📖⚡El Quirk Mamodo⚡📖

XCI- La estrella mas brillante.

La función terminó con todos los espectadores renovados en sus ánimos, pero ahora estaba el problema más grande que a nadie le gusta.

Limpiar el desastre después de la fiesta.

Cada uno fue haciendo de su parte, ya sea barriendo o llevando consigo trozos de los hielos que ya comenzaban a caer. La encargada de barrer en el escenario es la mamodo, tarareando suavemente la canción que Jirou había cantado con tanta emoción y fuerza. Aunque cuando va juntando la basurilla en un montículo, su queja se hace presente, esos zapatos le estaban matando los pies; por un segundo dejo la escoba en el suelo para ella poder sentarse y sacarselos, soltando un suspiro de alivio, creo que no acertaron para nada en su medida, y conste que su hermano estaba allí, pudo haberles dicho cual es su medida correcta.

Dándose un pequeño masaje, alguien se sentó a su lado y ese es su explosivo, quien al verla masajearse, no dudó en tomarla del tobillo para así encargarse él en hacerle el dichoso masajeo. Soltando pequeñas quejas y negativas contra aquello, un suspiro de alivio salió de sus labios al sentirse más relajada, las manos del chico estaban a una temperatura que realmente se sentía estupendo.

-Katsuki... gracias. -sonrie suavemente la chica mirandolo-

Sonriendo de lado, el explosivo siguió con lo suyo, hasta que cierto eléctrico y racimo de uvas comenzaron con sus quejas de que ellos dos no estaban haciendo sus deberes de limpieza.
Una vena de enojo se marcó en la frente de ambos hasta que la chica los observó indiferente, aquellos dos le agradan -Bueno, más o menos el pequeño- pero cuando se ponen a quejarse, sus ganas de matarlos se hacen presentes.

-¡No es justo! Ellos descansan mientras que nosotros hacemos el trabajo pesado!. -Mineta se queja bastante-

-Me vale verga, puñetón, me vale verga todo pendejo. -la chica los observa fijamente- Yo hice más que tu, además de que mis pies me están matando. Pequeña rata pervertida, sigue con lo tuyo.

-Esa es mi chica. -sonrie de lado el explosivo-

Riendo un poco, agradeció al chico lo que hizo por ella, aunque cuando se puso de pie, el par de zapatos del contrario se puso delante y extrañada observó al dueño de dicho par.

-Pontelos, son más cómodos que estas cosas pequeñas. -toma el par de zapatos que ella usaba- ¿De verdad tienes unos pies tan pequeños?.

-No te burles, pie grande.

-Pezuñas de venado.

-Patas de elefante.

Ambos se observaron con el ceño fruncido para después reír un poco, algunas costumbres no se perdían para nada a pesar del empajeramiento. Se empezó a calzar los zapatos del cenizo mientras que este la observa, iba a continuar con su labor pero Katsuki la sostuvo de la mano, se acercó y con un pequeño sonrojo le susurró al oído.

-Vayamos solo los dos a ver qué hay en los otros puestos de los extras... antes de que se termine el día.

Sonrojandose por lo dicho, la mamodo y el cenizo observaron hacia los demás, el contrario la tomó de la mano y contando hasta tres, salieron corriendo de allí antes de que sean vistos por los delegados de clase o alguien más.
La chica una vez que salieron del lugar, no pudo evitar reírse por lo sucedido, Iida tendrá un paro cardíaco cuando vea que no hizo su trabajo de limpieza.

Nah, después se encarga.

Ambos recorrieron el festival, observando los puestos de las clases de otros años o departamentos, comida, juegos y demás, se exponen para los alumnos aunque también para los profesores, ya veían a la profesora Midnight tratando de ganar en uno de los puestos de juegos.
Mientras recorren, el cenizo de vez en cuando observa a la chica, ¿realmente estaba con él?, ¿Esa chica realmente es su novia?; acercándose un poco más, la tomó de la mano con cuidado y está rápidamente lo observó, no iba a negar que aquel gesto de él es tierno a pesar de su forma de ser, le gusta como pequeñas cosas o acciones lo hacen ver aún más como una persona maravillosa.
Su sonrojó apareció en sus mejillas y con lentitud poco a poco sus dedos fueron entrelazandose con los de él, empezando así con una caminata un tanto tranquila.

