3. Deja Que Los Ángeles Se Suiciden

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── ∙ ~MAIÁ~ ∙ ───

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── ∙ ~MAIÁ~ ∙ ───

El pecho de Derek era mejor que un colchón, excepto por la parte blanda, pero de ahí en fuera, es perfecto. Es a la medida, es acogedor, su perfume es embriagador y la mejor parte, el latido de su corazón ¡Dios, como amo ese sonido! No se cual sea mi fascinación por escuchar los latidos de Derek, he escuchado miles de corazones, pero por alguna razón me encantan los suyos, es como una melodía armoniosa, sublime.

- ¿Te estás durmiendo? - la voz de Derek resonó más fuerte de lo normal. Elevé un poco mi cabeza para poder verlo.

- No.- mentí con una sonrisa inocente. El pecho de Derek se sacudió ligeramente, escuché su suave risa.- Es que odio la parte en donde ponen a dormir al perro.

- Sabes que eso no es real ¿No?- pregunto con burla.

- Tuviste un perro al cual durmieron porque tenía cáncer ¿La película no te recuerda a él?- me levanté de su pecho y me acurruqué en su hombro, Derek me rodeó con su brazo.

Su mirada se perdió unos segundos y luego regresó su vista a mi.- Si, es cierto. Pero era más perro de Meredith que mío, lo cuide por algunas semanas, no me encariñe mucho.

- ¿Te gustan las mascotas?

- Si - asintió.- Me gustan las que no hacen ruido, no dependen de mí y que no son inquietas.

- ¿Y si adoptamos un gato?

- No le caigo bien a los gatos.

- ¿Por qué lo dices?- lo miré divertida, mientras reía.

- Cuando era niño, mis hermanas le daban de comer a un gato callejero, empezó a venir más seguido, hasta que decidieron meterlo a la casa. El gato destrozó mi uniforme de la escuela, mis posters, mi ropa, todo, destruyó todo y dejó sorpresas debajo de mi almohada, pero estoy seguro de que esas fueron mis hermanas.- apreté los labios tratando de contener la carcajada, sin embargo, la cara de enojo de Derek no era de mucha ayuda, no la aguante más y reí un tanto fuerte.- Si claro, ríete lo que quieras, pero ese gato me odiaba en serio.

- Lo siento, lo siento.- en realidad no lo hacía. Calme mi risa de apoco, toque mi estomago el cual empezaba a doler.- ¿Te das cuenta que eso pasó hace mucho? A parte solo fue un gato, no todos los gatos son iguales.

- Claro que sí.- difirió.- Comen, maúllan, te encantan y después te apuñalan por la espalda.

Rodé los ojos riendo. Me levanté de su hombro y me acerque a su rostro dispuesta a besar esos hermosos labios rosados.

- Eres muy dramático, cariño.- murmuré sobre sus labios. Sonrió, tomó mis mejillas y unió nuestros labios en un beso que empezó tranquilo, pero conforme nos movíamos, el beso subía de tono, de repente mi cuerpo comenzó a sentir calor y la ropa empezaba a estorbar. Quito mi blusa de pijama, quedando descubierta. Beso mi cuello y fue bajando, dejando un camino de besos por mi pecho. Se despego de mi para poder quitar su playera y quedar con su dorso desnudo. Sonreí de forma pícara, Derek río y nos volvió a unir. Mi cuerpo sentía adrenalina y placer, ambas sensaciones querían explotar de mi cuerpo, pero entonces, pasó esto:

2|𝓜𝓬𝓓𝓻𝓮𝓪𝓶𝔂_𝓓𝓮𝓻𝓮𝓴 𝓢.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora