Bella Pov
Al día siguiente las chicas y yo fuimos de compras después de la escuela, Rose puso el pretexto para poder ir al centro comercial y comprar la lencería, ahora sabía que a Edward le gustaba romper Bragas, aparte de humedecerlas, sacudí mi cabeza sacando ese pensamiento y seguí mirando los bonitos conjuntos, ¿Cuáles le gustarían más? Como no sabía mucho de él, decidí tomar mi propio camino así que empecé a buscar lo que a mí me gustaba, tome un bonito conjunto en color neutro pero Rose me encontró y me lo quito de las manos.
-Ah no de eso nada. Vas a comprar ropa interior de mujer Isabella.
-Eso hago.
-No me refiero a mujer de 40 con 30 gatos.-dijo rodando los ojos, me tomo la mano y me llevo hasta la ropa más atrevida.-Bien ahora sí, necesitas algo así.-dijo sacando un escandaloso conjunto de lencería en color negro, era una tanga y un babydoll con encaje, era muy bonito pero no era mi estilo.
-Rose no sé.
-Anda Bella deja la virginal Isabella atrás, diviértete, créeme esto le gusta a cualquier hombre, estoy segura de que tú quieres al Profesor a tus pies así que...-suspire y abrí mi mente, debía dejar de ser tan inocente, así que tome el conjunto y busque otros en distintos colores y modelos, termine con dos en color negro, otros dos rojos y más atrevidos y uno que aunque Rose dijo que era muy cursi, a mí me encanto, era azul claro y con encajes, sin duda era mi favorito, no era el más revelador ni el más sensual pero me encantaba. Después de pagar salimos y fuimos al área de comida, yo debía irme antes de las 5 para llegar al apartamento de Edward, llevaba mi uniforme como prometí, esperando cumplir sus fantasías como él quería cumplir las mías. A las 5 me despedí pues debía ir a casa, nos despedimos y Rosalie me guiño un ojo, tome mis nuevas prendas y las guarde bien en mi mochila, no quería que Edward las viera...aun.
Llegue a su apartamento y él me recibió con un caluroso beso, aún era demandante y posesivo pero ahora había sido más lento y suave, su lengua jugaba con la mía de manera lenta y hasta tierna, fue un beso completamente diferente a los que habíamos compartido pero sin duda me gustaba más.
-Hola nena.-sonreí cuando se dio cuenta que llevaba mi uniforme-Te queda jodidamente sexy este uniforme.-dijo pasando sus manos por mis piernas y bajo mi falda.
-Gracias.-dije sin saber que responder.
-¿Qué quieres hacer?
-Creo que sabes lo que quiero hacer.
-Tal vez tengo una idea.-tomo mi mano y me llevo hasta un cuarto que no había visto antes, era una oficina con un gran escritorio de madera frente a la puerta, había un gran librero detrás, una silla de cuero y unos sofás en la orilla. Hasta parecía una escena bien armada.- ¿Qué te parece jugar un poco Isabella?
-¿A qué?
-Pues, digamos que tú, una tímida y dulce estudiante-dijo pasando sus manos por mi cintura suavemente.-viene aquí a pedir ayuda para subir sus calificaciones.-me soltó y camino hasta quedar detrás del escritorio y tomar asiento, yo sonreí porque eso parecía tan real, creo que él también se había dado cuenta de que esto parecía nuestro primer encuentro.-Y yo estoy dispuesto a ayudar.
-¿En serio Profesor Cullen? ¿Me ayudará a subir mis notas?-pregunte coqueta e inocente, iniciando con mi papel.
-Creo que podríamos llegar a algún acuerdo Señorita Swan.-dijo sonriente, él me miro fijo, como podía mover cada célula nerviosa de mi cuerpo con solo una mirada.
-¿Cómo qué?-pregunte mordiendo mi labio, estaba nerviosa como si de verdad fuera una virgen de la que su maestro quería aprovecharse.
-Bueno...-me miro fijo y me pidió que me acercara, yo lo hice aun con mi mochila colgada de mi hombro, él la quito y la coloco al lado de su silla, me jalo del brazo para sentarme en su regazo-Tengo un par de ideas.-sus labios bajaban lentamente por mi cuello, como si verdaderamente quisiera seducirme, jadeos involuntarios salían de mi boca, esto se pondría interesante.
ESTÁS LEYENDO
el profesor cullen
FanfictionUn romance prohibido, él un hombre 10 años mayor, sexy, atlético, atractivo y jodidamente follable, ella una joven estudiante de 17 años, la atracción es inminente, estaba mal pero eso mismo lo hacía más atractivo, esconderse y tener sexo como dos s...