Capítulo Tres: Camisón.

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Vi a un chico. Él estaba sentado bajo un hermoso árbol disfrutando de su soledad mientras estudiaba de un libro viejo. Su cabello era negro azabache y le llegaba hasta los hombros, sus ojos y sus ropas eran del mismo color, contradiciendo su pálida piel. De repente, unos chicos que aparentaban la misma edad se acercaron a él. El pavor e ira inundó sus facciones.

-Vaya, vaya... si este es nuestro pequeño Snevillous - Se burló un chico castaño con anteojos, que parecía ser el líder de aquella pandilla de brabucones, el resto sólo rió escandalosamente. El chico de cabello negro continuaba sentado, inmóvil. De la nada, el chico con anteojos murmuró un hechizo. Colgando al chico de cabello negro en el aire por el tobillo. Ellos rieron y lo ridiculizaron.

Luego, surgieron otras memorias del mismo chico de cabello negro, esta vez mucho más joven. Él estaba escondido detrás de un árbol mientras observaba a una niña de largos cabellos rojizos y ojos verdes. Ésta sonrió y le mostró a otra niña, que era mayor y menos atractiva, una florecilla que se hallaba en su mano, ella la hizo florecer y la otra niña la tiró de su mano y comenzó a gritar barbaridades. El chico salió de su escondite y se acercó a ellas, la ruidosa niña jadeó y gritó algo más antes de irse corriendo, el niño se giró a ella.

-Vi eso - él le dijo. Ella pretendió no saber lo que decía.

-No sé de lo que estás hablando - contestó ella cruzándose de brazos desafiantemente, él ignoró eso.

-Ella solamente está celosa porque no puede hacer magia como nosotros - le dijo.

-¿Puedes hacer magia también? - preguntó ella un poco sorprendida.

Él asintió - y pronto ambos iremos a una escuela por ello.

-¿Hay una escuela? - preguntó más sorprendida. Él le sonrió y asintió, luego comenzó a explicarle todo con lujo de detalle.

La voz del profesor Snape interrumpió el recuerdo - ¡ALTO! - él bramó e instantáneamente estuve de vuelta a la habitación. Abrí los ojos como platos, estuve en SU cabeza.

Él parecía bastante alterado, ¿Cuan personal eran esos recuerdos? ¿Quién era ese chico agredido y la niña pelirroja?. Pero había aprendido a no hablar a menos que me lo pidieran, así que me mantuve en silencio por largos minutos. El profesor Snape caminó hasta su escritorio, tomando su cabeza entre sus manos, me animé a disculparme, pero...

-P-Profesor... lo siento mucho, no quise...

-Vete - su voz no sonaba fuerte, decidí que lo mejor era obedecerle, ¿En qué me había metido? había burlado al hombre más peligroso del colegio Hogwarts de magia y hechicería. Y esa voz... tan potente, él no tenía ninguna necesidad de gritar para infundir miedo en la gente, incluso pensaba que tenía una voz escalofriantemente maravillosa, parecía llegar a mi alma, agitar mis huesos.

¿Podría ser esto... un enamoramiento? 

* * *

A la mañana siguiente me encontré con Hermione en la biblioteca. Me vestí con mi atuendo habitual (falda negra de pliegues, suéter rojo escarlata, largos calcetines negros con botas del mismo color y mi bolso-monedero sin fondo), aunque Hermione y el resto fueron vestidos casualmente con jeans y suéteres. Al instante me sentí deprimentemente fuera de lugar.

Sin embargo, todos ellos me dieron una calurosa bienvenida.

-¡Ah, viniste! - exclamó Hermione con una sincera sonrisa.

Asentí -Si, bueno, nunca he estado fuera de los terrenos del castillo antes - admití, a lo que ellos me miraron con asombro.

-¿Estás diciendo que nunca has dejado Hogwarts antes? ¿Nunca desde que estás aquí? - preguntó Ronald en estado de Shock, Harry le dio un codazo y él se encogió de hombros inocentemente -Bueno, estaremos encantados de mostrarte los alrededores, Claudinia.

To Mend The Broken Heart (Severus Snape)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora