Capítulo 38.

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NARRADOR.

Solo hizo falta un segundo para que Armin se lanzase a los brazos de su inseparable amiga. No supo nada de ella en los días que estuvieron descansando y buscando señales de vida en el Fuerte Salva. No se podía creer que estuviera allí a su lado. Desde el lugar donde Eren perdió la vida hasta Hizuru habían tres días en dirigible, ¿Cómo había llegado hasta allá incluso antes de ellos? En cinco días era imposible llegar andando. Pero ahora eso no importaba, estaban juntos y Mikasa estaba sana y salva, se quitó una preocupación del cuerpo al ver como lo abrazaba con ternura; hizo que recordase los antiguos y felices tiempos de reclutamiento.

-¿Có? ¿Cómo has llegado hasta aquí tú sola?- Habló en voz muy tenue, con el la nariz pegada a su cuello, parecía tan irreal que no quería separarse de ella por pensar que si lo hacía, desaparecería de inmediato, pero fue Mikasa quien se retiró del abrazo, y pudo comprobar que estaba allí y era muy real.

-Cuándo me despedí de ti para llevar a Eren hasta casa, comencé a caminar hacía el mar. Apenas me respondía el cuerpo pero mis piernas seguían caminando sin detenerse. Solo pensaba en que él descansara por fin. Creo que caminé durante un día entero. Al llegar, vi algo que fue prácticamente un milagro: al parecer Kiyomi llegó rápidamente a Hizuru gracias a sus aeroplanos de rescate y cuando aterrizó aquí mando a toda su flota buscar supervivientes. Uno de ellos me encontró y el piloto tenía órdenes de ir a donde yo quisiera. Fui a Paradise tan pronto como pude...

-Entonces...

-Sí, no te preocupes, ahora ya está en paz, nos estará protegiendo, ya lo verás. También hablé con Historia, ella y Hitch se aseguraron de que ningún Jaegerista me pusiese la mano encima. Ya ha dado a luz, tiene una niña preciosa. La ha llamado Ymir, es un nombre que le queda genial, cuando volvamos a casa ya la verás por ti mismo...- Sonrió con alegría, con ojos cristalinos, se alegraba enormemente por Historia y su pequeña, y dio gracias de que ambas estuvieran bien.

-Eso ni lo dudes, tendremos que hacerles un regalo a las dos. Pero debemos hablar de muchas cosas antes de volver a casa. Tienes derecho a quedarte, ¿Nos ayudarás?- No quería generarle más problemas y lo que más deseaba era que descansase de una vez por todas, pero toda ayuda era más que bien recibida, sobre todo con lo que tenían por delante.

-Ayudaré en todo lo que pueda, ¿Me ponéis al día de lo que ha pasado?- Preguntó sonriendo, y al alzar la vista, pudo ver a todos los demás integrantes de la estancia, al primero que observó después de Armin fue su otro gran amigo.- Jean...

-Hola Mikasa...- Le sonrió, aunque más bien parecía una mirada triste, "No le mires con lástima, es una mujer fuerte, y se merece mucho más que una mirada lastimera." Se ordenaba, aunque le costó cumplir su propia orden.- Me alegro de que estés bien.

-Ven aquí cara de caballo.- Esa fue la primera vez que le llamó por ese apodo burlesco, pero al nombrado no le molestó, si no que lo tomó como un mote cariñoso. La chica lo abrazó sin esperar respuesta alguna, y el contacto activo algo dentro de ambos, una especie de sentimiento reconfortante, es decir, sintieron como los dos se apoyaban, sin necesidad de palabras.- Te he echado de menos Jean.

-Mika... Yo... Siento muchísimo lo de Eren, quiero...

-No. Ya hablaremos de esto después a solas. Voy a necesitarte, a ti y a Armin, pero ahora necesito mantenerme centrada ¿Vale?- Asintió algo más tranquilo al ver lo serena que se encontraba.

Después de cortar el abrazo, la azabache se dirigió a reencontrarse con el resto de sus compañeros. Connie saltó en su busca y ella le acarició el pelo y le besó la frente mientras el pobre chaval se retiraba unas sutiles lágrimas de los ojos. Luego se dirigió hacía Leonhart, y pasó algo que nadie en su sano juicio pensaría que podría llegar a pasar: se abrazaron, fue Mikasa quien comenzó, pero Annie correspondió de la misma forma. "Gracias por cuidar de él" Susurró en voz apagada para que solo fuese la rubia quien lo escuchase. Ambas sonrieron y Armin suspiró al ver que las dos chicas que más amaba de formas muy diferentes comenzaban a sembrar un posible camino de amistad. Al final, incluso tuvo un saludo amistoso y cordial con Pieck, quien siempre se mantenía reticente con los de la Legión.

Buena persona (Armin X Annie) (Aruannie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora