📖⚡El Quirk Mamodo⚡📖

XXVIII- Felicidad y Tristeza.

Luego de que ganara la carrera de rescate, volvió a donde estaba su hermano dormido con el libro en mano. Lo movió un poco para que se despierte pero este simplemente se había acomodado en el suelo para dormir; si así iban a ser las cosas, buscaría la solución más fea.

Corrió hasta su vicepresidenta y le pidió si podía generar un vaso grande con agua. Al principio Yaoyorozu no entendió del porqué pero luego de ver que la chica no lo iba a tomar, se cubrió un poco la boca, aguantandose la risa. Con una gran sonrisa de oreja a oreja como la de un titán de una serie que ve, lentamente fue derramando el líquido, haciendo que Kiyo despertara de golpe soltando un fuerte grito.
El vaso se vació, ella lo dejó en el suelo y pronto comenzó a correr siendo perseguida por un empapado/mojado Kiyo, quien le pide que se detenga, que no le hará nada malo.

Ay divina juventud...

Bueno, la escapada de Eva duró muy poco, pues había chocado con alguien y este la sostuvo para que no caiga. Levantó la mirada encontrándose con los ojos bicolores de su compañero Shoto, quien la observa fijamente a los ojos amarillentos que tiene.

-¿Estas bien?...-le mira tranquilamente-

-Am... sí, sí estoy bien -sonríe un poco y se endereza- Grac...

No pudo seguir agradeciendo, ya que sintió algo o más bien, alguien, apegarse a su pierna como un gusano al árbol. Lentamente fue bajando su vista, encontrándose con el racimo de uvas pegado a su pierna mientras que este suelta jadeos demasiado subido de tono.

- Ahhh~ la pierna de Eva-chan, son perfectas, de buen tamaño y textura, suavidad perfecta -jadea sonrojado- Son las piernas de una diosa~ mi pequeño delito se está animando!!!

Con una cara de asco, comenzó a mover la pierna de un lado a otro para sacárselo pero este simplemente no cede, se ha pegado bastante a ella. Al pequeño pervertido alguien lo tomó de la cabeza y lo despegó a la fuerza de su compañera, haciendo que saliera de su trance con enojo y quiera mandarlo al demonio pero esa valentía que tomó, desapareció al ver quien es... o quienes eran.
Con la mirada de asesinos, Kiyo y Bakugou observan al racismo de uvas en manos del primer mencionado.

-Oye... -dice enojado el hermano de la peliblanca- ¿quién te dio el derecho de tocar a mi hermanita?... anda...dime... ¿quién fue?...

- Anda, escoria enana... -genera unas explosiones- Dile a su hermano mayor quien te dio el permiso...

- ¡¡¡Fue Eva-chan!!! Ella me lo permitió!!!! -miente desesperado el pequeño alumno-

Los dos interrogantes giraron sus cabezas en dirección a la joven, pero ella hizo una señal pasando su dedo pulgar por su cuello. Sonriendo en grande, ambos volvieron a mirar a Mineta, pues este había dicho la peor mentira del mundo.

Pobre Mineta, el grito que pegó llegó hasta oídos de Aizawa en la sala de profesores.

Luego de que volvieran a su salón de clases, Aizawa se hizo presente, anunciando de que habría un campamento pero para ir deben aprobar unos exámenes tanto escritos y prácticos. La emoción poco duró pues los que no lograban pasar, se quedarían estudiando en la academia mientras que los otros se fortalecen y se divierten.

A la mayoría le asustaba los exámenes, pues no saben muy bien si aprobaran o no. Y el otro grupo de los que no se preocupan, presumen sus mejores puestos, aunque bueno, una peliblanca se mantiene mirando su libro de matemáticas. Ella es buena en las demás materias pero siempre tiene que poner más empeño en matemáticas a tal punto de no poder más. Pasa siempre pero le cuesta demasiado.

Suspirando un poco, no notó al bicolor a su lado hasta que este le habló tranquilamente.

-Te encuentras bien, Takamine?

-Eh? Ah! Sí, estoy bien -sonrie leve- solo que... debo estudiar mucho matemática...no se me da muy bien.

-Y si le pides a tu hermano?

-No, gracias. La última vez que se lo pedí me explico como si estuviera en un laberinto y termine hecha una bola enredada de hilos.

-Entonces déjame ayudarte a estudiar. -le mira tranquilo-

-oh?!!! De verdad harías eso por mí?! Muchas gracias Shoto!! -dice muy animada-

Diciéndole que vaya a su casa esta tarde, ella asiente contenta diciéndole que estaría allí en punto, él asiente y observa como es llamada por su compañera Mina. Agradecía bastante que esa tarde no estaría su padre y así no los molestaría en su estudio.
Iba a volver a su asiento de no ser que sintió un choque de hombro con el suyo, haciendo que se fijara en la persona, frunciendo el ceño al ver de quien se trata.

-¿Que presentes, bastardo mitad mitad?. -dice enojado el cenizo mientras lo observa fijamente con rabia-

-Yo no pretendo nada. -responde con seriedad-

- Aléjate de Takamine. -le da un leve empujón al bicolor-

-Tu también. Eres una mala influencia para ella. Y no me vengas a reclamar como si fuera que ella es de tu propiedad.

El explosivo iba a responder hasta que escucharon un pequeño ajetreo en el fondo, viendo como Kirishima "juega" con Eva a las pulseadas sobre el pupitre de Sero.

-Lo ves? -el cenizo vuelve a mirarlo con enojo- eres una mala influencia para Takamine. Le pegas tus malas costumbres.

-Eres un hijo de...

Nuevamente el grito se hizo presente pero esta vez porque el pupitre/mesa de Sero se había partido en dos a causa de la fuerza en que Eva y Eijiro habían ejercido en su pequeña pelea para ver quien era el más fuerte, aunque eso quedó en empate.
En la puerta del salón, Kiyo se encuentra observando la pequeña diversión entre los alumnos, mirando fijamente a su hermana para luego abrir el libro y ver la página vacía de este. Estaba desanimado, inconscientemente uno de los conjuros del libro rojo se había desligado y activado por si solo en el cuerpo de su hermana. Aún no entiende exactamente que sucedió. Tenia entendido que cuando todos los conjuros son aprendidos, recién allí podría romperse el lazo de Mamodo y su libro, dejando en libertad al lector.

Eva está más adelantada que las generaciones pasadas de los Raiki, incluso más adelantada que sus hermanos mayores.
Tal vez solo el sueño de ser héroe dure unos años pero si Eva lo logra, ella seguirá por buen camino y él podrá ser su guía o mentor.

Pero bueno, es lo que un hermano hace ¿no? Apoyar a su hermano o hermana menor para las cosas fantásticas y difíciles en un futuro.
Aunque también le doliera saber que en tal vez unos 3 o 5 años deje de ser el lector de Eva...

-Lo siento Eva... -dice triste el joven mientras vuelve a observar a su hermana- Tal vez solo pueda acompañarte hasta cierto punto... -sonrie leve-.

Que tristeza..., aunque esa desgracia podría estar más cerca de lo que uno imagina.