CAPITULO 31: "Espera"

74 6 0
                                    

Aro Pov

Pasaron los minutos más largos de mi vida al no ver esa puerta abrirse, luego de casi media hora salieron de vuelta, Esme tenía los ojos un poco hinchados y Edward la abrazaba con dulzura, Emmett venía cabizbajo.

-Cariño.-llamo Edward a Bella que en cuanto noto a Esme en aquel estado se levantó preocupada, yo solo quería acercarme y abrazar a mi chica, ser su apoyo.-No quiero que se vaya a un hotel...-comenzó Edward mirando a Bella, ella rápidamente negó.

-No, claro que no. Se quedará aquí con nosotros.-dijo firme, Esme le dedico una sonrisa.

-Lo vez, te dije que ella estaría de acuerdo.-dijo Edward abrazando a su madre.-Todo estará bien, mamá.

-Gracias.-dijo ella con la voz baja-Si no les molesta quiero dormir ahora, estoy cansada por todo...

-Claro-dijo Bella-La llevo a la habitación.

Yo quería saber que pasaba pero si llegaba a preguntar algo se vería muy raro, suspirando me levante y decidí irme, no era bueno estar tan cerca de ella, sabía que no resistiría un minuto más cerca sin querer besarla y consolarla.

-Edward, yo me voy.-dije con tono cortes, aunque inconscientemente mire hacia las escaleras por las que Isabella y Esme se habían ido.

-Aro, lamento lo que sucedió.-dijo él apenado.

-No te preocupes, fue una cena deliciosa, felicita a Isabella de mi parte y espero todo se arregle con tu madre.-dije esperando algún tipo de información.

-Gracias.-dijo sin soltar más información, sonreí y caminamos hasta la puerta, me despedí de las personas que seguían ahí y salí, suspire pesadamente, seguía igual de hermosa y perfecta, los años le habían sentado perfectamente y algo en mí me dijo que esta vez no la dejaría ir, no la perdería de nuevo.

Esme Pov

Verlo de nuevo me nublo el juicio, venía con la intención de hablar con mis hijos pero en cuanto nuestros ojos se encontraron perdí toda cordura, quería correr a sus brazos y refugiarme en ellos, porque ahí sabía que estaría segura, la forma en que me miro me hizo erizar la piel, entonces recordé a las personas que estaban ahí así que entre en pánico, Aro, yo y nuestro hijo estaríamos en la misma habitación, él noto el miedo que corrió por mí y rápidamente actuó como si nada.

Cuando beso mi mejilla mi cuerpo entero fue recorrido por una descarga eléctrica, aquellos ojos negros que tanto amaba seguían brillantes y perfectos, el rostro tan marcado y masculino seguía volviéndome loca, me sentí como una adolescente en cuanto nos vimos, una adolescente enamorada.

Durante la cena varias veces me topé con su mirada, me sonroje en varias ocasiones, era un hombre tan guapo, los años lo habían convertido en un hombre en toda la extensión de la palabra, irremediablemente empecé a enumerar todos esos rasgos que me gustaban en él, sus ojos, su barbilla, Dios su cabello, su sonrisa.

Llegado el momento de hablar con los chicos todo se volvió una tempestad, había estado tan distraída mirando a mi viejo amor que no me detuve a pensar una forma correcta de soltar tremenda información, al cerrar la puerta del despacho suspire cansada, era el momento.

-¿Qué sucede mamá?-pregunto Emmett, él se parecía tanto a su padre y a la vez tan poco, aquel corazón de niño y la inocencia en su mirada era algo que lo volvía único.

-¿Qué paso?-pregunto ahora Edward al ver que no obtenía respuesta, él también se parecía a su padre, la mirada determinada y firme que en segundos se podía volver llena de amor, sería un gran padre.

-Es sobre su padre.-dije con un suspiro, si supieran que solo uno de ellos eran hijo de ese hombre, quizá me odiarían, quizá se pondrían de su lado, por eso quería llevarme el secreto a la tumba, por miedo, no soportaría perderlos, ellos me miraron aun sin entender.-Él y yo vamos a separarnos.-termine, ambos me miraron sorprendidos, Edward parecía incluso satisfecho y no me pasó desapercibido aquello.

el profesor cullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora