◽ADVERTENCIA: ESTAS LEYENDO LA SEGUNDA TEMPORADA DE MCDREAMY.◽
Historia inspirada en las temporadas de Grey's Anatomy.
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❝𝘘𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘦𝘳, 𝘴𝘪 𝘦𝘭 𝘮𝘢ñ𝘢𝘯𝘢 𝘯𝘰 𝘦𝘴𝘵á 𝘨𝘢𝘳𝘢𝘯𝘵𝘪𝘻𝘢𝘥𝘰. S𝘪 𝘱𝘶𝘥𝘪...
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Maiá soltaba incoherencias cada vez que abría la boca. Incoherencias sobre aquel doctor que acababa de darle la vuelta a sus sentimientos, que acaba de darle vuelta a su cabeza.
Cuando huyó del elevador, no vio su rostro, no alcanzó a verlo y no es que se fuera a detener para verlo, pero si debía apostar por la expresión en el rostro de Derek cuando la vio huir, sería de decepción, de frustración y no estaba nada perdida.
— Él estaba ahí.— exclamó Maiá frustrada.— Luciendo apuesto y encantador, como si me estuviera ofreciendo una vida encantada a su lado.— Maiá agarró la botella de vodka y le dio un largo, largo trago. Alex la miró sorprendido, jamás había visto a Maiá perder la cordura.— Parecía sacado de una película. Diciéndome cosas perfectas. Él dijo "Eres la mujer con la que quiero despertar" — hipo.— Quiere estar conmigo el resto de su vida.— rio, como si le hubieran contado un chiste muy gracioso.— Él no quiere estar conmigo.
— ¿En serio, Maiá? — Alex la miró con una sonrisa divertida, mientras le levantaba la botella de vodka.— ¿Él no quiere estar contigo?
— No.— sacudió la cabeza como si fueran obvias las razones.— Me muevo mucho en las noches, me gusta tener una cama para mi sola, porque así puedo girar a donde quiera. No tomó a menos que esté estresada. Y lo más importante.
— ¿Qué?
— Hablo dormida.— apuntó, su dedo quedó cerca de la nariz de Alex. Maiá empezó a mover su dedo de un lado para otro, sonreía divertida, pero hizo un puchero cuando Alex apartó su dedo.— Empiezo a murmurar procedimientos quirúrgicos, como el procedimiento de una craneotomía, el de una apendicectomía.
— ¿En serio? — rio.
— ¡Te digo que sí! — exclamó exasperada.— Si él supiera todo eso, no diría lo mismo.
— Maiá, son sólo cosas pequeñas, Derek te ama.
— Tú no lo sabes.—difirió haciendo la cabeza de lado.— No eres Derek cabello perfecto Shepherd.
— No, pero...— Alex hizo una pausa dramática que desespero a Maiá, quien cogió un cojín y se lo lanzó al rostro.— Maiá, desde hace mucho Derek te mira con ojos de amor. Hasta un ciego se daría cuenta por la forma en la que se hablan.
— Tienes bonitas pestañas.— Maiá lo miró con una sonrisa boba.
— Mujer, concéntrate, estamos hablando de tu vida amorosa.— Pero, por más de los esfuerzos de Alex, Maiá no le prestaba atención, se distraía con cualquier cosa.— Mejor hablamos cuando estés sobria.
