XX-Agencia K.Woods, aquí estamos.

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6:30 de la mañana.
Los alumnos ya estaban en la estación, esperando a que el tren venga. Los hermanos Takamine solo deben ir a la siguiente estación donde allí serían recibidos por su héroe guía, Kamui Woods.
Cargada como bebé, Evangeline se encuentra durmiendo en los brazos de su hermano, cubierta con una manta.

De la emoción no había dormido en toda la noche y cuando sonó la alarma para prepararse, ni siquiera con un micrófono conectado a un parlante de concierto la despertaría. Su madre a duras penas le colocó el uniforme y la hizo desayunar adormilada, aunque bueno, apenas terminó de desayunar, quedó dormida nuevamente.
Kiyo sonrió con ternura al ver a la peliblanca dormitar, le hacía recordar cuando ella no podía dormir por el miedo que tenía luego de ver una película de terror.
Bakugou observó a Eva y luego miró a Kiyo, quien también lo observó fijamente, comenzando a gruñir abrazando aún más a su hermana, tanto que ya la estaba asfixiando, así que, inconscientemente la joven le dio un derechazo en el mentón a su hermano, haciendo que este aflojara el abrazo, llevando hacia atrás su cabeza mientras que la muchacha balbucea en sueños cualquier estupidez.

-Maldita sea la hora que le enseñé el derechazo -se queja su hermano mientras se masajea la mandíbula- Hasta dormida lo usa.

El tren llegó y a duras penas hizo poner de pie a su hermana, como zombie despertó y tomó sus cosas, yendo hacia el tren, el mayor con el alma en la boca, guía a la chica para que no tropiece y caiga, deseaba tanto darle un zape para que despierte, pero eso significaría que el diablo mismo viajaría con él.
Tomaron asiento hacia los últimos lugares, acomodándose y mirando el paisaje civilizado por la ventana.

No pasó más de 15 minutos cuando la joven comenzó a estirarse y bostezar en su lugar, frotándose los ojos para despertarse del todo. Observo a su hermano, encontrandolo leyendo el libro; sonriendo, tomo el libro rojo de entre las manos de Kiyo y lo cerró con cuidado para luego meterlo en la mochila del contrario, sonriéndole.

-Olvidate de los conjuros por ahora, si? Pronto se van a desbloquear, solo hay que esperar, hermanito impaciente.

-Es que, me dan mucha curiosidad! Debemos pasar por algo realmente importante, exaltante, con mucha adrenalina. Así tal vez podamos desbloquear otro conjuro!

-Calma esas ganas de probar conjuros, ya el momento llegará, pero ahora necesito que te concentres y demos lo mejor de nosotros en esta práctica, si?.

-Esta bien esta bien, lo haré, pero si sale un nuevo poder, lo voy a estudiar bien. -sonrie-

El aviso de que pronto llegaran se escuchó por los parlantes y ambos se prepararon para ponerse de pie, pues la estación estaba ya a dos minutos de llegada. De los nervios se revisa su vestimenta y peinado, preguntándole a su hermana si se veía bien, ella tranquilamente tomó la corbata de su hermano y se la colocó perfectamente

-Listo, ahora estás perfecto. -sonrie- vamos hermano, tenemos mucho que aprender.

Las puertas del vagón en que van se abrieron, dando paso a los hermanos Takamine, apareciendo frente al héroe que los espera con entusiasmo.

-Bienvenidos, Héroes Raiki. -Kamui Woods hace una reverencia-

Siendo llevados por el héroe en una especie de tour por la ciudad, la gente, tiendas, la amabilidad y cordialidad del héroe, hace que ambos hermanos se sientan bien recibidos

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Siendo llevados por el héroe en una especie de tour por la ciudad, la gente, tiendas, la amabilidad y cordialidad del héroe, hace que ambos hermanos se sientan bien recibidos.
Llegaron al edificio perteneciente a la agencia de Kamui Woods; dentro, los empleados del héroe van de aquí para allá, llevando algunos papeles o contestando llamadas. El mayor carraspeó la garganta y la mayoría detuvieron sus movimientos para observa en dirección a los recién llegados.

