Shadows

EXTRA 5K

¡Ya hemos llegado a las 5K! Muchísimas gracias a tod@s por vuestro apoyo, sois increíbles. Como os prometí, aquí está el capítulo extra. 

Si os gustaría que profundizara más en algún aspecto de la historia, no dudéis en compartir, votar y comentar. Si hay suficientes peticiones, os prometo escribir más capítulos adicionales, ¡¡todo depende de vosotr@s!! 

De nuevo, muchas gracias por el apoyo, ¡me encataría saber vuestra opinión! 

Nos leemos pronto!

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-Papá, ¿cuánto falta? -inquiere Robb desde el asiento de atrás.

-Eso, papá, ¿cuánto falta? -le secunda su hermano, frunciendo el ceño adorablemente.

-Ya estamos casi llegando -les respondo con una sonrisa, tratando de tranquilizarles.

Sin embargo, mi contestación no parece agradar a los gemelos, pues empiezan a quejarse de que eso es lo mismo que les había dicho hacía más de diez minutos y que necesitaban ir a "vaciar el bote", expresión que usaban para decir que querían hacer pis y que habían copiado de su tío Brad.

Becca resopla molesta por el griterío de los pequeños y se coloca sus auriculares, subiéndole el volumen a tope para tratar de amortiguar el ruido. Me giro hacia mi preciosa mujer, quien dibuja una expresión parecida a la de nuestra hija y se gira para encarar a los menores.

-Chicos, es suficiente -les interrumpe Ruby con firmeza pero también dulzura-. Estamos a menos de cinco minutos, ¿por qué no empezáis a planear todo lo que queréis hacer?

-¡Vale! -exclaman entusiasmados y se giran para numerar las actividades que deben hacer obligatoriamente.

Tal y como ha dicho ella, en menos de lo que canta un gallo estamos aparcando el coche en el campamento de verano. Rápidamente, todos salen del vehículo, la moren la primera de todas. Río cuando la veo correr hacia Ivy y Liam y los tres se abrazan y comienzan a saltar de alegría.

-¡Está exactamente igual que cuando veníamos nosotros! -grita la pelirroja, mirando con los ojos muy abiertos a su alrededor, claramente emocionada.

Me reúno con ellos, al igual que Luke, Brad y Jason, y escuchamos atentamente cómo nos explican dónde se encuentran las instalaciones. Por si todavía no habéis entendido de qué va todo esto, hemos organizado una escapada grupal durante un par de semanas al campamento de verano que solían frecuentar los tres amigos durante su infancia y gran parte de su juventud.

Nuestros hijos recorren el lugar curiosos, inspeccionándolo todo y deseosos por poder empezar a explorar. Un todo terreno negro aparca justo delante de nuestro coche y de él se baja la última familia que faltaba.

-¡Enana! -saluda mi esposa a la recién llegada.

-Ruby, tengo casi treinta años, ¿crees que podrías dejar de llamarme así? -se queja con una mueca Arya, su hermana.

-Jamás, siempre serás mi hermana pequeña -le responde alborotándole el pelo y ganándose un bufo de molestia.

Cuando ya hemos llegado todos, y con todos me refiero a nosotros cinco, Luke, Ivy y Alan, Brad y Jason, Liam y Arya con su marido y su hija, nos dirigimos a la caseta que cuenta con un letrero que reza "Recepción" en su porche, donde esperamos pacientemente a que nos den las llaves de nuestras pertinentes cabañas. Una vez hemos realizado toda la burocracia correspondiente, hemos escuchado el sermón de las normas de comportamientos y nos han entregado un folleto a cada uno con las actividades programas y el horario de las zonas públicas, salimos de nuevo fuera.