XXXVII-Un entrenamiento diferente.

828 138 37
                                    

Bien temprano por la mañana luego de haber descansado anoche, los alumnos de la clase 1-A ya estaban frente a su profesor que les daba indicaciones sobre cómo serán sus entrenamientos en esos días de campamento.
Fueron guiados por Aizawa hasta una zona abierta con todo tipo de cosas preparadas para cada uno de ellos, a excepción de dos personas.

Cada uno fue yendo a los lugares que se le fue asignado hasta que el turno de la mamodo y su lector llegó.
Aizawa les dijo simplemente cuatro palabras.

Siéntense allí y esperen.

No dijeron nada, más bien era mejor para ellos no hacer nada, aún no están del todo descansados, recuperar energías casi al mismo tiempo es un tanto trabajador.
Sentados bajo la sombra de un árbol, no se dan cuenta de la llegada de los de la clase 1-B al lugar después de unos 45 minutos que los demás empezaron a entrenar.

Aizawa se llevó dos dedos a la boca y soltó dos silbidos en dirección a Eva y Kiyo. Los dos se miraron con una vena de enojo en sus cuellos ¿qué son? ¿Perros o caballos entrenados?.
Aguantando las inmensas ganas que tienen de mandarle al carajo a su profesor, se acercaron a los docentes que tenían una corta charla.

-Vlad King, te presento a el dúo Raiki. Ellos los van a ayudar con su entrenamiento, de paso, verán que tan hábiles son estos dos. -observa el rostro perezoso de la chica- que no te engañe su cara de dormida, incluso en ese estado es una fiera... o eso es lo que dijo Kamui Woods-susurra la último-

Vlad King, el profesor encargado de la clase B posó su mirada sobre la mamodo y luego sobre el muchacho que va soltando bostezos enormes, ¿tanto sueño tienen esos dos?. Sin duda alguna son hermanos, y esperaba que lo que dijo Aizawa sea cierto y que no sean una perdida de tiempo total.

-Vamonos a nuestro sector, espero que sean de buena ayuda.

-Lo que usted diga. -responde la peliblanca mientras camina junto a su hermano, comenzando a hacerse una coleta alta, pasando a un lado de cierta peliverde- No nos haremos responsables si alguno de tus alumnos llora.

-Eva, no seas así-rie su hermano y observa a los jóvenes- no se espanten, solo está de mal humor, se pone muy bromista, ¿verdad hermanita?.

-Cuando he bromeado?. -le mira-

-Te hace falta una buena cubeta de agua fría, respondona. -le regaña su hermano-

Detrás de ellos, Ibara los observa con un pequeño brillo en los ojos, sonriendo a no más poder, pues la chica que admira estaría entrenando con ellos, su día no podía estar más mejor que nunca.
Desde que ocurrió lo del festival deportivo, se había querido acercar, pero no encontraba el momento perfecto para hacerlo, y si tenía la oportunidad, la valentía se le iba y su cuerpo desbordaba de timidez junto con la cobardía.

¡Pero hoy no sería lo mismo!

Llegaron a una zona apartada, donde la clase 1-B haría su entrenamiento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegaron a una zona apartada, donde la clase 1-B haría su entrenamiento. Su profesor les explicó el porqué de la presencia de la chica con su hermano en el grupo B.
Monoma Neito, quien curioso se acercó a la chica, tomó entre sus manos la coleta de la mamodo, nunca en su vida había visto un pelo blanco como la nieve o las nubes.

Esa acción activó el instinto de la joven.

Vlad King y sus alumnos fueron testigos de cómo Eva dio un giro sobre su eje con su codo derecho frente a ella a la altura del rostro del joven.
Monoma abrió los ojos en grande pero rápidamente los cerró en el momento en que el codazo se le fue dado en la mejilla derecha, haciéndolo tambalear hacia un lado.
Soltando un quejido, miró nuevamente a la chica y pudo sentir la aura amenazante de ella despedir de su cuerpo; con pasos pesados pero seguros, se inclinó hasta quedar a la altura del rostro de Neito.

-No me toques sin mí permiso. -le mira fijamente con sus ojos bien abiertos- Eso es lo más leve que te he golpeado, atrévete a hacerme algo mas que eso, y créeme, no verás la luz del sol durante un tiempo.

Asintiendo rápidamente, el rubio se puso de pie y corrió a esconderse detrás de su delegada de curso que le regaña por haber tocado el cabello de la chica.

Pero entre los alumnos, los ojos maravillados de la chica verdosa que la observa, suelta pequeños chillidos de emoción, pues había visto algo realmente asombroso, lo es para ella, para el resto, sienten y ven a su verdugo de cabello blanco mirar el cielo, ¿está pidiendo a Kami-sama que los reciba en su reino?.

En realidad no, Eva solo quiere terminar con ello e ir a buscar algo rico que comer en la cocina.

Vlad King se aclaró la garganta y ordenó a sus alumnos a formar fila uno tras de otro en orden alfabético, excluyendo a la chica verdosa, ella pasaría primero ya que en el festival deportivo Ibara fue contrincante de Evangeline, tal vez ahora en un combate amistoso sin premio de por medio, pueda aprender algo de ello.
El resto de mientras fue a sentarse sobre unas rocas, siendo como el público de la primera pelea que se llevaría a cabo.

Ibara con las manos juntas, observó el cielo y sonrió con una leve tintura roja adornando sus mejillas, esta muy emocionada, mientras Eva observa por sobre su hombro a su hermano, quien con tranquilidad, quita el libro rojo, escuchando un "Whoa" por parte de los alumnos.

Por primera vez podían observar el libro rojo de cerca.
Una idea se le ocurrió y camino hacia los alumnos para posicionarse frente a ellos, abriendo la página donde se encuentras uno de los conjuros; los alumnos curiosos se estiraron un poco en sus lugares, viendo los símbolos y escritura extraña de las páginas que sus ojos pueden ver.

Kiyo observó por sobre su hombro a los estudiantes y sonrió al ver los rostro curiosos.

-¿Quieren ver más de cerca?. -los alumnos asienten- acérquense los que quieran ver, pero no se peguen mucho, mis movimientos también motivan a mi hermana.

No quiso decir nada más, pues si dijera que al moverse libremente y dejar que su cuerpo se llene de adrenalina, emoción y motivación de seguir adelante, hace que la energía de voluntad del corazón haga aumentar el poder del libro y el de su hermana, volviéndose una especie de potenciador.

Sus dos corazones son uno solo, y la fuerza de voluntad los mueve a la par.
Si uno llora, el otro también, si uno está feliz, el otro también, pero si el lector renuncia a su mamodo, ese lazo se rompe como si aquel corazón unido fuese tomado y estirado hasta que se deshaga y se separen por completo, además de eliminar todos los conjuros aprendidos.

Y dejando al mamodo en un estado fatal, al borde de la locura por falta de un lector.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
📖⚡El Quirk Mamodo⚡📖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora