NARRA ARMIN.
No puede ser, simplemente no puede ser. ¿Cómo han podido morir todos? Apenas recuerdo nada después de perder el conocimiento porque el aire no me llegaba a los pulmones y dejara de notar el dolor porque mis terminaciones nerviosas se habían calcinado. Eso fue cuando me enfrenté a Bertholdt, el cuál transformado en Titán Colosal iba a por Eren y los demás reclutas al otro lado de la Muralla María. Mi intención era ganar el mayor tiempo posible para que Eren saliese de su Titán y lo atacase por la espada con el equipo de maniobras, pero no me solté, seguí dejando que Bertholdt me calcinase poco a poco con el vapor que emanaba de su enorme cuerpo. No sé si no me solté a tiempo por ganar aún más tiempo, o para rendirme y dejarle todos mis sueños a Eren y a los demás. Solo sé que lo último que recuerdo antes de quedarme moribundo y quemado, es que me imaginé su rostro enjaulado por ese asqueroso cristal, salvo que en mi mente, ella sonreía. Al menos fue una buena visión antes de morir, O eso pensaba.
Cuándo volví a abrir los ojos, no había nadie a mí alrededor, estaba completamente solo, y de verdad creía que había muerto, y lo que vi me dejó asombrado y del todo impactado. El rostro del Titán Colosal me observaba de cerca, pero había algunas variaciones, media cara se mantenía normal, pero la otra mitad solo estaba el esqueleto. Le miré directamente a los ojos, y sentí una punzada en el pecho cuando vi que el Colosal, no, mejor dicho Bertholdt, lloraba sin ruido alguno. No entendía nada, ¿Cómo podía estar con Bertholdt en ese sitio tan siniestro y sin nadie alrededor? Lo primero que pensé es que él también había muerto y que con algo de suerte, los demás podrían haber utilizado el suero que guardaba el Capitán Levi para sacar a alguien del borde de la muerte y que ganase el poder del Titán Colosal.
Eso explicaría sus lamentos y las lágrimas que surcaban su enorme rostro, ¿Sería por qué no había conseguido completar la misión que le había impuesta el hombre que portaba ese Titán Bestia? Yo también habría sufrido si no hubiera salido adelante con esta misión, por no llegar al mar, por no conocer la verdad sobre este mundo... Por no estar ahí cuando Annie saliera de su propia prisión. Y luego lo pensé con más detenimiento, Bertholdt estaba enamorado de Annie aún después de haberse separado cada uno por su lado, aún después de que Annie no sintiera ninguna correspondencia hacía él, ¿Y sí lloraba por no conseguir otro objetivo, uno más personal, como el de salvar a Annie y llevársela a casa? Ahí fue cuándo me di cuenta de que Bertholdt Hoover siguió enamorado de Annie Leonhart hasta el último momento de su vida.
Al despertarme de verdad, Eren vino corriendo hacía mí y me abrazó. No entendía nada, ¿Había muerto o no? Estaba claro que no. El Capitán Levi y Hanji-san vinieron al enterarse de que había vuelto a recuperar la consciencia y me contaron todo lo que había ocurrido; cuando me quedé al borde de la muerte, Levi aceptó a inyectarme el suero y que devorase a Bertholdt, pero de repente, Floch Foster, uno de los Cadetes de mi Unidad de Instrucción llegó en el último momento con un moribundo Comandante Erwin, quien aún mantenía un hilo de vida. Al parecer el Comandante hizo de carnada junto con el resto de reclutas de la misión para que el Capitán tuviera una distracción para acabar con el Titán Bestia. Por desgracia el enemigo mató a pedradas a todo el mundo y escapó por muy poco de la ira de Levi.
Hubo una disputa por quien debía quedarse con el suero y el Titán Colosal, el Capitán obviamente decidió que la mejor opción para la Legión y la humanidad era Erwin Smith, yo no me habría elegido si hubiese tenido la oportunidad de hacerlo. Me iban a dejar morir con tal del salvarlo a él, y yo estaría contento de morir con tal de que la misión hubiese salido bien. Todo el mundo se separó para que Levi tuviera espacio para que Erwin se transformase y se comiese a Bertholdt, pero algo lo detuvo, y en cambio, me inyectó el suero a mí.
Le pedí a Mikasa que me contase lo que pasó después de que comenzara a transformarme, y por lo que pudo ver con la perplejidad que llevaba encima, que Bertholdt no pudo ni siquiera resistirse; Eren le había cercenado todas las extremidades para que no pudiese huir, por lo que solo gritó hasta quedarse sin voz, me dijo que sus últimas palabras fueron: "Annie, Reiner" Lo último que fue capaz de decir antes de que me lo comiese fueron los nombres de sus amigos, de su mejor amigo y de la chica a la que quería en secreto, y yo le arrebaté la oportunidad de vivir junto a ellos.
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Buena persona (Armin X Annie) (Aruannie)
Fanfiction-¿Que quieres Arlet? -N-Nada, solo quería decirte.... Que para mi eres una buena persona...Annie Leonheart- dijo el de ojos marinos con una sonrisa verdadera de amistad y bondad. Decidí hacer esta historia de Armin y Annie porque cada historia que v...