📖⚡El Quirk Mamodo⚡📖

LXXI- ¿Periodista?.

Luego de que ambos hermanos hayan sido enviados a descansar, Nezu estaba más que aliviado al igual que Mirko, la cual deseosa esperaba que iniciase la otra semana, esos dos estarían con ella y eso la emociona mucho a decir verdad.
Cuando salieron de aquella instalación, el cielo nocturno los recibe con sus hermosas estrellas titilando, los ojos de ambos brillan de tranquilidad y eso hace que los dos estén felices de volver, felices de ser libres otra vez.
Tomados de las manos, sonrieron uno al otro para comenzar a correr hacia la Height Alliance, tanto ajetreo les había hecho tener un hambre voraz, capaz y Eva no se controla si ve un pez cola amarilla.

Toda esa emoción los ha hecho olvidar una cosa, aún tienen puesto los trajes de análisis.

En el edificio departamental, varios alumnos se encuentran preocupados, no habían visto al dúo desde la mañana, ¿dónde estaban?.
Sus dudas fueron eliminadas de un manotazo cuando vieron la puerta ser abierta, mostrando a ambos "desaparecidos" con una extraña vestimenta de látex especial pegada al cuerpo, color blanco además de tener unas líneas negras que van por el cuerpo formando figuras lineales.

¿Que les había sucedido?.

-¡Takamine! ¿Que les sucedió? ¿Que son esos trajes?

Eva al escuchar aquello rápidamente bajo la mirada observándose a sí misma, notando enseguida la ropa del lugar de tratamiento. Kiyo también hizo lo mismo, soltando una risa nerviosa mientras trata de alguna u otra forma desviar la atención de los alumnos a otra cosa.
Mirando a su hermano, sintió un extraño cambio de temperatura en su pierna derecha, además de sentir un peso extra; cuando su mirada amarilla se enfocó en aquella molestia, una vena de enojo se marcó en su frente, viendo a la pequeña rata pervertida de su salón, aferrado a su pierna como un animal calenturiento.

-Las piernas de Eva... -jadea sonrojado mientras que con sus manos aprietan un poco el musculo- Eva... hazme una llave~ con gusto me dejo patear por tan suculentas, perfectas y bien formadas piernas...~

Moviendo su pierna de un lado a otro, trata de sacárselo, pero este pequeño pervertido se había pegado a ella como un musgo, Kiyo ya tenía la mirada oscurecida al igual que cierto cenizo.
Los dos iban a atacarlo para sacárselo a Eva pero rápidamente observaron como la lengua de la ranita del grupo, rodeó el cuerpo del racimo de uvas para así lanzarlo con fuerza hacia la pared más lejana del lugar.

-Gracias, Tsuyu... -sonrie levemente-

Haciendo una pequeña reverencia de "con permiso", caminó hacia el ascensor. Algunos chicos se la quedaron viendo, ni siquiera disimulaban sus miradas extrañamente devoradoras.

¡Ay las hormonas!~.

Kiyo al ver las miradas de los chicos sobre su hermana, se cruzó de brazos y frunció el ceño, aclarandose la garganta con fuerza para hacerlos despertar de su hipnotismo.

-Es mi hermana a la que están comiendo con la mirada. ¿Que pensaban?, ¿qué no me daría cuenta?. -frunce el ceño aún más chocando palma y puño- El que quiera la mano de mi hermana, primero tiene que pasar sobre mi cadáver. Y el que se atreva a tocarla, besarla, coquetearla y sobre todo hacerla llorar, se va llevar un buen puñetazo.

Nadie dijo nada, a excepción de que Shoto, Izuku, Iida, Eijiro y Momo, enfocaron su mirada sobre el explosivo, quien con el ceño fruncido desvió la mirada a otro lado, si Kiyo supiera que ya la besó, la hizo llorar, ya la coqueteó, lo más seguro es que la bestia de la clase 1-A, sea el hermano de la mamodo.

