◽ADVERTENCIA: ESTAS LEYENDO LA SEGUNDA TEMPORADA DE MCDREAMY.◽
Historia inspirada en las temporadas de Grey's Anatomy.
~°°°~
❝𝘘𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘦𝘳, 𝘴𝘪 𝘦𝘭 𝘮𝘢ñ𝘢𝘯𝘢 𝘯𝘰 𝘦𝘴𝘵á 𝘨𝘢𝘳𝘢𝘯𝘵𝘪𝘻𝘢𝘥𝘰. S𝘪 𝘱𝘶𝘥𝘪...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Maiá Hart.
Caminaba por los pasillos del hospital con mal humor. Odiaba los días en donde me tocaba estar de guardia, las camas de descanso eran un infierno, nadie podría dormir ahí o hacer otra cosa ahí, son incómodas a morir.
Mis párpados pesaban y la intención de cerrar los ojos era tentadora, pero si no quería problemas con mi residente y con los titulares, era mejor que me arreglara ya.
Camine en los pasillos, con un solo objetivo, llegar a los vestidores. Al llegar, Cristina e Izzie, se encontraban en la puerta de mi casillero, al verme sonrieron más de lo normal, y era raro ver a Cristina con una sonrisa, tanto así que hasta daba miedo.
- ¿Necesitan algo? - pregunté insegura.
- Cristina robo un caso. -- hablo Izzie.
La pelinegra la miró ofendida soltandole un codazo. -- Bien. Robamos un caso. -- corrigió sobando su brazo.
Pero aún así no entendía a dónde querían llegar. -- Es para levantar el humor de Meredith y aún hay espacio ¿Entrás?
Sonreí divertida, era dulce lo que querían hacer y aunque la idea de estar en un caso con ellas era tentadora, mi respuesta fue otra. -- No. -- me miraron confundidas. -- Agradezco que me considerarán, pero apenas y puedo estar a lado de Meredith, no me habla, ni siquiera quiere respirar a lado de mí. Así que no quiero trabajar incómoda.
- ¿Y la culpas? - cuestionó Cristina incrédula.- Sabías qué Derek no la iba escoger y aún hablas con él enemigo.
Mire a Cristina sorprendida por lo que había dicho, no iba hacer esto de nuevo.- No voy a repetir esto.- apreté los labios.- Agradezco que me invitaran pero sigue siendo un no, suerte levantando el ánimo de Meredith.- sonreí con un asentimiento.- Ahora. Necesito cambiarme, permiso. -- pedí.
Ambas se apartaron del casillero y yo saque mi otro uniforme, el que estaba limpio y no olía a sudor, ni a cama.
En lo que me ponía el uniforme arriba de mi ropa, porque hacía algo de frío, Cristina e Izzie trataban de convencerme, realmente no sabía lo que estaban diciendo ya que decidí ignorarlas.
Acomode mi bata y mi estetoscopio, salí de los vestidores con ambas chicas siguiendome por detrás.
- No vas aceptar ¿Cierto? - preguntó Izzie desilusionada.
- No Izzie, lo siento. -- sonreí apenada.
Dejaron de insistir y agradecí por eso, sus voces dejaron de resonar en mi cabeza y las tres nos dirigimos a donde estaba George sentado en el mostrador de recepción.
