Capítulo 33.

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NARRADOR.

-Hola, Armin.- La voz de Annie sonaba melodiosa, casi apagada, seguramente por el cansancio físico, no había realizado ningún ejercicio durante mucho tiempo, pero tenía todas las articulaciones frías y duras, le costaba incluso hasta respirar.

Durante su letargo en ese cristal oscuro y eclipsado por la soledad, solo podía pensar en la necesidad de poder moverse. Sentía cada parte de su cuerpo, pero era incapaz de moverlo por la presión del cristal endurecido. No sentía viento o aire, pero si podía respirar, aunque a duras penas. No podía abrir los ojos, pero si escuchaba las cosas o las personas que la rodeaban, como si fuera un sonido lejano, ahuecado por la distancia. Aún no sabía como no se había vuelto loca; estar cuatro años encerrada en un cúmulo helado sin poder moverte, sin decir palabra alguna, era asfixiante, desesperante. Cualquier persona se habría vuelto loca, desear morir para acabar con ese sufrimiento, pero Annie tuvo una salvación, dos en realidad: Hitch y Armin, que iban de continuo a hablarle para que no se sintiese sola.

Por lo que podía escuchar de vez en cuando, decían que no sabían si estaba viva o muerta, si los podía escuchar o podía respirar ahí adentro, pero aún así iban. Armin se escapaba de sus obligaciones para bajar a la mazmorra y estar con ella aunque fuera una hora. Hitch por otra parte la visitaba un poco más, ya que era la encargada de su cuidado, le hablaba de muchas cosas, sobre todo le contaba las burlas que le hacía al chico sobre que seguía enamorado de ella. Fueron dos apoyos que la mantuvieron estable mentalmente, aun así, los días en los que ellos no aparecían, eran días oscuros, en los que sus remordimientos la consumían, e imágenes como las de Marco o las del Escuadrón de Levi aparecían en su mente, para que después apareciese Armin acusándola de asesina y que le decía que le repugnaba recordar que alguna vez le dijo que la quería.

Pero esa pesadilla ya había pasado, al menos por ahora, consiguió salir, y era lo que importaba, ya podía ver con sus propios ojos de nuevo, y no tenía que imaginarse en su mente todo lo que el chico que tenía enfrente le describía día tras día. En ese momento no tenía que enfrentarse a la soledad, si no a algo mucho peor: tenía que mirar a los ojos a Armin. Por una parte se sentía más que viva de tenerlo enfrente y verlo al fin, cosa que deseaba desde hacía mucho tiempo, pero por otra parte mucho más oscura y arrepentida, deseaba no tener que hablar con él, sobre todo por lo que pasó antes de su encierro, a todas las personas que mató y el rencor que el chico tendría hacía ella.

-M-Me alegro de verte de nuevo, Annie...- El chico estaba nervioso a más no poder, se sentía como una de las primeras veces que habló con ella en aquel lejano campamento, solo que las circunstancias habían cambiado demasiado: ahora ella era su prisionera, y él que debería hacerse cargo de interrogarla y averiguar todo lo que sabía.

-¿Qué haces aquí?- Seguía desconcertada por verlo ahí de pie, al lado de la puerta, y a muy poca distancia de ella. Su presencia la ponía nerviosa, y su sonrisa le desbarataba la mente, apenas era capaz de pensar con claridad. ¿Quizá por miedo? ¿Atracción tal vez? No, debía apartarse de él todo lo posible, por su propio bien y el de ella misma.

-Yo soy el lugar teniente de Hanji-san. Han pasado muchas cosas desde que te dormiste, ahora resulta que soy el segundo al mando de la Legión. No te preocupes, nadie te hará daño mientras yo esté, ni siquiera permitiré que el Capitán Levi se te acerque.

-Yo no necesito tu protección Arlet. Además, si te niegas a hacer lo que te ordenen, te consideraran un traidor a la Legión.- Parecía cabreada por la muestra de amabilidad del chico. "Después de lo que he hecho y aún es capaz de sonreírme y tratarme como a una persona"

-Me arriesgaré... Y tú no estás en condiciones para defenderte.- Su voz cambió, se había vuelto mucho más seguro de sí mismo, y comprendió que debía hablar con autoridad para que la gente lo tomase enserio, y si era necesario, se volvería autoritario y firme incluso con ella, si de esa forma la podía proteger.

Buena persona (Armin X Annie) (Aruannie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora