Buena persona (Armin X Annie) (Aruannie)

Capítulo 39.

NARRADOR.

Desembarcaron y lo primero que encontraron fue a una Paradise bastante cambiada. No podían decir que no estaban acostumbrados sabiendo dónde habían vivido toda su vida, pero eso era más que diferente. Debido a que la isla fue el único sitio que permaneció relativamente intacto al ataque del Retumbar, no se quedó de brazos cruzados y comenzó a moverse. ¿Misioneros de ayuda dispuestos a repartir todo lo que tenían con los más necesitados? Armin personalmente se sentía insultado por qué sus compatriotas fueran tan mentirosos. Desde el puerto hasta donde alcanzaba la vista habían soldados, caballos, vagones repletos de armas y munición. ¿Cómo era posible que se hubieran preparado tanto en un solo mes? No tuvieron mucho tiempo para contemplar el paisaje antes de que comenzasen los problemas.

-¡Quietos, todos! ¡Quien mueva un dedo le vuelvo la cabeza!- Poco después de poner un pie en tierra firme, un pelotón de soldados los apuntaron con armas. Era casi lamentable intentar imponer e intimidar a un grupo de héroes experimentados y curtidos en el campo de batalla. Contra todo pronóstico de los armados, los apuntados mantuvieron la calma e hicieron caso a las órdenes.

-Por supuesto, no hace falta que haya tensión. Decidnos lo que debemos hacer y estaremos encantados de obedecer.- Los que ya lo conocían entendieron al momento que el Comandante ya comenzaba a tramar algo, y más viéndolo hablar con un tono tranquilo y pasivo, en caso de que hiciera eso, era debido a que ya iba dos pasos por delante de cualquier otro.

-¡Identificaos! ¡No se permite la entrada de ningún extranjero a la isla sin aprobación de la reina Historia o su Consejo Militar!- El pobre chaval que lideraba el pelotón estaba más nervioso que los que deberían estarlo.

-Faltaría más. Mi nombre es Armin Arlet, decimo cuarto Comandante de la Legión de Reconocimiento. Estos son mis compañeros de Escuadrón, y ellos son antiguos Guerreros de Marley que se aliaron con nosotros para acabar con Eren Jaeger.- Dijo totalmente la verdad, y lo seguiría diciendo hasta el momento idóneo en el que se lo jugaría todo a una sola mentira, solo esperaba tener la misma suerte que Erwin para apostar a un todo o nada.

-¿Comandante? Estás mintiendo, Hanji Zoe es la Comandante de la Legión.

-Hanji-san falleció luchando de manera excepcional contra los Titanes Colosales, me enorgullece decir que una vez fui su pupilo, y que ahora soy su sucesor en el cargo.- ¿Cuántas veces tendría que volver a decir en alto que la mujer que más admiraba había muerto? Cada vez que lo mencionaba era como su muriese de nuevo, delante de sus ojos, sin poder hacer nada para remediarlo.- Me dejó a cargo de la Legión y todo lo que eso conlleva.- "Ahora es cuándo empieza mi apuesta."- Como tal, tengo el derecho y deber de presentarme ante la reina Historia, formo parte de los altos cargos militares, y por tanto, pertenezco al Consejo Militar de su majestad.

-La reina formó un nuevo Consejo, y tú no formas parte de él.- Aclaraba esta vez otro soldado, algo más mayor, y que al parecer contaba con una calma que podía llegar a relajar la situación.- Ahora que lo dices me suenas, eras el aprendiz de Hanji-san ¿No es así? El rubio estratega ese que se quedó con el poder del Colosal

-Y lo seguiré siendo aunque ahora ella aún no esté.- Confirmó creciéndose, hablando con orgullo, y sintiendo esa misma emoción por todo su cuerpo.

-¿Capitán Levi? ¿Es usted?- El mismo hombre habló alarmado, ver al "Soldado más fuerte de la humanidad" de esa forma tan "apagada" era casi impactante, los que solo lo conocían por historia o de pasada, era difícil reconocerlo.

-Tsk...no me mires así imbécil, ni que diese lástima. Lo diré una vez: me da igual lo que hayan dicho esos capullos sin valor que se hacen llamar el "Consejo de la Reina", pero, o dejáis pasar a mis chavales, o de aquí no sale nadie con vida, y se han perdido demasiadas vidas.- Incluso en silla de ruedas, imponía respeto, y los que debían llevar el mandato en la conversación se sentían confusos y debatían sobre lo que hacer.