2|𝓜𝓬𝓓𝓻𝓮𝓪𝓶𝔂_𝓓𝓮𝓻𝓮𝓴 𝓢.|

2. Oh... La Culpa

Maiá Hart.

-Que buena manera de despertar -hablo Derek entre jadeos, tirándose al lado mío.

-La mejor de todas -acepte con mi respiración agitada. Las sábanas cubrían nuestros cuerpos desnudos- Hay que volver a calentar los panqueques -mire mi mesita de noche donde habían dos platos con una torre de panqueques y dos tazas con jugo de naranja.

-Ó -sonrió de forma pícara, jalo las sábanas cubriendo a ambos.

Reí con diversión y a los pocos segundos los labios de Derek estaban sobre los míos, hacíamos una guerra para tomar el control de la situación, al final le cedí el control y deje que nuevamente él llevará la marcha en todo. Tiro de mi corto cabello pegandome a la almohada, hundí mis dedos entre sus crecidos cabellos.

-No, Derek, para -hablé entre besos. Soltó un gruñido volviendo a besarme. Reí por su queja- Hablo enserio. Llegaremos tarde y Alex vendrá y será un dolor de cabeza.

-La puerta tiene seguro -aseguró- Él no va entrar.

-Pero va interrumpir -arquee una ceja y lo mire con una sonrisa divertida.

Como si eso no importara, Derek volvió a besarme, empezando por mis labios y luego pasando a mi cuello.

-¡Oigan, ya despierten! -grito Alex tocando la puerta bruscamente. Derek soltó un bufido y se dejó caer sobre mi cuerpo. Reí divertida y lo abracé para reconfortarlo- Llegaremos tarde a rondas.

-¡Ya oí! -grité de vuelta aventando la almohada a mi lado a la puerta. Derek se levantó de mí a regañadientes.

Decidimos comer los panqueques fríos, porque sino se nos haría más tarde. Tomé la taza y le di un sorbo al jugo.

-¿Por qué en una taza? -Derek miró la taza y luego me miró curioso.

-Los vasos están sucios -explique- Y a Alex le toca lavarlos -Derek, rio negando con la cabeza, pero siguió comiendo sus panqueques.- Me encantaría quedarme contigo en esta cama para siempre.

-Y sabes que me quedaría contigo.- aseguro- Pero hay que ir a trabajar y enfrentar la realidad.

-Lo sé -murmuré con una mueca- ¿Llevas bien lo de Mark?

Hace una semana a Mark le habían dado un puesto en el hospital, lo que tenía a Derek algo enojado, sobre todo con el jefe, él estaba más que enojado con el jefe y lo sé, porque toda la bendita semana no ha dejado de hablar de eso.

-Bien -habló no muy convencido- O eso creo -sonreí acercándome a él o mejor dicho a sus labios. Al despegarme me miró con una sonrisa y relamió sus labios- Jarabe de maple.

[...]

-Está enloqueciendo -aseguró Meredith, a mis espaldas.

Alex estaba sentado en la de madera, siendo el primero en terminar de arreglarse, por ello, era el que más atención le prestaba a lo que Meredith decía.