◽ADVERTENCIA: ESTAS LEYENDO LA SEGUNDA TEMPORADA DE MCDREAMY.◽
Historia inspirada en las temporadas de Grey's Anatomy.
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❝𝘘𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘦𝘳, 𝘴𝘪 𝘦𝘭 𝘮𝘢ñ𝘢𝘯𝘢 𝘯𝘰 𝘦𝘴𝘵á 𝘨𝘢𝘳𝘢𝘯𝘵𝘪𝘻𝘢𝘥𝘰. S𝘪 𝘱𝘶𝘥𝘪...
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─── ∙ ~DEREK~ ∙ ───
- Cinco letras, sinónimo de pináculo.- comente, mirando el crucigrama del periodico.
- Oh, oh, la sé no me digas.- exclamó emocionada. Gire mi cabeza para verla y reí con gracia al instante, tenía los ojos cerrados y apretaba sus labios.
- Es...
- ¡Qué no me digas! - chillo molesta. Sonreí y negué con la cabeza. - ¡CENIT! - grito contenta.
- ¡Correcto! - reí anotando la palabra en el crucigrama.- Así que esto es lo que hacemos. Resolvemosg crucigramas, no hay sexo ¿Cuando le dirás a Izzie que te enseñe a tejer?
- No seas impaciente.- rió arrojando un arito de cereal a mi cara.- Hay cosas mejores que el sexo en una relación, como el aprender a conocernos. Vamos, dime ¿Tienes algún talento secreto que no me hayas dicho?
- ¿Aparte de ser el mejor neurocirujano? Pero eso no es un secreto.- bromeé. Maia rodó los ojos con una sonrisa. Lo pensé unos segundos hasta que recordé algo que hacía de niño.- Si te lo digo ¿Después habrá sexo? - sonreí de forma pícara.
- Depende de tu talento.- jugueteo.
- De niño aprendí a hacer malabares
- ¿De verdad? - me miró con el ceño fruncido.- Quiero ver.
- De acuerdo.- tome su manzana de su buró y su otra manzana que guarda para las noches cuando le da hambre, tome mi manzana y las acomode.- Ahora mira.- empecé a pasarlas una por una sin dejar de prestarles atención.
- Pero... ¿Cómo haces eso?- preguntó sorprendida, me gustaría ver su cara ahora mismo.
- Es fácil, solo no debes dejar de verlas y las pasas de forma rápida.- explique.
- Wow, super fácil.- exclamó con sarcasmo.
Reí. Atrapé las manzanas y las deje en donde estaban, me volví a sentar en la cama, quedando enfrente de Maiá.
- Es tu turno.
- ¿Mi turno?
- Si, ya sabes ¿Algún talento que tengas?
- Bueno, sé patinar sobre hielo o sabía, no lo sé, hace mucho que ya no patino.- explicó.- Mi mamá me metió a clases de patinaje artístico sobre hielo cuando tenía quince años, para mantenerme ocupada y no pensar en mi papá, ya sabes.- sonrió algo forzada, pero comprendía, a Maiá aún se le dificulta hablar de sus padres y no me sorprende, después de todo lo que pasó.- Era buena.- alzó una ceja y sonrió orgullosa.
- ¿En serio? - la miré sorprendido, no me esperaba eso.- ¿Y luego? ¿Qué sucedió?
- La pista cerró y el profesor que me daba clases se fue.- comentó desanimada.