-Damas y caballeros, demos la bienvenida a mis dos alumnos durante esta semana, los aspirantes a héroes, El dúo Raiki. -muestra a los hermanos-

-Sean bienvenidos! -la mayoría hace una reverencia con una sonrisa adorando sus rostros-

-Por favor, cuiden de nosotros. -responden los dos, haciendo una reverencia-

-Bien bien, ahora necesito que se pongan sus trajes y vayan al gimnasio, van a mostrarme lo que tienen. -el héroe da media vuelta y los mira- vengan, les mostraré sus habitaciones.

Los dos siguieron al héroe y a cada uno se le fue asignado una habitación, entrando enseguida a dichos lugares para poder cambiarse.
La joven peliblanca se colocó su traje, ahora con la mínima diferencia que utiliza un short negro elástico, excelente para mejorar aún más sus movimientos a la hora de pelear. Se acomodó bien los cabellos haciéndose una trenza y salió de su habitación al mismo tiempo que su hermano con su traje puesto y con el libro rojo en mano.

-Demostremos lo que los hermanos Takamine podemos hacer. -sonrie de lado el muchacho-

-Hagamoslo, Kiyo.

Con seguridad en sus rostros, caminaron hacia el gimnasio donde el héroe los espera en una plataforma. Le había intrigado bastante la manera en que esos dos trabajan, pero había visto algo que al parecer es el punto ciego de su defensa y ataque.

El lector siempre está al descubierto y desprotegido.

Los dos hermanos ingresaron a dicho gimnasio y la peliblanca subió a la plataforma, quedando fuera su hermano, preparando el libro para iniciar con cualquier conjuro.
Héroe y alumna se posicionaron, Shinji la observó fijamente para luego extender su brazo, activando su kosei.
La extremidad del hombre se transformó en un montón de gruesas ramas que apenas manifestaron, fueron directamente hacia la joven.

- ¡¡¡Rashirudo!!! -grita el muchacho-

La gran pared eléctrica de la joven se hizo presente deteniendo la gran avalancha de ramas que venía en su dirección. Woods retrocedió sus ramas y se mantuvo en alerta pues el muro había bajado y la joven no tenía una expresión de miedo, más bien parecía que realmente quería golpearlo.
La joven estiró los brazos y el primer conjuro del libro fue dicho por el muchacho; Eva abrió la boca y el héroe vio como de ella se va generando una esfera de energía para luego liberarla con intensidad.
A duras penas el contrario pudo cubrirse del ataque haciendo una cúpula de madera; no iba a negar que aquello fue poderosos y que sintió la electricidad, pero no le afectó casi nada, solo fue un cosquilleo para él.

Cuando deshizo su cúpula de madera, dobló la espalda para atrás rápidamente, esquivando un puñetazo que iba directamente hacia su rostro cubierto.
La joven dio una media vuelta alzando su pierna izquierda para impactarlo contra su heróico contrincante, pero la mano de este la sostuvo del tobillo.

-Nada mal, tienes fuerza en tus brazos y piernas, no eres una debilucha cualquiera. -alaga el héroe- pero tienes muchas aberturas que podrían ponerte un fin.

-Uy, ¿eso crees? Abre bien esos ojos de madera que tienes. -sonrie de lado la chica-

Curioso y confuso, no logra esquivar el puñetazo de Kiyo, haciendo que el héroe tambalee soltando a la chica. La muchacha y su hermano se cruzaron de brazos y miraron con una pequeña sonrisa burlona al hombre que se masajea la zona del mentón con algo de dolor.
Su teoría de que el lector de la chica está desprotegido se quebró y los observó fijamente.

¿Cual es la verdadera táctica de estos dos?

¿Cual es la verdadera táctica de estos dos?

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