📖⚡El Quirk Mamodo⚡📖

LXVI-Llamada nocturna.

Cuando todo el ajetreo de que Mirko los ha llamado y ellos aceptado, cenaron con alegría, aún no decían nada sobre ese tema pero por la felicidad que se nota en el rostro de Kiyo es que algo grande les ha sucedido.

Todo parecía tranquilo.

Hasta que en la madrugada, el móvil de la chica comenzó a vibrar sobre su mesa de noche, provocando que aquello la despertara. Palpando la superficie, encontró el aparato y con pereza observó el número, uno desconocido la estaba llamando, ¿para qué? Muy seguro para extorsionar.
Se sentó en su cama y con un suspiro cansado dio el apretón al botón verde de la pantalla, permitiendo que la llamada se lleve acabo.

-¿Diga?... -un silencio por parte del que interrumpió su sueño la hace fruncir el ceño- Oiga, son las tres de la mañana y usted jodiendo, si quiere extorsionar, hágalo con otra persona, a mi no me moleste.

- No cuelgues.

- Shi...Shigaraki? -frunce el ceño- ¿Que es lo que quieres?.

- Advertirte. Necesito que nos veamos. Estarás en problemas si no hablamos cara a cara.

- No me amenaces, ni me des mal augurio... -suspira un poco- Escucha, este fin de semana, mi hermano tendrá una cita, no preguntes con quien. Y como no podemos separarnos por mucho tiempo, estaré por los alrededores de él.

- ¿Donde será su cita?.

- Dos cuadras después del lugar donde me chocaste la primera vez. -gruñe un poco- Solo cinco minutos, ¿está claro?.

- Cinco minutos es suficiente para mi.

Asintiendo, la chica siguió hablando con él por unos minutos más antes de ver en el reloj que marcaban las cuatro de la mañana, despidiéndose de él colgó la llamada y se volvió a recostar, observando el techo con seriedad.
¿Estaba mal de su parte solo tener una conversación con un villano?, ¿Decirle cosas que no debería y que luego se encontraría con el?. Eso sería como una traición, estaría traicionando a la academia que permitió que su hermano sea ahora un héroe, o bueno, este en camino de ser un buen héroe.

Debe cortar esta situación de raíz, no puede seguir así, si alguien más lo descubre, esta segura de que cosas malas podría pasar, entre ello que los separen a la fuerza.

Decidida se puso de pie, abrió el armario y colocándose una ropa deportiva salió de su habitación para ir a dar una vuelta por allí,  el uniforme tardaría un poco en llegar pero ya que tiene que ser alguien de prueba, lo más seguro es que deba usar otra vestimenta.
Sus pasos silencioso son interrumpidos cuando frente a ella, el cenizo se detiene con un vaso de agua en manos, mirándola fijamente y con extrañeza, ¿qué hace despierta a esta hora?. Quería pasar a un lado de él pero su brazo fue apresado por la mano de este, haciendo que su huida del lugar se vea en fracaso.

-Tenemos que hablar.

-No hay nada de que hablar, Bakugou.

Ambos se observaron a pesar de la oscuridad del pasillo, ¿acaso no se iba a rendir?, al parecer no. Dando un pequeño forcejeo, le dio a entender al muchacho que lo esperaría allí. Diciéndole que vaya a cambiarse, la peliblanca espero observando el paisaje nocturno por el ventanal, notando pequeñas luciérnagas moverse de un lado a otro mientras encienden y apagan su luz.
No esperó mucho para que el cenizo esté a su lado, mirándola para saber que es lo que harán; soltando un suspiro, se miraron a los ojos antes de dirigirse a la puerta para salir por ella.

Tal vez trotar un poco, hagan aclarar sus dudas.