◽ADVERTENCIA: ESTAS LEYENDO LA SEGUNDA TEMPORADA DE MCDREAMY.◽
Historia inspirada en las temporadas de Grey's Anatomy.
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❝𝘘𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘦𝘳, 𝘴𝘪 𝘦𝘭 𝘮𝘢ñ𝘢𝘯𝘢 𝘯𝘰 𝘦𝘴𝘵á 𝘨𝘢𝘳𝘢𝘯𝘵𝘪𝘻𝘢𝘥𝘰. S𝘪 𝘱𝘶𝘥𝘪...
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Maiá Hart.
- Esta es la última caja.- aviso Derek bajando con la caja en sus manos.
- Gracias Shep.- sonreí en agradecimiento, mientras ponía cinta a la tapa de la caja.
- ¿Segura que quieres hacer esto? - interrogó.
- Si.- afirme quitando la atención de la caja y mis ojos se encontraron con los suyos, me miraban con serenidad. Sabía que no estaba bromeando, iba enserio la pregunta.- ¿Por qué lo preguntas?
- Es sólo que... ¿Un apartamento? No va ser tuyo, tienes que pagar renta y por lo menos aquí tendrías tu casa.- argumento persuasivo.
- No es mi casa.- contradije, volviendo mi atención a sellar la caja.- No puedo quedarme en un lugar donde no me siento segura, se que ya no está mi mamá, pero aún está ese cosquilleo, ese miedo que tenía de llegar a casa después de mi turno, no sabía lo que me podía esperar. Y saber que aquí mi mamá se intentó matar no lo hace mejor.
Derek suspiro pero no dijo nada, yo tampoco tenía algo que decir, por lo que el único ruido que se escuchaba era el de la cinta.
- Perdón.- murmuró.
Frunci el ceño confundida y voltee a verlo, pero él no lo hacía, sólo miraba al suelo con una mirada de arrepentimiento.
- Lamento que hayas tenido que pasar por todo eso sola.- sentí que todo a mi alrededor se pauso por unos segundos, mi cuerpo se tenso tras sus palabras. - Debí verlo...
- Derek no, no hagas esto.- reproche quitando la caja, tome sus manos entre las mías.- No fue tu culpa.- murmuré apretando sus manos, subió su mirada hasta topar con mis ojos, que lo miraban con ternura.- Yo no dije nada, quería salvar a mi mamá, intente salvarla de ella misma, no lo logre, creí que podría sola.
- ¡Las señales eran claras Maiá!- gruñó.- Los golpes, la vez en el elevador, todo vuelve a mí.- apretó las mandíbula y mis manos.
Jamás creí que Derek se sintiera culpable por lo que pasó con mi mamá, se que cuando ella me aventó el cuchillo de mantequilla sobrepasó los límites, pero nunca creí que tuviera un impacto en alguien.
- Oye.- llame con voz suave, mientras mis pulgares acariciaban sus manos.- Hay una caja en el armario de mi cuarto, esta pesada ¿Me ayudas a bajarla por favor?
Asintió y se alejo de mi a pasos grandes, lo seguí por atrás hasta llegar a mi habitación, nos acercamos a mi armario y le señalé donde estaba.
- Esta pesada, déjame ayudarte. - me ofrecí, caminando rápidamente hasta él.