Bien temprano, los alumnos fueron llamados por su profesor en la sala del lugar, casi todos estaban presentes, menos la mamodo y su hermano, ambos no estaban pues recuperaban sus fuerzas con un descanso profundo, a petición de Nezu, el pelinegro no había ido a tirarlos de sus camas y sacado a patadas de las habitaciones.

Vaya sorpresa que se llevaron los alumnos al encontrarse con su sensei, acompañado por un periodista bastante conocido por sus fotos.

- Taneo Tokuda, es un placer.

Un hombre estaba presente, dando una reverencia ante ellos, ¿qué hacia un periodista allí?. Según las indicaciones de su profesor, el hombre es un periodista independiente que quiere dar a conocer el día a día de los alumnos de la academia más prestigiosa de todo Japón.

Jaja, si como no, como si esas cosas pasaran.

Pidiendo que hagan lo que habitualmente hacen, Taneo comenzó con su labor de doble filo, mostrar lo que las personas quieren saber y... encontrar al heredero o protegido del ex héroe número uno.
Le sacaban fotos y entabla conversación con cada uno hasta que en uno de sus intentos de sacar una buena foto de la sombra de Tokoyami, el sonido del ascensor le llamó la atención. Su mirada casi cerrada y relajada se enfocó en dicha dirección, encontrándose con la primera candidata sospechosa.

Evangeline Takamine.

La peliblanca se detuvo al verlo, recién levantada y lo primero que ve es un extraño acercándose a ella mientras extiende su mano.

-Hola! Mi nombre e-

No tuvo tiempo para seguir con su habladuría, la imagen de la chica ya no estaba frente a él, sino que el piso la había reemplazado, además de sentir como sus dos brazos estaban acorralados en una llave, un movimiento brusco y lo más probable es que se los saque de lugar.

-Wow, wow, wow!!! Eva-chan! Tranquila! Es un invitado!.

-Los periodistas nunca son invitados... en especial si te arrancan un mechón. -gruñe enojada recordando aquella vez-

-Y-Yo solo vine a documentar su vida diaria. Nada más, señorita.

Gruñendo aún mas, lo soltó y se alejó de él, recibiendo un regaño bastante largo por parte del presidente de grupo. Aquella chica lo había reducido en tan solo segundos y la foto que consiguió de su rostro bastante enojado, había hecho erizar su piel.

El siguiente en hacerse presente fue Kiyo, quien al verlo, se acercó y preguntó si estaba bien, además de preguntarle si fue su hermana la que lo tumbó de esa forma.
La sonrisa nerviosa del periodista le hizo dar a entender que sí, haciendo que el lector mire a su hermana con la ceja encorvada, esperando alguna explicación por parte de ella.

Esta se hizo la desentendida antes de correr de su hermano, este al ver el escape de la peliblanca, no dudo en dejar sobre una mesita al lado del sofá el libro rojo, comenzando a perseguirla por toda la instalación mientras que Iida va detrás de ellos a grandes zancadas pidiendo eufórico que no corran.

Aquel libro carmesí le llamó la atención, tanto que acercó sus manos para tomarlo, pero casi la mayoría que estaba presente, gritaron un fuerte "NO". Sobresaltandose en su lugar, los observó en pánico antes de que Tokoyami se acerca un poco, mirando al periodista con tranquilidad y a la vez preocupación.

-Señor Tokuda, no lo toque. -el joven hace que un signo de interrogación se haga presente sobre la cabeza del periodista-

-Nadie toca el libro de Eva y Kiyo. -Momo también se acerca- Es una regla sagrada del salón.

-¿Por qué? No veo nada de malo tomar el libro.

Haciendo un amague para tomarlo entre sus manos, otro "NO" salió de los labios de los alumnos. ¿Tan malo es que el libro esté en manos de alguien diferente?. Es más, ¿qué demonios es el kosei de la chica?, si de por sí ya es fuerte en resistencia y demás cosas... ¿Es aún más fuerte si ese libro está en manos de Kiyo?

Su curiosidad de periodista se ha activado y el misterio del libro hace que quiera investigar aún más.

¿El dúo Raiki se lo permitirá?