Capítulo 28.

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NARRADOR.

Pasaron cuatro años desde la Batalla de Trost, y durante ese tiempo las cosas cambiaron radicalmente. Se dio a conocer a la población que no eran los únicos humanos del mundo y lo que ocurría en verdad con Marley y el resto de las naciones de la que no tenían conocimiento alguno pues el Rey de las Murallas borró los recuerdos de los habitantes de Paradise con el poder del Titán Fundador, ahora en el interior de Eren Jaeger. Al principio el pánico cundió entre la población, pero gracias al firme mandato de la reina Historia Reiss, no hubo golpes de estado y consiguieron un objetivo común: hacer verle al mundo que aun existían y que no podrían con ellos.

Durante ese tiempo, la Legión de Reconocimiento se encargó de retomar el territorio de la Muralla María, y no solo eso, también acabó con todos los Titanes que quedaban en la isla, los cuales habían sido enviados por Marley para que asediaran Paradise. Un día, llegó la visita de alguien desconocido, y por increíble que sonase, de un posible aliado al que no temía a los Eldianos, los únicos seres humanos con la capacidad de transformarse, tanto en un Titán Puro y sin inteligencia, como en un Cambiante. A la costa de Paradise llegó un barco emisario de la nación de Hizuru, un país oriental, antiguo aliado de Paradise y del que se conoció la verdad de que la familia Ackerman tenía ascendencia Hizuru.

La embajadora Kiyomi Azumabito, representante de Hizuru y líder de la familia Azumabito explicó que Mikasa Ackerman provenía de esa familia, y por tanto, la última descendiente de la familia dentro de las Murallas. Azumabito se mostró más que dispuesta a ayudar al nuevo Imperio Eldiano (como se autoproclamaron para darse a conocer al mundo exterior), aunque pronto se dieron cuenta que no lo hacía por pura benevolencia, si no que buscaba una recompensa de lo más exquisita hablando económicamente al entender que Kiyomi quería apoderarse de las Piedras Explosivas de Hielos de la isla.

Tanto la reina como su consejo aceptaron la alianza, con tal de tener apoyo en caso de que tuvieran que enfrentarse a Marley, a quien se conocía que era la nación más poderosa en el ámbito militar pues contaba con cuatro Titanes Inteligentes y un ejército a sus órdenes, todo eso sin contar que muy posiblemente, las demás naciones sintieran odio o miedo hacía Eldia. Y luego fue cuando se enteraron de lo que podrían llegar a hacer. Juntando el poder del Titán Fundador de Jaeger, junto con uno de sangre real, serían capaces de que Eren hiciera empezar lo que en las escrituras se llamaba el "Retumbar".

Una habilidad que le permitía al usuario del Fundador romper todo endurecimiento del mundo y dejar libres a los miles de Titanes Colosales que dormitaban, dentro de las Murallas, esperando a ser reclamados por su amo. Pronto llegaron a la conclusión del que el "Retumbar" podría significar la protección de Paradise, haciéndole ver al resto del mundo, que no vacilarían si osaban atacarlos, y por el momento, no había nación que pudiese acabar con un ejército de Colosales. ¿El problema? Solo tenían dos opciones; capturar a Zeke Jaeger, hermanastro de Eren Jaeger, de sangre real por parte de madre, también conocido como el Titán Bestia. Sería difícil colaborar con Zeke, o convencerlo, amenazarlo o torturarlo para que, junto a su medio hermano, generasen un pequeño "Retumbar" que le diese al Imperio Eldiano, al menos cincuenta años más antes de que las naciones lo enfrentaran.

La otra opción era hacer que Historia devorase a Zeke y que heredara el Titán Bestia, pero supondría que solo tuviese trece años más de vida, por lo que tendría que conseguir toda la descendencia posible para legar el poder de un Titán de sangre real, para que, cuando se acabase el tiempo, sus hijos la devorasen, y eso era un precio que Eren Jaeger no estaba dispuesto a pagar. Aunque al parecer todo se solucionó (o eso creían) cuando Zeke Jaeger se comunicó con Paradise a través de Azumabito y una subordinada suya llamada Yelena, una infiltrada en la marina Marleyana.

Otra de las nuevas novedades, fue que al tener en su poder el Titán de Ataque, en manos de Eren, y el poder del Titán Colosal, en manos de Armin Arlet, consiguieron detener las oleadas de Marleyanos que se atrevían a entrar a la isla. No los mataban, o al menos no a los que se rendían cuando venían a decenas de soldados de la Legión esperándolos en la costa, armados hasta los dientes, y a dos Titanes de quince metros y a otro de sesenta a las espaldas. Gracias a un "intercomunicador" como los llamaba Yelena, pudieron secuestrar a varios Escuadrones de la armada, haciendo creerles que Marley pedía ayuda, para que después Armin se transformara en su retaguardia.

Buena persona (Armin X Annie) (Aruannie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora