◽ADVERTENCIA: ESTAS LEYENDO LA SEGUNDA TEMPORADA DE MCDREAMY.◽
Historia inspirada en las temporadas de Grey's Anatomy.
~°°°~
❝𝘘𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘦𝘳, 𝘴𝘪 𝘦𝘭 𝘮𝘢ñ𝘢𝘯𝘢 𝘯𝘰 𝘦𝘴𝘵á 𝘨𝘢𝘳𝘢𝘯𝘵𝘪𝘻𝘢𝘥𝘰. S𝘪 𝘱𝘶𝘥𝘪...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Maiá Hart.
Los seres humanos necesitamos muchas cosas para sentirnos vivos. Algunas de ellas podrían ser la familia, el amor, incluso el sexo. Pero en realidad sólo necesitamos una cosa. Necesitamos estar vivos, necesitamos un corazón que lata y cuando se ve amenazado, respondemos de una de dos maneras: O corremos, o atacamos.
Hay un término científico para eso: lucha o huida. Es como un instinto, no podemos controlarlo. ¿O sí?
— Gracias por quedarse.— Izzie presionaba constantemente la bomba que prácticamente mantiene con vida a Denny.
— Deja de agradecer.— Pedí leyendo en el monitor la actividad del corazón de Denny.— De verdad deja de hacerlo o harás que me arrepienta.
No sé en qué pensaba cuando decidí quedarme y ayudarla. No sé en qué pensaba George cuando me hizo segunda. Este será el fin de nuestras carreras. Tal vez terminaré siendo camarera en el bar de Joe, el sueldo no es muy bueno, pero, dejan buenas propinas o al menos eso escuche.
Aunque, ni George ni yo cortamos el cable, a lo mejor el jefe se apiada de nosotros y lo único que hace es suspendernos por algunos días. Pero, por el otro lado, fuimos cómplices, cómplices de un homicidio… ¡Un homicidio!
No se que es peor, si el hecho de que Derek Shepherd escuchara mi conversación con George o que tenga cargos por homicidio. Si… la segunda suena peor.
Este día no parecía terminar. Addison había gritado mi nombre frente a todos mientras discutía con Derek. Mi paciente murió por falla de organismos. Desperté con una resaca horrible. Derek había escuchado que lo amaba… ¿De verdad lo amaba? Otro de mis pacientes fue un tremendo idiota. Y ahora esto.
¿Es algún tipo de karma o algo por el estilo?
— El mensaje decía que era una emergencia.— interrumpió Meredith mis lamentos silenciosos.
— ¿La llamaron? — Izzie nos miró incrédula.
— Yo no fui.— apunte a George, quien me dio una sonrisa forzada.
— Yo la llamé. Necesitamos ayuda.—acepto.
— ¿Qué demonios ocurre? — George cerró la puerta, pero detrás de Meredith, Cristina también pasó.
