NARRA ANNIE.
Acabo de despedirme de Armin y me dirijo a mi habitación compartida con Mina. Abro lo más silencioso posible la puerta con tal de no despertarla porque ya es algo tarde y digamos que con la cara angelical que tiene esta chica, si la despiertas... Sinceramente antes me enfrento a todo un ejercito que a su malos humos después de levantarse. Veo luz dentro del cuarto lo que me sorprende.
-Pasa tranquila Annie, aún estoy despierta- me comenta mi compañera de habitación desde el otro lado de la puerta. Por lo que me relajo y abro sin sutileza la puerta para dejar ver dos camas individuales, una al lado de la otra, cada una pegada a dos de las paredes paralelas del habitáculo-¡Madre mía! ¡Pero si vienes empapada! Ven corre, te traeré una toalla- exclama mientras se levanta de su cama donde estaba escribiendo algo y corre al cuarto de baño de ambas y coge dos toallas blancas bastante suaves.-Quítate la ropa, o pillarás una buena neumonía.- me ordena y yo obedezco.
La verdad es que no me molesta desvestirme a su lado, tenemos confianza de sobra (lo que es raro de por sí porque yo no confío en nadie que no sean Reiner y Bertholdt), además que ella me ha demostrado con ganas lo buen apoyo que puede llegar a ser, aunque sea una insufrible que no se calla ni ahogándola, es mi amiga. Me desnudo por completo y me pongo ropa interior seca y el pijama , mientras que Mina me arropa con una de las toallas, mientras que lleva la otra que he utilizado a la cesta de la ropa sucia. Al cabo de unos minutos llega con una taza de té caliente que ha preparado en la pequeña mesa que tenemos para dejar ahí cualquier cosa en caso de que queramos beber.
-¿Se puede saber de donde puñetas vienes?- me dice molesta mientras me ofrece la taza, y yo la cojo agradecida mientras me caliento las manos con esta.- ¿Acaso no ves la que está cayendo?
-Ya te digo, la mitad de la tormenta ha ido a parar a mi ropa- digo irónica con mala leche; tengo sueño frío y Mina no para de quejarse como si fuera mi madre "Al menos hace de madre" pienso triste, al recordar que nunca tuve ese sentimiento de protección maternal.
-Muy graciosa- dice resoplando- ¿Vas a decirme de donde venías?- y veo que se pone más seria de lo normal, "O se lo cuento o me veo que esta noche no duermo" reflexiono con pocas ganas.
-Estaba entrenando...- supongo que con esto bastará para que me deje acostarme tranquila.
-Sí... Entrenando con Armin ¿Verdad?- me dice con sonrisa pícara. "¿Pero es que esta chica no tiene mejores cosas que hacer que espiarme"?- No me mires con esa cara de: "Deja de espiarme enana" Que te conozco demasiado bien- "Joder y tanto, parece que me esté leyendo la mente"- No te estaba espiando para tu información.
-¿Y entonces cómo coño sabes que estaba con Armin?- le pregunto molesta.
-Ahhhhh, ¿Entonces admites haber estado con él?- me dice con malicia mientras sonríe como un demonio con el que acabo de hacer un pacto de que me voy a arrepentir.
-Pero si acabas de decir tú que sabías que yo he estado con él- le increpo desconcertada.
-Yo no he dicho eso... Solo tenía mis sospechas, y he dado en el clavo- dice con aire triunfante.
-Bueno ¿Y cómo se supone que has sacado esas sospechas si se puede saber?- Se me está acabando la paciencia y no respondo de mis actos.
-Oh, Annie, soy tu amiga y se cuándo estás en la hora de la cena o no- dice mientras se sienta con las piernas cruzadas en mi cama, mientras yo le doy sorbitos a mi té- Y aunque sigues en tus trece de comer sola, me doy cuenta cuándo no estás en el comedor. El hecho de que estuvieras entrenando explica porque no estabas cenando, pero lo que pasa es que Armin tampoco estaba en su sitio habitual- el hecho de que se fije en Armin me mosquea un poco, aunque no se porque- Y créeme que se nota cuando está y cuando no. Menuda han montado Jaeger y Kirschtein.
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Buena persona (Armin X Annie) (Aruannie)
Fanfiction-¿Que quieres Arlet? -N-Nada, solo quería decirte.... Que para mi eres una buena persona...Annie Leonheart- dijo el de ojos marinos con una sonrisa verdadera de amistad y bondad. Decidí hacer esta historia de Armin y Annie porque cada historia que v...