Capítulo Doce: Dejarlo Fluir Naturalmente.

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-¡Director Dumbledore! - llamé al anciano, entrando en su oficina - Dumble... - me callé cuando le eché un vistazo a su oficina. Vacío. Suspiré. Bueno, sí, él dijo "En un momento posterior" en la tarjeta. Supongo que él aún estaba fuera atendiendo otros asuntos. Asuntos para limpiar mi nombre.

Me abracé a mí misma y me hundí en una de las lujosas sillas rojas que estaban delante de su escritorio. Me sentí totalmente como una persona nueva, como si después de ayer, al ver los recuerdos de mi padre y ser libre de su tutela. Ya no era la yo de antes, era otra persona, incluso ayer, cuando dejé que mis emociones se desenfrenaran, mostré una nueva personalidad.

¿Podría mi padre volver a custodiarme? Parecía probable. 

Yo sólo mostraba grandes cantidades de emociones después de los hechos. por ejemplo: al ver a mi padre llorar por primera vez. Su debilidad. O las escenas de mi madre, aprendiendo de ella, ella podía llorar y enojarse. Entonces recordé al Profesor Snape. 

Suspiré de nuevo. No estaba segura de qué pensar de él, ahora. Claro, en algún lugar de mi todavía podía sentir esas sensaciones extrañas, per ¿Quién sabe? Tal vez podría ser que pensaba en él de otra manera y no lo sabía. ¿Por qué tiene que ser un enamoramiento? 

Yo debía olvidarme de todo ese lío tonto. Él es mi profesor y eso es todo. Nuestra relación es profesional. Yo no debía retarlo a cruzar esos límites. Es inconsiderado por mi parte, después de todo lo que ha hecho por mi ¿Por qué no me di cuenta de esto antes? ¿Por qué debo torturarlo tan egoístamente con mis acciones?

No más, no actuaré tan insolente por más tiempo. Tenía la oportunidad de ser amiga del Profesor Snape y no lo arruinaría. Sentía como si él era la única persona en la que podía confiar real y verdaderamente. Él me entiende, él es el único que puede consolarme. Claro, mis amigos y Dumbledore eran grandes personas conmigo, pero simplemente ellos no me entienden en la forma en que él lo hace. 

-¿Señorita Vitrosis? 

Salté de mi asiento al escuchar mi nombre, miré por encima de mi hombro al Profesor Snape.

Él se quedó en la puerta, a unos metros de distancia de dónde yo estaba sentada. Su alta figura estaba, como siempre, con túnicas negras. Su cabello negro llegaba a tocar a penas sus fuertes hombros y sus ojos ónice taladraban los míos. 

-Hola profesor, ¿Qué está haciendo aquí? - le pregunté educadamente. Él no pareció inmutarse en absoluto por mi nueva actitud hacia él. Por otra parte, él era un hombre bueno ocultando sus emociones. A menudo podía ver a través de la fachada. Tal vez él no se efectuó. 

-Podría hacerle la misma pregunta... - dijo con monótona voz.

-Dumbledore... yo, um, vine a verlo sobre una carta me escribió.

No estaba segura de cómo explicarlo, no quería decir que era mi nuevo tutor hasta saberlo a ciencia cierta.

-¿Tiene asuntos con él también, señor? - le pregunté al hombre. Él no respondió. Supongo que no era de mi incumbencia. Un silencio flotaba en el aire (¿El silencio flota?) ¿Debería decirle abiertamente que estaba arrepentida de lo que dije? ¿Ambas veces? Antes que si quiera pudiera pensar en ello, se aclaró la garganta y me habló. 

-Señorita Vitrosis... 

-Lo siento - interrumpí- Él me devolvió la mirada, estupefacto. Estaba segura que él quería sacar el tema sobre ayer, no quería que él tuviera que explicar la naturaleza incómoda de todo esto. Antes de que pudiera preguntar por qué, continué - Pido disculpas por hacer que se sienta extraño, no pretendo ser una molestia o cuestionar su paciencia, podemos fingir que nunca dije nada, no quiero echar a perder nada, usted es demasiado importante para mí para arriesgarme a perderlo. 

To Mend The Broken Heart (Severus Snape)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora