Capítulo 2

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NARRADOR POV.

Eran las cuatro de la tarde, la hora de la comida había pasado ya hace mucho, y el joven Arlet aún tenía que dar dos vueltas más para terminar su castigo. Se sentía desfallecer, que sus piernas se movían por puro instinto de supervivencia y no por orden suya. "Tengo que hacerlo por ella" pensó infantilmente, era obvio que la chica de semblante serio ya no se encontraba allí, pero aún así sentía que debía completar el castigo por ella. Al llegar al tan preciado número de sesenta vueltas, el rubio se quedó de pie unos instantes contemplando el cielo despejado y el sol demasiado abrasador para una tarde de octubre. Poco después cayó de espaldas para quedarse boca arriba y respirando con dificultad.

-No me puedo creer que lo hayas conseguido Armin- escuchó una voz familiar, estaba tan cansado que no se percató de que sus mejores amigos Eren y Mikasa se habían acercado a ver como estaba el de menos estatura.

-¿Tan poca fe...Tenías en tu amigo?- dijo el chico con dificultad para hablar mientras le dirigía una sonrisa burlona a su "hermano" de ojos verdosos.

-Para nada, estaba totalmente convencido en que lo conseguirías- le contó con una sonrisa de oreja a oreja mientras le ofrecía su mano para que se levantase.

-Eso es mentira, apostó con Jean a que perderías en la vuelta número 15, si el ganaba, Jean le tendría que limpiar el cuarto durante dos semanas- la voz monótona de Mikasa que se escuchó casi en el oído del castaño hizo que se le helara la sangre.

Armin, al ver la cara de terror de su amigo no pudo más que reírse, mientras que aceptaba la mano de este- Menudo estas hecho Eren, anda que venderme por dos semanas de limpieza, valgo mucho más- le dijo entre risas. La verdad es que el rubio no estaba molesto por la apuesta de Eren, ya que lo conocía bien y sabia que solía hacer eso a menudo- Al menos decidme que le toca a hacer a Eren por haber perdido la apuesta- preguntó con curiosidad. En ese momento el oji-verde tragó saliva al recordar lo que le debía de hacer para no perder su orgullo.

-Bueno... Pues digamos que... Tengo que...- el mediano daba vueltas al asunto hasta llegar a desesperar a la azabache.

-Jean le retó a que le robara la comida a Sasha enfrente de sus narices y salir corriendo. Y que fuera un Martes, ya que esos días ella termina famélica por tener que correr tantos kilómetros- dijo de manera neutral.

-¿Estás loco? ¿Cómo se te ocurre aceptar tal idiotez? La última vez que alguien tocó el plato de Sasha no pudo tocar el equipo de maniobras durante una semana del dolor que tenia en la mano por el mordisco que le pegó la muy cafre- Armin estaba incrédulo, pero en su interior le divertía imaginarse a su amigo huir despavorido mientras la castaña le perseguía. Sabía que no estaba bien divertirse de esa manera, pero lo tomo como venganza por la poca confianza que su amigo depositó en él.

-Lo sé... pero, eran sesenta vueltas, no me podía imaginar que pudieses con todas- intentó excusarse- Te lo pido por favor Armin- el castaño se arrodilló ante su amigo y le cogió de la mano- Di a todos que te rendiste en la vuelta catorce, nadie lo sabrá más que nosotros, te lo suplico, Sasha me da miedo- Armin notaba la verdad en los ojos desesperados de su amigo- Hazlo por tu amigo Eren, por todos esos años en los que te protegí de los abusones del barrio.

-En realidad era yo quien os protegía a los dos de ellos, tu solo gritabas Tatakae, Tatakae, como un condenado y luego nos tocaba a Hannes y a mí sacaros del apuro. ¿O te tengo que recordar quien se encargaba de limpiarte las heridas cuando Tía Carla no estaba en casa?- le reprochó la chica con rasgos asiáticos por la espalda.

Eren solo pudo agachar la cabeza y quejarse susurrando para si mismo algo como "Los abusones solo huían de ti porque das yuyu". Armin pudo escuchar el puchero de su amigo lo que le generó una risa nerviosa. Estaba a punto de aceptar el trato de decir que solo aguantó hasta la vuelta 14 cuando escucho a alguien desde lo dejos acercarse.

Buena persona (Armin X Annie) (Aruannie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora