Bella Pov
Dos largos meses, por fin había llegado a la Universidad y tenía todo listo para el inicio de clases, había elegido la escuela de Los Ángeles, era un lugar más libre que N.Y así que me gusto aparte de que tenía una playa hermosa y el sol durante la mayor parte del año, era simplemente perfecto. Tenía un pequeño apartamento en el centro, el lunes ingresaría a la escuela, y mis amigas habían elegido este lugar también, así que estábamos felices, nuestros apartamentos estaban en el mismo edificio solo que en distintos pisos, Rose y yo habíamos quedado juntas, Angie y Jessica estaban en otro y Tanya por increíble que parezca se había mudado con un chico que nos presentó días después de llegar.
Ella y Garrett eran inseparables, eran una pareja más que pasional así que las pobres de Angie y Jess que estaban justo debajo de su departamento sufrían de los gritos de Tanya durante la noche, pero al final las 4 estábamos felices por Tanya, jamás creímos que se metería tanto en una relación. Al parecer se conocieron apenas llego aquí, fue como amor a primera vista, empezaron a salir y antes de darse cuenta estaban viviendo juntos, ahora tenían 2 meses y medio de relación y Tanya se había vuelto una chica enamorada al cien por ciento.
De Edward no sabía nada, al principio sentía que era lo mejor pero ahora me sentía mal por haberlo dejado así, ¿Qué tal si ese sí era nuestro momento y yo lo deje pasar? Rose me había apoyado en todo y me dijo que había hecho lo correcto pero eso no hacía que dejara de doler. Mis padres estaban felices por mi entrada a la Universidad y mi padre me había regalado un flamante Audi negro, era elegante y hermoso, ahora tenía en que ir a todos lados y no tendría que depender de Rose para transporte.
Había elegido la carrera de Literatura, mi pasión, Rose estudiaría Psicología, Tanya Diseño, Angie Medicina y Jessica Producción musical, todas en distintas cosas pero esperábamos tener tiempo para pasar tiempo juntas, ese fin de semana que era el final de las vacaciones, Rose propuso una buena salida de chicas, acepte pues quería dejar de pensar y divertirme un rato y desde la salida en la que termine en el hospital no había salido así que me hacía falta.
Así que nos arreglamos con escotados y hermosos vestidos para salir esta noche, Tanya y Garrett obviamente irían aparte, yo llevaría a Rose, Angie y Jessica, pero la conductora de vuelta sería Angie pues era la única que prefería no tomar nada. Alrededor de las 10 de la noche estábamos en la discoteca del centro, muchos chicos y chicas bailaban en el lugar y nosotras estábamos por ir a la pista, pero antes pedimos una ronda de tequilas, todas las tomamos a fondo y salimos rumbo a la pista, Tanya y Garrett estaban en su burbuja, casi haciéndolo en la esquina del lugar, Rose quería una noche de sexo al menos eso grito cuando estábamos todas bailando, Jessica solo quería tomar y bailar, mientras Angie se dedicaba a coquetear con el Barman, un chico de ojos claros y cabello castaño llamado Alec. Yo por mi parte bailaba intentando alejar mis pensamientos pero quería lo que más quería era ver a mi cobrizo, de pronto perdí a Rose de vista y a lo lejos la vi bailando a un hombre tan alto como un árbol y bastante musculoso, pelo negro y ojos azules, parecían hechos a medida, encajaban bien mientras bailaban y la sonrisa en el rostro de mi amiga era bastante grande, Jessica por su parte había desaparecido, así que estaba sola en la pista bailando, de pronto unas manos me tomaron por la cintura, pegándome a un fuerte pecho y el aliento de ese hombre choco contra mi piel poniéndola de gallina.
-¿Pensaste que me rendiría tan fácil?-pregunto con la voz ronca, me gire sorprendida y ahí frente a mí se encontraba mi hombre, mi Edward.
-Edward.-dije casi en un susurro, él sonrió y yo antes de pensar cualquier cosa lo abrace y lleve mis labios a los suyos, él me pego a su cuerpo de manera insistente y me beso de manera posesiva.
