se las había arreglado para capturar un Banette en su visita a la torre quemada, ni idea de cómo pero era la realidad, y a este bautizó como Loki, que rápidamente se incorporó al resto del grupo.

Aunque daba algo de mala espina, pero eso era cosa de todos los tipos fantasma así que no prestaron demasiada atención, además parecía un buen chico.

También se llevaron una sorpresa, pues Star, la Riolu de Nahomi evolucionó, según ella durante su batalla de Gimnasio.

Ni puñetera idea de cómo sería eso posible, pero bueno.

Por otro lado Rouse finalmente tomo la decisión de incorporar a aquella Larvesta que para nada quería separarse de ella a su familia, a esta pequeña larva de fuego la llamó Mothra.

Y finalmente cayó la serena noche.

Y para la no tanta sorpresa del albino, su puerta se abrió cuando estuvo apunto de echarse en la cama que ya había sido invadida por sus Pokémon.

Por que si, había tres camas pero preferían dormir juntos si podían.

—¿Qué pasa?

—¿Puedo dormir contigo?

Ya lo veía venir, no sabía exactamente por qué pero si que lo veía venir.

—Tienes muchas habitaciones para escoger donde dormir sabes.

—Ya lo sé, ¿Puedo o no?

¿Por qué se escuchaba como si le estuviese exigiendo que la dejara dormir ahí?, Su lenguaje corporal decía otra cosa, es más parecía apenada.

—Está bien, te haré un espacio.

Tuvo que mover a Ryuga y al pesado Laxus para que la chica tuviese un buen sitio para dormir, que por alguna razón estaba a un lado de él, lo hubiese preferido de otra manera... Pero no volvería a mover a Raikou, el jodido le dió una descarga.

—Gracias.—Dijo está acomodándose entre las sábanas.

—De nada, creo.

Ahora estaba algo incómodo, pero no físicamente.

O bueno, tal vez.

—Estás algo rara, ¿Es por la llamada con mi madre?

Parece que dió en el blanco y eso tenía algo que ver, porque ella le dió la espalda, era obvio que se había puesto nerviosa.

Y aún no creía que ella tuviese esa faceta, la mayoría del tiempo le hace saber que si se mata ella lo recogerá del infierno para volverlo a matar por matarse.

Y eso no tiene ningún sentido, pero sabía que era capaz.

—Como sea, buenas no-

—Te has vuelto muy perceptivo en poco tiempo.

—Se sorprendió un poco por las ganas repentinas de hablar que tenía, pero solo se limitó a responder.—Supongo que trato de madurar... A mí modo.

—¿No estás asustado?

Se giró para ver la espalda de la chica.

—¿Por qué debería estarlo?

—Ryū, esos tipos podrían hacerte daño... A ti y a tu madre.

—Lo tengo presente.—Contestó con tranquilidad.

—¿Entonces por qué estás tan calmado?

Puede que hablara en voz baja, pero él sentía que si pudiese gritar sin que todos en el avión la escucharán o sin despertar a sus Pokémon -que por cierto se las arreglaron para escabullirse en la habitación.- lo haría solo para reclamarle que no se lo tome tan a la ligera.

Sin Límites | Pokémon |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora