Bella Pov
Verlo irse me partía el corazón, pero era lo mejor para mí, no podía dejar que volviera a lastimarme, no quería su maldita lastima, aunque él jurara que no era eso, yo había dejado de confiar en él, sus palabras ya no tenían valor, porque todo era demasiado doloroso, él había roto nuestro trato y él jugo conmigo al igual que había hecho con otras seguramente, solo fui una más en su club de admiradoras a la que por suerte había elegido, ahora que había obtenido lo que quería de mí me había cambiado, pero en cuanto se enteró de mi accidente seguro se sintió culpable y por eso está aquí, por eso quiere que lo perdone, pero eso no pasará, aunque me muera de dolor, no pienso volver a ser la relación escondida de nadie, yo quería un todo y él no podía ofrecerme eso.
Aunque me doliera debía aceptar que esa relación nunca llegaría a ningún lado, él tenía una vida ya hecha y yo apenas iniciaba la mía, éramos tan diferentes que era sorprendente la forma en que encajábamos, pero eso era solo deseo, solo pasión vacía y al final terminaría tarde o temprano, me cuestione tantas cosas pero al final la respuesta siempre era la misma, Edward no era para mí, nunca lo fue.
No podía decir que le temía, porque no era así, pero si lo desconocía, porque él hombre del que había estado enamorada era un caballero, un hombre que jamás me habría lastimado y ese hombre ya no podía verlo más, se perdió aquella tarde, ahora sus ojos esmeralda no me inspiraban confianza y sus caricias no significaban lo mismo que antes, odiaba que mi cuerpo siguiera sintiendo descargas eléctricas cuando se me acercaba o me tocaba, pero al final lo superaría, después de todo solo nos quedaban unos meses y luego podría irme de aquí sin volver a mirar atrás.
Llore por su hipocresía al llamarme "amor", esa palabra sonaba tan vacía en sus labios, ahora ya no valía nada para mí, porque sin querer había terminado con el corazón roto, yo, la misma persona que había jurado que podía hacerlo sin repercusiones, vaya mentira, ahora no podía ni verlo sin que sintiera un profundo dolor en mi cuerpo, pero podía con ello o al menos lo intentaría porque no había forma en que dejara de verlo.
Después de la visita de Edward estuve sola por una hora, pensando, solo eso, mirando al vacío y preguntándome miles de cosas, hasta que mi madre llego y me dijo que mañana me darían de alta pues solo tenía la pierna lastimada, la tenía enyesada pero sería solo por tres semanas, no había roto el hueso pero si tenía un gran golpe que si no cuidaba rompería el hueso.
Así que tendría que llevar muletas por las siguientes semanas, pero eso era lo fácil comparado a lo que tendría que pasar con Edward. Las chicas también vinieron a verme y querían firmar mi yeso, yo solo sonreí y las deje pintar lo que quisieran, al día siguiente salí de ahí y me preparé mentalmente para volver a la escuela, a verlo diario y no llorar.
La semana paso volando y antes de darme cuenta era lunes, fue difícil hacer mi rutina por la pierna, pero al final lo logre, mi padre me llevo a la escuela y ahí me quede con las chicas, ella me ayudaron a llegar hasta mi primera clase y luego nos quedamos solo yo y Tanya, ella me hacía chistes y ese tipo de cosas yo solo sonreía, los nervios de encontrarlo, de mirarlo a los ojos, de sentir ese maldito cosquilleo en el estómago cuando lo veo, me estaban matando, tenía miedo, porque él había dicho que no le importaba que nos vieran juntos, a mí me importaba y mucho, no solo era poner en riesgo mis estudios sino también por él, perdería su empleo, todo Forks lo sabría, sería repudiada por medio pueblo al ser un lugar tan tradicional, sería una locura hablar sobre eso, dejar que vieran cualquier muestra de afecto, era una locura pero ¿Qué tal si a él en verdad no le importaba? ¿En serio pensaba arruinarnos a ambos por "recuperarme"? esperaba que no, esperaba que hubiera pensado las cosas y lo dejara, que olvidara lo que paso tal como yo intentaba hacerlo y lo viera como la manera fácil de salir de esta situación.
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el profesor cullen
FanfictionUn romance prohibido, él un hombre 10 años mayor, sexy, atlético, atractivo y jodidamente follable, ella una joven estudiante de 17 años, la atracción es inminente, estaba mal pero eso mismo lo hacía más atractivo, esconderse y tener sexo como dos s...