El día poco a poco fue llegando a su fin y la tarde se hizo presente con bellos tonos anaranjados en el cielo, los puestos ya estaban siendo retirados y algunos ya podían descansar de aquel evento.
Nuestra pareja llegó hasta el inicio de aquel bosque que rodea la academia, se sentaron sobre el césped y con tranquilidad observaron el cielo; tantas cosas pasaron en el semestre que cuesta pensar que ahora están en un festival cultural después de haber sido atacados por villanos en su primera semana en la academia.
Bastantes cosas pasaron en este año, peleas, caídas, lagrimas, pérdidas, todo en tan poco tiempo, pero así es la vida de un héroe, a veces se tiene que ganar o perder, no hay otras opciones de ponerlo en pausa o reiniciarlo, sino que hay que seguir hasta el final.

⬆️🎶⬆️

El silencio reconfortante del momento es cómodo para los dos, incluso después de que el cielo se haya tornado oscuro, adornado de sus más bellas estrellas del firmamento. Tanto dorado y rubí se mantienen el aquel espectáculo natural, reflejando en sus ojos un mundo que para el humano aún es desconocido.
Desviando la mirada del cielo, el muchacho observó a su contraria, viéndola relajada, con la mirada dorada puesta sobre el cielo estrellado, ¿Es afortunado?, claro que lo es, la chica más ruda, valiente, hermosa y salvaje es su novia, jamás podría estar a la altura de ella pero con solo estar a su lado, se siente capaz de todo, se siente invencible.
Mirando una vez más al cielo, sonrió de lado y dando un chasquido de lengua apartó la vista del cielo, provocando que la chica lo observara a él con extrañeza.

-¿Que sucede?.

-El cielo es patético.

-¡Hey, no digas eso!. El cielo es hermoso, sus estrellas lo hacen bello para nosotros.

-¿Entonces porqué brillas en la tierra y no en el cielo?.

Ella iba a reclamarle pero al estar re calculando aquello que acaba de decir, no pudo evitar sentir su rostro arder, desvió la mirada y ocultando su rostro con sus cabellos, no dijo nada más, estaba muy avergonzada por aquello, esta segura de que si dice algo su lengua va a trabar y lo más seguro es que termine diciendo cosas estúpidas.

Ya le salió poeta el explosivo.

Con cuidado, la mano del cenizo se fue acercando a la mejilla de la joven para así poder traer su rostro hacia él, viendo el color rojo adornar las mejillas de la chica en su totalidad, ¿la había desequilibrado?, al parecer sí. Sonriendo con suavidad, una caricia suave y tranquila fue dada a la joven, calmandola además de hacer que sus ojos se posaran sobre él. No saben como explicar aquella sensación en el pecho, ambos están en las mismas, es un calor extraño que ni con las brazas más calientes podrán sentir. Acariciando los labios de la chica con su pulgar, poco a poco se fue acercando y ella fue cerrando sus ojos; extrañamente aquella sensación de amor lo sentía, sentía que alguien más pasó por aquello.

¿Sus padres también eran así? ¿Uno de mal humor y la otra salvaje?.

Poco a poco aquella distancia entre ambos se terminó, uniendo sus labios en un suave y silencioso beso, siendo la única testigo la luna que va saliendo, iluminandolos, brillando con más intensidad para su amor, además de que las estrellas también son cómplices, guardando silencio para que nadie más se entere de la muestra de cariño que ambos se han dado.
Y el lazo rojo que los ha unido de extremo a extremo, se hace más grande para así aquella unión destinada jamás pueda ser cortada o soltada.

Deseando así los dos estar juntos por toda la vida.