n/a: Hola!!! Solo quería agradeceros todo el apoyo que está recibiendo Shadows 😍😍 Ya queda poquito para el final, espero que os esté gustando mucho. No olvidéis votar y comentar, sois increíbles!! 💕💕
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
-Te dije que no lo hicieras -me regañó Ruby frunciendo el ceño mientras observaba el corte que tenía en mi ceja.
Después de la charla con su padre, que al principio fue tensa pero terminó con una felicitación por su parte, habíamos ido a comprar unas barreras protectoras para niños. Pretendíamos colocarlas formando un cuadrado en una esquina del salón, que convertiríamos en la zona de juego de nuestro pequeño. Así podría jugar cómodamente en su espacio y nosotros estaríamos más tranquilos al poder seguir haciendo las tareas del hogar o cualquier otro trabajo y sin preocuparnos de que pudiera hacerse daño.
En las instrucciones ponía que debía anclar las vallas a la pared, así que había cogido el taladro y me disponía a agujerear la pared. Ruby me había recomendado que no lo hiciera de esa manera, pero no la había escuchado, alegando que lo tenía todo controlado. Me había puesto de cuclillas, con la herramienta frente a mi rostro y sujetándola con las dos manos, preparado para ejercer presión y conseguir mi objetivo. No sé cómo pasó, lo único que sé es que en un momento estaba estable y al siguiente me había inclinado hacia delante y había golpeado el canto de la pared con la cabeza, logrando que una pequeña brecha adornara mi ceja.
-No sabía que eso iba a pasar -me quejé mientras mordía el labio con fuerza ante el escozor que me producían las curas de la joven.
-Estas paredes son muy delgadas, no se necesitaba demasiada fuerza para taladrarla -me explicó con una ligera sonrisa-. Así como te habías colocado, era obvio que la inercia del taladro te habría llevado hacia delante.
-Bueno, no lo sabía -me defendí haciendo un puchero-, no soy un experto como tú.
Rió ante mi enfado y me besó cuidadosamente, logrando que el puchero que había comenzado a formar desapareciera. Luego cogió ella misma la herramienta, que seguía en el suelo y, tras apoyar una rodilla en el suelo y la otra doblada hacia delante (como cuando se pide matrimonio), se dedicó a hacer los agujeros que hacían falta. Lo hizo con una naturalidad sorprendente, como si lo hubiera estado practicando toda la vida.
-Wow -exclamé anonadado-, veo que sigues sorprendiéndome, Ruby Anderson.
-Y lo que aún no sabes -alardeó, levantándose del suelo.
Terminamos de montar las barreras y nos dispusimos a hacer la comida. No podía dejar de mirarla constantemente. Ya comenzaba a abultarse ligeramente su abdomen, y no podía estar más emocionado por ello. Por las mañanas seguía con las náuseas y los mareos, pero luego desaparecían. A pesar de que se quejaba de que iba ganando peso, para mí estaba más guapa que nunca. Sus ojos relucían con un brillo especial cada vez que se tocaba la tripa, acción que hacía constantemente, como si quisiera asegurarse de que seguía ahí.
El proceso del embarazo fue una experiencia única. Era como estar en una montaña rusa las veinticuatro horas del día debido a los cambios de humor que sufría, a pesar de que había dos estados que parecían repetirse día tras día: el hambre y el mal humor. Tenía que controlarla muy bien, porque si me despistaba, la encontraba arrasando la cocina, aunque hiciera media hora de su última comida. Además, todo lo que hacía, lo hacía mal. Siempre me regañaba, por cualquier cosa, pero era tan adorable que no me molestaba.
Las noches eran la mejor parte. Su lado más travieso y juguetón salía a luz, y no había día en que no me dejara completamente exhausto, era insaciable. Al principio todo iba bien, pero cuando su abultada tripa comenzó a interponerse entre nosotros, tuvimos que ingeniárnosla para poder seguir con nuestras placenteras relaciones. Amé cada segundo de eso, Ruby se volvía completamente salvaje en la cama y yo no podía hacer otra cosa que no fuera satisfacerla.
![](https://img.wattpad.com/cover/251880064-288-k382657.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Shadows
Teen FictionNo esperaba volver a preocuparme por nadie que no fuera yo mismo. Hasta que la encontré a ella.