CAPITULO 4: "Fantasías"

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Bella Pov

Llegue incluso más temprano que el día de ayer, apenas me vio sonrió de esa forma torcida que me encantaba y a la que me había vuelto adicta, me jalo dentro y cerrando la puerta me atrapo entre ella y su cuerpo, sus labios se apoderaron de los míos, sus manos me pegaban a él de forma posesiva, sentía a su miembro palpitar en sus pantalones, Dios estaba tan jodidamente excitado como yo, jadee fuerte y él me levanto de un empujón para que enredara mis piernas en su cintura, se giró y me llevo hasta el sofá, se sentó y yo quede a horcajadas sobre su regazo, mis caderas se movían involuntarias y él jadeaba cada que nuestros sexos se rozaban sobre la tela. El beso termino pero sus labios no dejaron mi piel, bajaban por mi pecho y yo me arqueaba para que siguiera.

-Te extrañe preciosa.-sonreí, yo también le había extrañado.-Por poco te tomo en mi escritorio.-dijo sonriente y juguetón sobre mi cuello, yo era un mar de placeres así que no respondía nada, solo gemía y jadeaba.-Dime Isabella ¿Qué tanto pensabas en clase? Estabas tan o más sonrojada de lo que estabas ayer.-mordió levemente mi cuello y yo gemí, sentí sus manos en mis piernas, y su pene crecer y crecer.- ¿Qué pensabas Isabella? Habla o me detengo.-eso me hizo reaccionar, jadee y empecé a hablar.

-En ti.-dije entre gemidos.

-¿Qué pensabas sobre mí?

-Lo de ayer.-dije jadeando cuando sentí como metía sus manos dentro de mi top, yo no llevaba brasier así que sus ojos se volvieron aún más oscuros al encontrarse directamente con ellos.

-Oh niña mala.-dijo mientras con sus manos sacaba mi top, por inercia me cubrí, no estábamos en la habitación y yo estaba desnuda de la cintura para arriba, él chasqueo la lengua.-Creo haberte dicho algo sobre cubrirte.

-¿Ah sí?-pregunte sin que notara que me moría de nervios.

-Sí, te dije que si volvías a hacerlo te daría un castigo.-dijo mientras se sacaba la corbata, ¿Qué pensaba hacer?-Deja de cubrirte muñeca.-dijo con sus ojos realmente brillosos de anticipación, baje los brazos lentamente y él los paso detrás de mí, me tomo por sorpresa cuando junto mis brazos detrás de mi espalda y con su corbata los ato.

-¿Qué...qué haces?-pregunte jadeante.

-Te castigo.-dijo divertido y sonriente.

-Pero...

-Este será uno de los castigos, no soy del tipo de usar fustas y varas para castigarte Isabella, tampoco quiero que llames Amo, ni nada de eso, lo intente alguna vez y no me gusta, quiero una mujer que se exprese, no una sumisa. Pero me gustan los juegos, como atarte y tenerte a mi merced.-dijo sonriente.

-Oh.-dije sorprendida, bien ahora sabía dos cosas, primera le gustaba jugar y segunda no le gustaba eso de Amo y Sumisa, lo cual estaba bien porque no creía tener el material para ser la sumisa perfecta.- ¿Y ahora que harás?-pregunte realmente excitada y ansiosa porque me tocara. Él no respondió, solo me levanto y me llevo hasta el cuarto, me dejo sobre la cama y se subió sobre mí, ato mis el otro extremo de la corbata a la cabecera, luego bajo y empezó a desnudarme completamente.

Sus manos me tocaban suavemente, recorriéndome completamente, caricias suaves que me mandaban descargas eléctricas por donde sea que pasara, jadeaba bajito a espera de que siguiera, quería mover mis manos y tocar su cuerpo también pero el estar atada me impedía muchas cosas. Así que me dedique a disfrutar. Sus manos tomaron mis tobillos y separo mis piernas, sentí una brisa en mi centro lo que me provoco un nuevo jadeo, se acomodó entre mis piernas y empezó por besar mis muslos hasta ir bajando, cuando creía que tocaría mi centro lo rodeaba dejándome jadeante.

el profesor cullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora