Shadows

Capítulo 36

Ruby se levantó corriendo al oír la advertencia de Jason. Se arregló un poco la ropa y limpió su rostro para eliminar los rastros de lágrimas que seguían cubriendo su piel. Avisó a los demás de la situación, quienes no dudaron en prepararse para ponerse rumbo a mi incendiado apartamento. Intenté convencer a las chicas de que no hacía falta que me acompañaran, pero ellas insistieron en que querían salir de casa cuanto antes. Entendí que no les apeteciera estar más tiempo entre esas cuatro paredes después de lo que había ocurrido.

Luke llevó a Ivy y a Liam en su coche mientras la morena se mantenía firmemente abrazada a mí sobre mi moto. Había apoyado su barbilla en mi hombro y la oía suspirar de vez en cuando. Supuse que no podía dejar de pensar en la historia que nos había contado momentos atrás. La verdad era que a mí también me costaba no centrarme en ella.

Ahora que sabía toda la verdad sobre el pasado de Ruby, entendía muchas cosas. Comprendí por qué no estaba buscando una relación, el significado de sus tatuajes y el por qué siempre se enfocaba en el futuro y evitaba mirar atrás. Ahora que la conocía más a fondo, todavía me sorprendían más sus cualidades.

Después de todo lo que había pasado, de toda la mierda que había vivido, ahí estaba ella, con su sonrisa radiante y su mirada pícara la mayor parte del tiempo adornando su bonita cara. Admiraba aún más la manera que tenía de cuidar a sus amigos y de velar por el bienestar de todo el mundo a su alrededor. No importaba cuán triste estuviera ella, si alguno de nosotros tenía un problema, era la primera en involucrarse para tratar de encontrar una solución.

Cuanto más la conocía, menos quería alejarme de ella. Mi vida no sería lo mismo sin la joven de ojos marrones que osó desafiarme el primer día que nos vimos. No me imaginaba pasar el resto de mis días sin ella a mi lado, tranquilizándome en mis peores momentos y siendo la protagonista de los mejores. No quería renunciar a ella, y no permitiría que nada nos separara.

Llegamos a mi apartamento justo cuando Jason y Bran salían del portal con varios objetos en las manos. Nos acercamos hasta el cordón policial y llamamos su atención levantando los brazos y gritando sus nombres. Vinieron corriendo al encontrarnos.

-Enana -saludó Brad abrazando con fuerza a Ruby-. Nos tenías muy preocupados, ¿qué ha pasado?

-Luego os lo contamos -intervine para zanjar el tema-. ¿Qué ha ocurrido?

Me giré hacia Jason con el ceño fruncido y el corazón latiéndome a mil por hora, nervioso por lo que fuera que me tenía que contar. Me entregó una caja llena de cosas.

-Esto es lo único que hemos podido salvar, lo siento -se disculpó cabizbajo.

Miré el contenido del recipiente. En su interior había varias prendas de ropa, algunos de mis objetos personales, como por ejemplo los trofeos de las peleas y las carreras y el marco la fotografía de Luke, Becca y yo que Ruby colocó ahí días atrás; un par de deportivas, mi bolsa de deporte y la caja de zapatos donde guardaba todos los recuerdos de mi difunta novia.

Bufé, totalmente desolado. Todas mis pertenencias se habían reducido a cenizas y las que habían logrado no arder cabían en una caja de cartón. Levanté la vista hacia mi apartamento, fijándome en que ya no salía humo por las ventanas y se veían sombras de bomberos yendo de un lado para otro, revisando cada rincón del lugar, supuse. Suspiré, abatido, y volví a centrare en Jason, quien me miraba como si tuviera que darme una mala noticia.

-Hay algo más -dijo entonces, leyendo a la perfección mi expresión de confusión-. El piso olía fatal, no a quemado, sino a otra cosa -aclaró rápidamente-. Los bomberos dicen que han encontrado restos de acelerante por toda la casa, apuestan a que es gasolina.