-¿Me extrañaste?-pregunto sonriente en cuanto nos separamos, en sus labios había dejado un poco de mi labial y se veía tierno.
-No sabes cuánto.-respondí con una sonrisa en mis labios mientras le quitaba el labial.
-Yo también te extrañe, muñeca.
-¿Qué haces aquí?
-Vine a ver a mi chica.-dijo sonriente mientras empezábamos a bailar.
-¿Cómo supiste que estaba aquí?-pregunte recostándome en su pecho, la música apenas permitía que lo escuchara.
-Digamos que tengo mis contactos.-dijo sonriente señalando a mi amiga, ella sonrió y me guiño el ojo.
-Le agradeceré más tarde.-dije sonriéndole a Edward.
-Vamos a un lugar más privado.-dijo mirándome a los ojos, ¡Sí! Quería una noche en que me hiciera suya otra vez. Asentí y salimos fuera del lugar, seguro ellas ni siquiera volverían a casa hoy. Me llevo hasta su auto y yo lo seguí feliz, llegamos a un edificio muy alto y me llevo hasta su apartamento.
-¿Ya tienes un lugar?-pregunte sorprendida.
-Tarde unas semanas en encontrarlo, pero por fin encontré algo-dijo sonriente, no estaba lejos de mi apartamento así que yo también amaba el lugar.
-Es lindo.-amaba el estilo que tenía, era elegante y maduro, muy Edward. Aunque le faltaba ese toque hogareño que había sentido en la casa.
-Sí.-dijo sin darle importancia y me guio hasta la sala, se sentó en el sofá, yo me coloque en su regazo, comencé a besar sus labios y él también me beso de manera lenta y dulce, mis manos buscaron los botones de su camisa pero él me impidió hacerlo.-Aun no, nena.
-¿Por qué?-pregunte desanimada, yo quería que me hiciera el amor ahora. Porque sí, nosotros haríamos el amor, no me importaba nada ni nadie, lo amaba.
-En estos meses me di cuenta de que tenías razón.
-¿En qué?
-Pues, no nos conocemos más que físicamente, aunque sigo sintiendo todo lo que te dije aquella noche, quiero que cuando lo hagamos de nuevo sea un momento único para ti y para mí.
-Lo será.-dije acariciando su rostro, él sonrió.
-Por eso debemos hablar y conocernos, hay muchas cosas que tú no sabes de mí, hay un pasado y un "porque" te dije que solo sería sexo. Porque de un día para otro inicie la carrera en Literatura. Porque mis hermanos y yo nos alejamos de nuestros padres. Hay muchas cosas Bella y quiero contarte todo antes de volver a hacerte mía.
-No me importa el pasado, Edward.-le asegure mientras mi mano acariciaba su mejilla.
-Pero a mí si muñeca, así que está vez haré las cosas bien.
-¿Hoy no me harás el amor, entonces?-pregunte con un puchero, él sonrió tiernamente y negó.
-No, amor.-dijo dulcemente, ame que me llamará así.-Pero quiero que pases la noche conmigo.
-¿Solo dormir?
-Solo dormir.
-Pero mañana debo ir a la Universidad.
-Yo puedo llevarte temprano a tu apartamento y luego a la Universidad.
-¿Seguro?
-Sí.
-Bien, entonces a dormir.-dije sonriente y me levante tomando su mano para ir a la habitación. Ya acostados y con la playera de Edward como pijama y él abrazándome por la espalda pegándome a su cuerpo comenzamos a hablar de nuevo.- ¿Qué somos?-pregunte haciendo figuras en su pecho, él sonrió y beso mi frente.
-Aun intento descubrir eso.-sonreí y pronto me quede dormida, yo también quería descubrirlo.
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el profesor cullen
FanfictionUn romance prohibido, él un hombre 10 años mayor, sexy, atlético, atractivo y jodidamente follable, ella una joven estudiante de 17 años, la atracción es inminente, estaba mal pero eso mismo lo hacía más atractivo, esconderse y tener sexo como dos s...