CAPITULO 33: "Divorcio"

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Carlisle Pov

Cuando la conocí quede completamente loco por ella, era tan hermosa, que digo, ella es hermosa, mi Esme, mi preciosa esposa de ojos verdes, la amaba aun después de tanto tiempo, aunque creo que jamás deje de hacerlo, me hice creer que la odiaba desde el momento en el que me dijo que estaba enamorada de otro hombre, el hecho de que estuviera embarazada no me molestaba en absoluto, yo podía cuidar a su hijo como mío, le amaba por el simple hecho de ser hijo de ella, pero cuando dijo que amaba a otro, eso sí me dolió, me lastimo en el fondo de mi corazón, había crecido viendo a mi padre lastimar a mi madre una y otra vez y me había alejado del amor para evitar vivir aquel dolor, pero esa noche supe lo que mi madre sentía cada día de su vida, y llore como un niño en un bar.

¿Por qué no luche por recuperarnos? Pues era una batalla perdida, era como lanzar balas a los muertos, ella estaba enamorada de otro, se casó conmigo amando a otro, ¿Qué tanto puede herir el orgullo de un hombre aquello? Nada, no importaba el estúpido orgullo, lo que me importaba era el dolor en mi pecho, el sentimiento de vacío, era casi como si me hubiera dejado, incluso peor.

No me divorcie porque sabía lo que sus padres le harían si llegaba a dejarla, la tratarían peor de lo que lo hacían, la veían como mercancía y odiaba eso, a pesar de todo para mí ella era algo más que una simple cosa de cambio, luego de tomar durante horas me harte del alcohol, una mujer de unos 25 años se acercó y comenzamos a charlar, no sé cómo termine en su cama, creí que eso aliviaría el dolor, que al hacerle lo mismo el dolor se iría pero no fue así.

Ella se volvió un alma en pena al igual que yo después de aquella noche, éramos un par de extraños viviendo en la misma casa, no me arrepentía por haberme casado con ella, pero sí de haberlo hecho tan pronto, debimos conocernos antes, quizá me habría hablado de "Aro Vulturi" quizá me habría ganado su corazón de otra manera, pero ahora ya no valía la pena.

Sabía de todos los chismes que corrían sobre mí en el hospital, sabía de mis supuestas aventuras, no sé quién le conto a todos sobre la chica de aquella noche pero desde entonces mi familia se convirtió en un blanco fácil, así que cuando Edward quiso juntarse con una niña de 17 años me negué completamente, suficiente tenía con que todos hablaran a mis espaldas, como para que ahora también lo hicieran con Edward.

Muy tarde me di cuenta de que le estaba haciendo a mi hijo lo mismo que le hicieron a Esme hace años, quería separarlo de la persona que amaba, fue una de las tantas cosas que me grito Esme antes de irse.

Tenía razón en muchas cosas, me había vuelto un ser frio y sin corazón en el momento en que todo exploto, pero ella también tenía culpas, yo creí que habíamos arreglado todo aquella noche que se entregó a mí por segunda vez, cuando quedo embarazada de Alice, todo era como vivir en un sueño, con ella a mi lado, pero de pronto al día siguiente al llegar a la casa ella estaba molesta, ni siquiera sabía porque, quise besarla y ella me alejo tanto como pudo, me grito que era un hipócrita y se fue, desde ese día nos alejamos completamente, dormíamos en la misma cama para no levantar sospechas con Emmett, mi hijo....

Yo no pude disfrutarle cuando era un bebé, no lo vi crecer en el vientre de su madre y no lo escuche decir sus primeras palabras, me entere de él hasta que tenía 5 años, cuando su madre murió en un terrible accidente y dejo todo listo para que él llegara conmigo si algo le llegaba a pasar, Esme lo amo de inmediato, le contaba cuentos en la noche y lo abrazaba cuando lloraba de la nada, le presento a Edward como su hermano menor, le dijo que debía cuidar de él pues era pequeñito, Emmett se lo tomo muy en serio, nadie podía tocar a Edward sin antes pasar por él, crecieron juntos.

Éramos una familia muy...rara. Me sentía como "Los tuyos, los míos y los nuestros" pero para mí los tres eran nuestros, yo vi a Edward crecer, yo cuide y consentí a Esme cuando lo esperaba, yo lo críe y eso me hace su padre, sé que cometí errores en los últimos años con él pero fui su padre y será mi hijo hasta que este mundo se acabe, si Aro hubiera querido tanto a Esme como ella decía lo hacía, habría vuelto por ella, por todo el amor que le tenía a Esme, me habría hecho a un lado, con tal de verla feliz.

el profesor cullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora