Buena persona (Armin X Annie) (Aruannie)

Capítulo 45.

NARRADOR.

-¿Quieres estarte quieta de una vez? Esto tiene que estar estable para funcionar.- Era la tercera vez que Hitch regañaba a Annie para que se mantuviese tranquila mientras le hacía una ecografía. Paradise se había modernizado hasta el punto de tener un nivel tecnológico equivalente a Hizuru, y la General Dreyse ya había conseguido su título de medicina después de muchos años de trabajo. Aunque su trabajo principal requería permanecer al lado de la reina, un pequeño rincón de su corazón le exigía más auto evolución, por lo que poco después de que los Embajadores se fueran, comenzó su carrera médica, y lo había acabado hacía unos meses, se prestó voluntaria para seguir el trayecto de los embarazos de Mikasa y Annie.

-¡Estate tú quieta cuándo te ponen eso tan frío en la tripa!- Cómo siempre la rubia estaba molesta, aunque apretar la mano de su novio, y futuro padre de su bebé la tranquilizaba hasta el punto de mantenerse estable. No le gustaban los aparatos tan modernos esos, y además, tampoco entendía nada, solo veía una neblina enorme con sonidos en una pantalla minúscula.

-Annie, no pasa nada, esto es rutinario. Vas a tener que dejar que te observe varias veces a lo largo del embarazo.- Le confesó de mala gana mientras comprobaba los latidos del feto.- El bebé tiene un corazón fuerte, habrá salido a la bruta de su madre.- Después se dirigió al rubio.- Y tú enano, eres el que más la conoce, los dos sabemos que no se va a estar quieta ni con una panza el doble de grande que ella, así que encárgate de que descanse el tiempo necesario ¿Entendido?

-A la orden General.- Bromeó divertido, en parte para tranquilizar a su querida Annie, y en parte para devolverle todas las burlas a Hitch, que se sabía de sobra que odiaba que la llamasen por su rango militar.- ¿Entonces está todo en orden?

-Sí, es fuerte y su tamaño es estable, no veo anomalías congénitas. A parte de eso.- En ese caso se puso sería, según el protocolo médico debía hacerlo, aunque fueran amigos cercanos.- Annie, estás en el cuarto mes, y el género del bebé ya es visible, ¿Queréis saberlo o preferís una sorpresa?.

Automáticamente ambos rubios se observaron fijamente, Annie alzó la vista ya que estaba tumbada en la camilla y Armin la bajó para mirarle a sus preciosos ojos celestes; se sonrieron. Habían hablado de eso durante bastante tiempo, y por unos días no se habían decidido, pero al final se pusieron de acuerdo. De hecho tuvieron una larga conversación sobre que nombre elegir en caso de cada género. Una noche en la que Annie no podía dormir debido a los nervios de la primera prueba, decidieron las posibles opciones.

-"No pienso ponerle Armin Junior a nuestro bebé"- Soltó Armin, entre enfadado y avergonzado, no creía digno su propio nombre para el posible hijo que tendría junto a ella.

-"En ese caso yo no le pondré Annie si es una niña"- Había utilizado la misma estrategia que él, y en cuanto a cabezonería, ella ganaba por goleada, respecto a los nombres no eran muy originales, y era un quebradero de cabeza elegir uno, sin siquiera saber si al bebé le quedaría bien.

-"Vale, son las cuatro de la madrugada, tengo sueño, tú estás nerviosa, y mañana tenemos trabajo. Lo hacemos al revés, si no se nos ocurre ningún nombre para nuestro propio género, tú eliges el del niño y yo el de la niña, si estamos de acuerdo elegiremos uno de los dos cuándo el bebé nazca."- No podía creer que tuviera posibilidad de razonamiento con el cansancio que tenía, pero al parecer había hecho efecto.

-"Me parece bien."- Estuvieron casi media hora en silencio, sin saber cuál de los nombres elegir. Annie barajó la posibilidad de ponerle "Cayde" en honor a su padre, pero la desechó rápidamente, amaba a su padre, pero no le daría ese placer y más con la infancia que le dio, además, Armin tampoco estaría de acuerdo. Después de mucho tiempo, se le ocurrió una idea, aunque con algo de recelo, se lo hizo saber a su amado.- "Se me ha ocurrido una opción..."- Él la miró con alegría, pues aún se debatía en el nombre de la niña.- "Espero que no te sienta mal, pero... Si tenemos un chico, me gustaría ponerle Berth, en honor a Bertholdt. Después de todo era mi, nuestro amigo, sí, pasó lo que pasó, pero por desgracia no me pude despedir de él. Y gracias a su muerte tú sigues a mi lado. Me gustaría devolverle el favor de esa forma..."- Temió la reacción del chico, como por ejemplo una mirada de decepción o asco por la mención de una de las personas que le quitó tanto, pero en vez de eso, sonrió.