2|𝓜𝓬𝓓𝓻𝓮𝓪𝓶𝔂_𝓓𝓮𝓻𝓮𝓴 𝓢.|

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❝「𝓢𝓸𝓵𝓸 𝓬𝓸𝓷𝓯𝓲𝓪 𝓮𝓷 𝓽𝓲..」❞

M

aiá Hart.

- Sentí punzadas en el cuello por un tiempo, pensé que desaparecerían, pero... Anoche se me entumecieron las piernas. - explica Anna, quien es la paciente. - Y esta mañana, mi espalda... Duele demasiado. - murmura a duras penas haciendo una mueca de dolor.

- Le pondremos una bomba de analgésico con morfina para controlar el dolor. - dice Shepherd, mientras anotó su indicación en el expediente.

- Gracias.

- Pero hay un mayor problema. - advierte el oji azul dirigiéndose a las piernas de la joven. - Estudie su resonancia magnética...

- Anna. - gritaron por la puerta de la habitación, de ahí entraron un señor y una señora con los mismos rasgos asiáticos que la chica, supuse que serían sus padres. - ¿Por qué no nos llamaste antes de venir? - reprocha el señor.

Arrugue la frente confundida ¿Qué se supone que tenía que hacer la chica? ¿Agonizar por el dolor?
La joven les ofreció una disculpa y los presentó como sus padres.
Sonreí de satisfacción al ver que no supuse mal.

Derek saluda algo incómodo, mientras que el señor lo ignora preguntando sobre la situación de su hija.

- Estaba explicando que la resonancia magnética arrojó que Anna padece ependimoma mixopapilar. Es un tumor en su canal espinal, pero la buena noticia es que podemos operar. - sonríe. - La recuperación es del 95% si la intervenimos cuanto antes.
No podemos esperar, con un tumor tan agresivo si espera otro día corre el riesgo de una parálisis permanente.

La joven miró a su padre temerosa, mientras pedía la confirmación de él, sin embargo, el señor no dio su aprobación, por más que Derek intentó que el señor entrara en razón, éste aún se negaba.
Derek pasó de largo la autoridad del padre y preguntó a la chica, siendo esta mayor de edad ella podía decidir que hacer, pero no se obtuvieron buenos resultados. La chica dijo algo sobre ser "Miao" y que su padre era su jefe.

Salimos los tres del cuarto algo confundidos por lo que acababa de suceder.

- ¿Miao? - pregunta el oji azul, mientras subimos las escaleras.- No se que significa pero llamen a servicios sociales a ver si pueden hablar con ellos.

- ¿Continuamos con su proceso de salida? - pregunté extrañada.

- Si, es una locura, pero háganlo.- asegura subiendo las escaleras.
Iba tan rápido que a Meredith y a mí nos costaba seguirle el paso.

¡Demonios Shepherd! ¿Cuál es la prisa?

- Me recuerda a un caso de una mujer en Nueva York.- empieza a contar pero Meredith lo interrumpió poniéndose enfrente de él deteniendo el paso de todos.