📖⚡El Quirk Mamodo⚡📖

XXX- ¡Exámenes!

El día de los exámenes llegaron.
Lo escrito fue fácil, para Eva y Shoto que estudiaron bien lo que les hacia flaquear, ahora como el filo de una katana, terminaban con un ejercicio en menos de dos minutos, abriéndose paso entre las malezas de los problemas de las asignaturas completas que fueron dadas durante el semestre.

Terminando su último examen, los jóvenes por fin dieron un suspiro de alivio, pero la acción aún no termina, aún queda el examen físico. Eva práctico bastante con su hermano, incluso el nuevo conjuro, la debilitaba al principio pero ahora solo pierde un 10 % de energía cuando usan aquel movimiento.

Mina, Kaminari, Kirishima y Sero estaban muy emocionados, -en especial los dos primeros mencionados- pues pensaban que luchar contra robots sería fácil, esta segura que aquello no les será entregado en bandeja de plata.
Su momento de ir al lugar donde se realizará el exámen fue anunciado y hombres y mujeres fueron a los vestidores correspondientes llevando consigo sus trajes.

Su traje fue puesto y mirándose en el único espejo y se alzó el cabello en una coleta alta y observó a sus compañeras quienes se van deseando suerte.
Quiso decir algo pero las palabras no salieron de su boca, hasta ahora solo tiene una amiga de verdad y esa es Jirou.
Bajando la mirada, sintió un abrazo pasar por sus hombros, la muestra de afecto amistoso es por parte de la chica que se mencionó, suavemente le susurró.

-Buena suerte, Eva-chan~ Demuestren su poder de hermandad.

La oji-amarillo abrió levemente sus ojos y sonrió suavemente para apoyar su mano sobre las de la chica, agradeciendo con ese gesto las buenas bonanzas para la pelea que van a tener.

Pero desean más que solo suerte, desean salir vivos, pues ahora mismo, sus expectativas de pelear contra robots, fueron lanzadas como pelotas en partido de fútbol y golpeados con fuerza por la realidad.

Sus oponentes no son los gigantes de metal, sino, sus maestros, los héroes de la academia.
Cabe destacar, que cuando Kiyo vio a los maestros formados, se cayó para atrás, siendo observado por todos menos por su hermana, quien les avisa que solo está dramatizando.

Sí, puede ser eso, o puede que esté entrando en pánico, una de dos.

Y allí estaban, frente a su contrincante, Snipe, con sus compañeros Toru y Ojiro.
El lugar en la que están es cerrado, además de cubierto por una espesa neblina que apenas y se puede ver a treinta centímetros de distancia.

El héroe que ahora cumple la función de villano al cual deben capturar con unas esposas especiales, se mantiene mirando fijamente a su alrededor, esperando el ataque de estos. Kiyo, tomando por los hombros a la chica invisible y al joven rubio, hizo una seña a su hermana que se termina de sacar los zapatos.
Esta los dejó en orden a un lado y observó a su hermano para después asentir, adentrándose entre la neblina, sus pasos descalzos siempre fueron silenciosos, eso siempre fue una ventaja para asustar a su madre, a su padre o mismo a su hermano en la madrugada.

Sus pasos se detuvieron detrás de un pilar, teniendo una vista perfecta del pistolero.
Hizo un mojillo con los labios y dio un fuerte silbido, haciendo que el eco del lugar, le de un trabajo difícil al contrincante de saber de donde viene el origen del sonido.
Pero aquello solo es una señal, el libro rojo brillo y el primer conjuro fue dicho; Snipe vio tarde a su lado, notando recién a la chica con la boca abierta y los ojos en blanco, viendo como la energía se acumula con rapidez para luego, como un verdadero disparo, salir de esta en su dirección.

El héroe a duras penas se lanzó a un lado pero su brazo derecho recibió un poco del ataque, generandole un calambre insoportable y doloroso.
Con su brazo izquierdo apuntó hacia donde estaba la peliblanca pero ella, ya no estaba, solo quedó el rastro de la neblina moverse como si fuese que un objeto fue arrastrado hacia la espesura.
Buscó a los lados y hacia el frente, pero no se fijó detrás suyo, donde la chica se mantiene mirándolo con seriedad, como si fuera un animal cazador ante su presa asustada.

Se inclinó un poco y dio un salto bien alto, cayendo en los hombros del pistolero, enredando sus piernas a cuello de este mientras que con las manos tapa los orificios de su casco/mascara.
Tambaleante, Snipe quiso sacarse a la chica pero la fuerza de las piernas de esta es inmensa ¿cómo puede tener una potencia de ataque y un sigilo impresionante a tan corta edad?.

Pero no solo eso, no lo suelta, es como las mandíbulas de un perro pit bull terrier, una vez que sus fauces agarran algo, es difícil que lo suelte, y esa chica, sus piernas son sus fauces especiales.

-M-Maldición, ¿qué te d-dan de comer niña?.

-Me dan de comer cualquier cosa, soy una aspiradora cuando me ponen comida en frente, pero hoy tengo un incentivo especial. Si apruebo, me darán un pez cola amarilla, así que colabora y tendré mi premio.

-¿E-Es tu fuente de energía?. -suelta con la voz algo esforzada pues le falta el aire-

-No, es mi incentivo. -aprieta más su agarre en las piernas- ¡Ahora!.

De entre la neblina apareció Ojiro, dando una carrera hacia su posición; cuando estuvo a unos centímetros, dio un giro sobre su eje y con la cola le dio un fuerte impacto en el abdomen, haciéndolo caer hacia atrás con la chica encima, quien no soltó ningún quejido, debía aguantar hasta que Toru ponga las esposas en las manos del héroe.

La chica invisible apareció con las esposas, pero los brazos del "villano" fueron en su dirección, apuntándole con sus armas.
Hagakure soltó un chillido de miedo ¿es su fin?.

Oh no, claro que no.

Con sus piernas, Eva liberó el cuello del héroe, desdobladolas para luego abrirlas a los lados, haciendo que los brazos de su enemigo se abran en las dos direcciones con fuerza, provocando que suelte un quejido de dolor.
Rápidamente observó hacia adelante y observó la misma mirada de seriedad del hermano mayor de la peliblanca, una mirada de decisión y un pequeño toque de superioridad.

-Zakeruga. -dice en un tono normal-

Dijo un conjuro, así que rápidamente Snipe observó hacia la peliblanca, alzando la cabeza para solo ver cómo la boca de la chica se encuentra muy cerca de él, viendo como desde su interior se ilumina de electricidad.

-Me lleva...

El cuerpo entero del héroe sufrió de un espasmo a causa del poder de la mamodo, sintiendo como sus extremidades se adormecian, soltando sus armas y cayendo en la inconsciencia.
La luz de la electricidad desapareció y con festejo, Toru le colocó las esposas al "villano" de su prueba, escuchando de fondo la chicharra y la voz robótica anunciando que habían aprobado el examen físico.

Lentamente fue librando al héroe de sus agarres y se puso de pie para acercarse a su hermano quien la recibe con un abrazo y un beso en la frente, felicitandola por su buen actuar.
Esos dos con solo una señal entre ellos, pueden ser los seres más peligrosos del mundo, para la buena suerte de la humanidad, ellos están de parte de los héroes.

Aunque...quién sabe~ las buenas personas pueden ser corrompidas con una sola acción.