Buena persona (Armin X Annie) (Aruannie)

Capítulo 11.

NARRA ANNIE.

-Lo que pasa es que no pienso desaprovechar ni una vez más una oportunidad- Armin me sujeta las mejillas con ambas manos, se acerca aún más a mí, pensando que me va a besar, mi corazón se acelera, pero no termina de hacer contacto, se queda a pocos milímetros y me susurra- Me gustas... Me gustas muchísimo Annie Leonheardt...- Después me besa.

Se lo que iba a ser, pero aún así me pilla por sorpresa. Sus labios se juntan con los míos, y me impresionan lo cálidos que son. Su sabor es dulce, lo que me emociona aún más. "Por fin" No me puedo creer que sin darme cuenta deseaba tanto este momento, el poder sentirlo, el éxtasis de poder probarlo. Me gusta demasiado esto, mi cuerpo me pide más, más de todo. Le correspondo el beso y entrelazo mis brazos alrededor de su cuello.

-Ya era hora Arlet- le digo pícara y soy yo ahora quien lo besa, y lo beso con muchas ganas. Conforme un beso deja paso a otro, noto cómo me sube la temperatura de todo el cuerpo, y los besos suben de intensidad. "Déjate llevar Annie" Me ordeno porque esta sensación es increíble y quiero que no acabe nunca. En uno de los instantes en la que nos separamos para coger aire, yo observo sus labios, tan tiernos y jugosos y yo me muerdo el labio inferior pensando en una mala idea, pero que me dan ganas de probar.

Lo vuelvo a besar y esta vez le muerdo el labio inferior y estiro un poco. Al parecer le ha gustado porque baja sus manos que antes tenía en mi cintura y me aprieta las nalgas con fuerza. "Pues no ha sido tan mala idea después de todo" Pienso divertida. Quiero, necesito que la cosa vaya a más. Lo agarro con fuerza por el cuello y doy un pequeño salto, él entiende lo que quiero hacer y me sujeta por el trasero, a la vez que yo cruzo las piernas alrededor de su cintura y me apego más aún. Armin me sujeta con fuerza y con bastante facilidad. Camina un poco y hace que me choque con la pared, pero lo hace con mucha más suavidad que cuándo yo lo he estampado.

-Annie...- Comienza a decirme entre besos, le cuesta hablar sin soltar algún pequeño gemido, que delata que lo está pasando tan bien cómo yo.

-Cállate y bésame Arlet... O te juro que te mato- le amenazo. Ahora mismo solo quiero su boca, y puede que algo más. Ni de coña quiero que me fastidie el momento diciéndome que aquí nos pueden pillar.

-Solo quería decirte que eres preciosa- me dice, y veo cómo me sonríe, y me encanta como me lo dice, con picardía y felicidad a la vez. Yo le sonrío también. Y después deja de besarme. Por un momento pienso que es porque lo he incomodado por dejarme llevar tanto. Pero es todo al contrario. Comienza a darme pequeños y rápidos besos, desde la clavícula, subiendo poco a poco, hasta llegar al cuello, donde ya no son cortos, si no que se toma su tiempo por cada beso.

-Idiota- Le digo susurrando por haberme dicho ese piropo y después hacer eso que para nada es romántico. "Joder, pero cómo me gusta" Pienso placentera.

Armin deja de ser tan delicado, y empieza a absorberme el cuello con ganas, mordiéndome un poco. No puedo evitar soltar pequeños gritos, que después dejan paso a los gemidos. Nunca había sentido algo así, y me encanta que sea él quien me lo haga sentir por primera vez.- Armin...- Me estoy volviendo loca, ¿Por qué esos besos me hacen ponerme así? Dios mío, si esto ya me pone así ¿Cómo se sentirá lo próximo? "¿Por qué no lo comprobamos?" Pienso juguetona mientras enredo mis dedos en su pelo rubio y sedoso. Armin me lleva a brazo hacía una caja de madera bastante alta, y me deja sentada sobre ella, dejándome a su misma altura.

Él continua con mi cuello, lamiendo absorbiendo y de vez en cuando mordiendo un poco, lo que hace que me excite más. Después noto cómo baja las manos por mi torso y se queda en mi vientre, pero sospecho que lo que quiere es meter la mano por debajo de la sudadera.

-¿Puedo?- Me pregunta algo avergonzado, "Ay... Aún con el calentón es tan atento que me pregunta si me parece bien" Si es que es un trocito de sol... Le asiento sonriendo mientras le vuelvo a besar.